Strange Magic [RadioApple]

Capítulo 11 "Hablando Claro"

— Mierda—murmuró Lucifer mientras leía una de las tantas cartas que le habían enviado

El exterminio era en tan solo unas cuantas horas y apenas terminará tenía que reunirse con  Lute, la cual le había mandado más de 19 cartas insultandolo para que le haga el mismo favor, el cual debía hacer o si no estaría en problemas, en ese instante tocaron su puerta y sin pensarlo mucho lanzó todas las cartas a la chimenea.

— Lucifer, ¿vienes a comer?—preguntó Alastor entrando y se sorprendió al notar las llamas de la chimenea arder con intensidad— ¿todo bien?

— Está todo bien—tiró la última carta al fuego, se agarró del brazo de su pareja— vamos...

Con cuidado Alastor se hizo a un lado, lo cual Lucifer vió raro.

— Majestad, creo que tenemos suficiente con que una persona sepa sobre nosotros, debemos tener más cuidado—Alastor se adelantó mientras se pensaba si no había sido grosero

— Se supone que tenemos una relación, no es como que a alguien le importe ¿sabes?

Alastor se acercó al más bajo, el cual pensó que otra vez estaba siendo impaciente y eso podría provocar algún tipo de conflicto, lo cual, no quería, lo siguiente que sintió fue como le pellizcaban las mejillas.

— Charlie se enojará—Lucifer negó con la cabeza— por favor, dudo mucho que se sienta feliz al saber que me estoy cogiendo a su papá

— Eres imposible—le lanzó un beso y desapareció enojado

Alastor se quedó pensando un momento, sabía claramente que Charlie no se enojaría, solo quería poner una excusa para no anunciar la extraña relación que tenían porque no hubo ninguna propuesta formal, solo eran propiedad uno del otro, además no quería que fueran considerados puntos débiles, en el infierno era todo posible, asi que para bien debían mantener en secreto lo que tenían, pero Lucifer se empeñaba en decírselo al menos a su hija y ya no podía ponerle más excusas o terminaría hiriendolo, además ¿que diría cuando le preguntarán sobre sus sentimientos?, nunca había sentido amor, no sabía si eso era en realidad lo que sentía o solo era deseo sexual.

— Esto es una mierda—golpeó la pared haciendo caer algunos cuadros

— Ey, ten más cuidado—dijo Husk mientras empezaba a colocar nuevamente las imágenes— no querrás que la princesita te regañe

— Eso no sucederá—se acomodó el traje— ¡para eso te tengo a ti limpiando el desastre!

— ¿Sabes qué? Puedes arreglarlo tu mismo—volvió a tirar los cuadros

Bien, Alastor había perdido la paciencia.

Husk se acercó al elevador pero antes de poder entrar Alastor lo estaba arrastrando, pero esta vez tenía un as bajo la manga.