¿Qué puedes hacer cuando lo has perdido todo?
¿Qué sucede cuando la humillación queda gravada en tu piel al rojo vivo?
¿Y si experimentas el amor y el deseo, a costa de tu dignidad?
Paul Atreides debía gobernar sobre el planeta Caladan como duque, p...
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"La pálida muerte lo mismo llama a las cabañas de los humildes que a las torres de los reyes."
—Horacio, poeta romano.
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—Está de aquí es una buena tela —dijo Bronso de Ix sintiendo entre sus dedos la seda nebulosa de color rosa—. ¿Por qué prescindir de ella? Debería comprarla, alteza.
Irulan se giró para verlo, el conde también la miró. Estaban a menos de un metro el uno del otro. Lo cual sería considerado un comportamiento impropio sino estuvieran a la vista de todos, frente a un puesto en el bazar de nuevos talentos que Armanda organizó para el día de su partida. Eran pequeños comerciantes que después de una rigurosa investigación fueron acomodados en el jardín del palacio, dando así un sentido de exclusividad.
En algunos puestos del bazar reconoció a varios nobles. El heredero del barón Norvebruns estaba ahí, acompañado de una dama de una Casa Menor, y lo que más sorprendió a Irulan fue reconocer al conde Gideon Richese. Un hombre que hasta donde sabía, todavía no se arrodillaba ante Paul.
