Times Of Death ~ Season III ~

🧟14🧟

Isabella

Iba muy pensativa pensando en cómo sería ese lugar y qué nos encontraríamos, cuando mi padre se detuvo en medio del camino. Seguí su acción confundida y luego descendí del carro. Me acerqué a Daryl para preguntar por qué nos habíamos detenido cuando esa mujer desconocida habló.

- Tienen patrullas, es mejor ir a pie – dijo la desconocida.

- ¿Qué tan lejos está? – pregunté mirando hacia el cielo – ya casi es de noche.

- 2 o 3 kilómetros – dijo la desconocida, mirándonos y adentrándose en el bosque.

Sacamos las cosas de los autos cuando vimos que un caminante se acercaba a nosotros. Miré a papá y a Daryl y luego, sin pensarlo, me acerqué al caminante para matarlo de un solo saque. Sonreí por mi trabajo y limpié mi katana para guardarla de nuevo y seguir al grupo.

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El camino hacia ese lugar era bastante largo y el sol cada vez se adentraba más, lo que indicaba que pronto daría paso a la noche. Suspiré mientras miraba a la mujer con desconfianza, pero la voz de mi padre me sacó de mis pensamientos.

- Sé lo que hiciste por Isa, por Carl y por mi bebé mientras yo procesaba todo – dijo mi padre hacia Daryl. - Gracias, realmente eres un gran hombre para mi hija y me alegra que te haya encontrado.

- Para eso estamos, además amo a Isa y sabes que nunca la dejaría sola en un momento como el que vivió – respondió Daryl.

Se me escapó una sonrisa por las dulces palabras de Daryl. Mi cazador podía ser duro y serio, pero algo tierno parecía despertar en su corazón cuando se trataba de mí. Seguimos caminando, cuando Daryl de repente nos hizo agacharnos por la presencia de caminantes saliendo de entre los árboles.

- Pónganse en formación y no disparen – ordenó mi padre, mientras mataba al primer caminante que se acercaba con su machete.

Luego me uní a ellos y saqué mi katana para acabar con el siguiente caminante. Realmente eran muchos los que salían de entre los árboles. Daryl mató al siguiente y luego Oscar al que le seguía, pero aún así seguían emergiendo más de los árboles.

- Son demasiados – dijo Daryl a mi lado mientras empuñaba su cuchillo.

- Papá, ¿tienes alguna idea? – pregunté mientras mataba a un caminante que se acercaba a mí.

Papá solo nos indicó que lo siguiéramos para adentrarnos por los árboles, y me quedé atrás para acompañar a la desconocida, que aún se recuperaba de la herida de bala. Seguimos a papá hasta llegar a una cabaña que se encontraba en pleno bosque y nos refugiamos allí de la horda. Todos nos mantuvimos en silencio, pero el olor fuerte que había en el lugar me provocaba unas náuseas horribles en el estómago. Papá, Daryl y Oscar se acercaron a investigar la causa del olor, y realmente era horrible el olor a perro muerto que había en el lugar.

- Lassie se fue a casa – dijo Daryl mientras volvía a donde me encontraba.

Esa indefensa frase que mencionó mi cazador provocó que vomitara sin dudarlo en el suelo al lado de la puerta por donde habíamos entrado segundos antes. Papá, Daryl y los demás me miraron, y al notar mi acción, rápidamente Daryl se acercó a mí para extenderme un pañuelo.

- Sabes que fue tu culpa y de tu horrible frase – dije mientras limpiaba mi boca.

- Lo sé y perdón, hermosa – dijo Daryl mientras me miraba sonriendo.

Negué sonriendo ante sus palabras, tratando de cubrir mi boca por el horrible olor que desprendía, cuando los caminantes empezaron a golpear la cabaña. Mi padre nos hizo señas y nos acercamos a él y al bulto que había allí. Nos miró a mí y a Daryl, y yo asentí, preparada para lo que encontraríamos debajo de aquella manta. Mi padre la sacó con rudeza, y de allí surgió un hombre con una escopeta en la mano, que comenzó a gritarnos exigiendo que abandonáramos su hogar. El hombre seguía gritándonos, a pesar de que papá intentaba calmarlo. Lo peor era que sus gritos atraían a más caminantes a la puerta.

El desconocido parecía haber pasado décadas aquí dentro y se notaba que no estaba bien de la cabeza. En cuanto tuvo la oportunidad, mi padre logró quitarle la escopeta, pero en el forcejeo esta se disparó sin cesar. Daryl me alcanzó y me sacó a tiempo de la mira, ya que el disparo iba en dirección hacia donde yo me encontraba parada. Mi respiración se aceleró debido a lo sucedido, y Daryl me revisó para asegurarse de que no tuviera ningún rasguño.

- Estoy bien, el disparo no me alcanzó por suerte - dije con el corazón acelerado.

Daryl me abrazó para tranquilizarme y vimos cómo el hombre logró soltarse de mi padre y corrió hacia la salida. Antes de que tocara el pomo de la puerta, la desconocida no dudó en clavarle su katana para evitar que abriera y entraran los caminantes a la cabaña. La miré y los nervios volvieron a surgir en mi cuerpo al ver al hombre muerto y la sangre de este en la katana de la desconocida. Daryl me soltó cuando se cercioró de que estaba bien para acercarse a la puerta y ver que los caminantes estaban a punto de entrar a la cabaña, y mis nervios se volvieron a activar nuevamente cuando vi a mi padre lo que haría con el cuerpo del hombre muerto.

- ¿En verdad, papá? - dije asustada y nerviosa por dicha situación.

- Isa, no hay alternativa. Además, ya está muerto – dijo mi padre mirándome. – Busquen con Oscar una salida trasera.

Suspiré con tristeza antes de ir con Oscar a revisar alguna salida trasera. Buscamos hasta que la encontramos. Oscar revisó que no hubiera caminantes afuera y cuando miré a mi padre, éste me dio una señal de que, al arrojar el cuerpo del hombre a los caminantes, debíamos huir rápidamente de allí. Asentí para indicarles que la salida estaba despejada. La desconocida abrió la puerta y mi padre, junto con Daryl, arrojaron el cuerpo del hombre a los caminantes. Luego, mi cazador cerró la puerta para posteriormente salir por detrás de la cabaña y huir de los caminantes.

Corrimos, pero me detuve y miré a los caminantes mientras devoraban el cuerpo del hombre y lo destrozaban. Una lágrima brotó de mis ojos y cuando me disponía a ir a matar a cada uno de ellos, la mano de Daryl se interpuso en mi camino y me arrastró nuevamente con el grupo, mientras mis ojos seguían fijos en esa horrorosa escena. Corrí con Daryl detrás del grupo y esa escena de sacrificio humano costaba desvanecerse de mis pensamientos, porque por primera vez tuvimos que matar a un ser vivo para salvar nuestro pellejo.

Fin de Isabella

Daryl arrastró a Isabella detrás de los demás mientras la joven permanecía sin reaccionar aparentemente por el sacrificio que debieron hacer para salvar sus vidas.

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Varias horas después de esa horrorosa escena que habían ocasionado Rick y su grupo, la noche finalmente cayó y el grupo llegó a la entrada de Woodbury. Rick se acercó para observar el lugar desde detrás de un arbusto, escondido. Al divisar a la guardia en lo alto de las paredes, realmente parecía una fortaleza y debían proceder con cautela si querían salvar a sus amigos y evitar que sufrieran algún daño.