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Aparqué y me encontré a Lorena que me estaba esperando para explicarme que íbamos a hacer hoy. También me presentó a un chico muy majo, Mateo, que también trabaja en el equipo de administración.
Estuvimos en su despacho unos minutos mientras me explicaba algunas cosillas y después salimos hacia el campo dónde estaban entrenando los jugadores, Lorena me propuso hacer unas cuantas fotos del entrenamiento de hoy para ir practicando y así luego se las enseñaba para publicarlas en las redes sociales del Atleti. Así que cogí una de las cámaras que me dió ella y empecé a enfocar hacia algunos juegadores. Estaba haciendo "zoom" cuándo alguien se puso delante de la cámara y me impidió sacar la foto, apunté para otro lado y volvió a pasar lo mismo, no le di mucha importancia ya que estaban jugando al fútbol y era normal que tenían que moverse, volví a intentarlo por tercera vez, y nada, otra vez lo mismo, suspiré y bajé la cámara para ver de quién se trataba. Mi sorpresa llegó cuando vi que era uno de los chicos de la recepción, Rodrigo Riquelme.
¿¡Qué!?
Eran jugadores del Atleti y yo no me había dado cuenta. A ver, por lo que dijeron en la recepción sabía que serían algo famosos, pero ahora que les veo con la ropa del entrenamiento, todo cambia.
Él castaño me miró durante unos segundos pero después apartó la mirada ya que se estaba acercando Pablo Barrios, que me saludó alegremente con un “buenos días”, no como el castaño, que solo me echó una mirada algo desagradable, que no me gustó para nada.
Después de unos pocos minutos caminando alrededor del campo para llegar a otro lado, paré y pude hacer unas cuantas fotos, que luego tuve que borrar porque algunas salían borrosas, apunté hacia otros jugadores, ¿y que pasó? lo mismo, otra vez, el mismo jugador tapando, otra maldita vez. Yo no sé si lo hacía aposta, pero que casualidad, tío.
Hoy entre que estaba nerviosa al ser mi primer día y que me iba a bajar la regla, no tenía mucha paciencia que digamos. Suspiré convenciéndome a mí misma que no lo estaba haciendo intencionadamente y que era sin querer. Iba a hacer otras fotos pero Lorena me llamó desde la entrada a los despachos para que fuera con ella.
Ya en su despacho guardé la cámara en su correspondiente funda y ella me preguntó que como me había ido, yo le conté todo. Ella me dijo que seguramente sería sin querer porque, ¿por qué motivo iba a querer él fastidiarme a mi? Si ni me conocía, yo asentí dándole toda la razón, pero aún así había algo que no me cuadraba.
Salimos las dos del despacho, nos despedimos y yo me fui a coger mis cosas, que estaban en una salita, donde más trabajadores dejan sus cosas y justo escuché el silbato del Cholo indicando que ya había terminado el entrenamiento, cuando salí vi a lo lejos a Rodrigo que iba hacia los vestuarios, así que fui hasta él y le pegué un pequeño empujón hacia delante para llamar su atención.
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Rodrigo
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Mientras me dirigía a los vestuarios noté como alguien me daba un pequeño empujón hacia delante.
—¿Se puede saber por qué estabas tapando mi cámara todo el rato?-— escuché a una voz femenina hablar bastante enfadada.
En ese momento me di la vuelta y la miré. Sabía quién era, sí, y claro que no le dejé hacer las fotos, pero me quería hacer el tonto.
—¿Yo?
—Si, tú—respondió cruzándose de brazos.
—Yo no he hecho nada- dije mientras me daba la vuelta y seguía caminando dándole la espalda. Ella gruñó y me siguió.
—Sí, claro que has hecho algo— dijo mientras me seguía.
—Qué te estoy diciendo que no.
—Y yo te digo que sí- continuó replicando.
—De que hablas, no te conozco.
—No te hagas el tonto.
—Yo no me hago el tonto.
—¿Ah no? Entonces lo eres—soltó, en ese momento me di la vuelta para mirarla y fruncí el ceño.
—¿Cómo me acabas de llamar?— pregunté mientras me acercaba poco a poco hasta quedar a centímetros de nuestras bocas.
Ella tragó saliva, me miró a los ojos y no dijo nada, mantuvimos ese contacto visual unos cuantos segundos pero yo aparté la mirada, me eché hacía atrás y seguí mi camino, dejándola con la palabra en la boca.
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HOLAA! aquí os dejo el tercero, ¿que os ha parecido?