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Habían pasado dos días desde la última vez que vi al matón del rubio y la verdad es que no he tenido tiempo de ir al mirador por estar grabando un nuevo sencillo

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Habían pasado dos días desde la última vez que vi al matón del rubio y la verdad es que no he tenido tiempo de ir al mirador por estar grabando un nuevo sencillo. Ahora me encontraba saliendo de mí disquera, sin guardaespaldas, sin mí mánager, siendo yo mismo dirigiéndome a mí hermoso auto para tomar rumbo a mí lugar favorito. No iba con la intención de encontrarme con el rubio, la verdad era que esto ya era costumbre mía, el mirador, las estrellas, la iluminada ciudad eran las cosas que me inspiraban para escribir las canciones y buscar un ritmo para ellas, ese lugar eran mí marca y lo mantendría intacto.

Conducí con calma hasta un semáforo el cual marcaba rojo, me mire en el espejo retrovisor y me veía perfecto, aclaro que la modestia no va conmigo. Seguía mirando mí camino esperando que todos los autos pasarán. En eso noto un auto aún lado mío un dodge challenger r/t 1970 estaba lleno de chicos. Los Ghost Boy's. Mostré una sonrisa, pero está se me esfumó al notar en el asiento trasero al rubio sentado a horcajadas sobre el tipo que era su novio besándolo como si el mundo se le fuera en eso.

- Pero que sorpresa... - murmuré y cuando el semáforo marco amarillo no dude en arrancar el auto para ir al mirador, tenía un mal sabor de boca y no sabía el por que.

Cuando llegue baje del auto y tome una botella de cerveza y la dejé en el barandal del Mirador dónde me encontraba viendo las luces de la ciudad y vehículos, perfecto, sublime...

A quien engañaba, sentía aún ese mal sabor de boca después de ese espectáculo, aún recuerdo como sus lenguas se entrelazaban, asqueroso... El tipo pelinegro, claro, no desmeritemos que el chico se veía sexy comiendole la boca al otro. Era obvio que el no vendría hoy, me dijo que vendría todos las noches para divertirse un poco con mis monadas, pero lleva dos días sin venir así que tuvo que resignarse a llegar... O más bien tuvo diversión en otra parte con alguien más...

Park te escuchas patético. Suspiré.

- Oye perro, empiezas la fiesta sin mí - volteo mí cabeza demasiado rápido al escuchar esa voz, un poco más y me dislocó el cuello. Lo veo llegar como siempre, solo que en vez de pantalones negros llevaba unos jeans claros ceñidos a sus muslos, una camiseta blanca y un pañuelo amarillo está vez. Se acercó y se apoyó en el barandal aún lado mío, el tomo un cigarrillo de mí bolsillo de la camisa y se lo puso en los labios, me miró a los ojos y no tarde en sacar el encendedor y encenderlo por él.

- Pensé que no vendrías - dije volviendo mí vista a la ciudad.

- Algo me decía que ibas a venir - sonrió y yo me quedé perdido en aquella ilera de dientes.

- Bueno, no era necesario, te hubieras quedado con tu chico... - Ok dejé que mí boca hablara por si sola y note como el rubio se reía a carcajadas, fruncí el ceño y le miré confundido - ¿De que te ríes?

- Celoso ¿Perrito? - sacudió mis cabellos y bufé quitando sus manos de este para volver a peinarme.

- Estás muy feliz hoy ¿No?

- Si... Es que cumplí un cometido - alce una ceja al verlo - Y funcionó - sonrió.

- ¿Y que era eso? - el aún con su sonrisa se acercó a mí dejándome sentir su aliento mentolado.

- Que te pusieras celoso... - soltó el humo en toda mí cara y después de eso le miré incrédulo, entonces entendí todo.

- Hijo de tu bendita madre - el se carcajeo y yo le seguí.

Claro, el rubio tenía cerebro después de todo, estaba jugando. Era obvio que había diferenciado mí auto antes de que el de los Ghost Boy's se estacionara aún lado mío, el desgraciado no tardó en subirse a su pareja y comerle la boca, el sabía que yo lo iba a ver. El sabe que me tiene babeando por él...

Mierda.

- Oye eso es cruel, y no conmigo precisamente - el se encogió de hombros - Si tu novio supiera ya estaría muerto.

- No es mí novio... - aclaro dando una calada mientras miraba en frente.

- ¿Ah, no? - le miré confundido, el negó con la cabeza - ¿Son follamigos o que mierda?

- Me tiene como un puto objeto y yo como no tengo a nadie más, me toca soportarlo - hice una mueca, eso definitivamente no me gustó. Sabía que la cara de cretino le quedaba a ese tipo.

- Hey, eso es horrible - dije y note que iba a decirme que no le tenga lástima, pero le detuve - La vida si es perra.

- Si...

Un silencio se formó entre nosotros, no era incómodo era acogedor, me gustaba que tomáramos este tiempo de esta manera, en silencio, admirando nuestro alrededor...

Haciéndonos compañía...

- Sabes si fuera tu le metería un puñetazo en toda la cara - el me miró menos afligido y más alegré - ¿Quien sería capaz de tratar de esa manera a alguien como tu? Con decirte que casi me dejó robar el primer día que te vi - reímos un poco.

- Si me hubieras dejado robarte como se debe, créeme que ya estaría fuera de Los angeles.

- ¿Y por qué no hacerlo? Tienes tu motocicleta - el negó y apagó su cigarrillo pidiéndome otro el cual le ofrecí y encendí para él, solo que está vez con el mío tomando esa cercanía, me gusta sentir su perfume y escuchar su respiración, me podría acostumbrar a esto.

- Si, pero con tu dinero y vendiendo el Impala tendría suficiente dinero para largarme y conseguir una mejor vida - le miré con pánico al decir que quería vender a mí bebé.

- Mí bebé no... - le dije y el sonrió malicioso.

- ¿Así que tu bebé?

- Ponle un dedo encima y la policía estará detrás de ti - rió, Dios su risa era hermosa, hasta sus defectos eran preciosos.

- Tranquilo, perrito, no tocaré a tu bebé, me estás cayendo bien, así que no tocaré tu preciado auto - nos miramos fijamente, como si nos estuviéramos desafiando, lindos ojos chocolates era lo que veía, un maldito demonio con cara de ángel.

Debo de serles sincero, tenía ganas de reclamar aquellos labios, pero sabía que si eso llegase a pasar todo se iría a la mierda, no era necesario dañar el ambiente que habíamos adquirido por placer carnal, y sabía que el estaba igual, además de que el tendría el doble de problemas si su "novio" se enterase, lo echaria como rata a la calle.

- Bien, tengo que irme... - me miró de vuelta y yo asentí.

- Hasta luego, pañuelito - El giro a mirarme curioso y divertido.

- ¿Pañuelito?

- Es que estos últimos días te veo con un pañuelo diferente - el paso su mano inconscientemente al pañuelo amarillo en su cuello e hizo una O con sus labios.

- Ah, eso... Es mí marca, me gustan.

- Te quedan bien - el sonrió y pude notar que se alejaba feliz de allí. Cuando la motocicleta desapareció con él, yo me apresure a recoger todo e irme a mí apartamento.

Ese chico estaba cambiando mí manera de ver la vida.

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Blinding Lights ✨ - [ADP. ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora