Familia...

76 6 18
                                    

Historia situada en el capítulo "noche eterna caballeros eternos pte 2 · Trollhunters"

***

La batalla de la noche eterna había dejado catástrofes en todo el lugar. Jim lamentó el no poder quedarse para ayudar, pero era algo imposible, puesto que debían llegar a Nueva Jersey lo más pronto posible.


Nuestro joven Cazatroles miraba el atardecer con cierto lamento. Encontraba el ambiente aún más lúgubre de lo que ya era.

El chico se volteó al oír pasos acercándose a él.

-Clara... -murmuró, tomando las manos de la joven al verla. Ella estaba agotada después de la pelea-, no podría pedirte que vinieras conmigo...

La chica sonrió, afligida.

-Lo sé... -murmuró poniendo su mano en la mejilla de Jim. Sus ojos se cristalizaron.

El semi-troll inhaló, como intentando tomar fuerzas para recitar esas pocas palabras. Apoyó su mano sobre la de Clara, en su mejilla.

-Quiero que sepas que... volveré. Lo prometo -aseguró intentando no romper en llanto-. Y quizá... podamos ser...

-¿Felices? -sugirió en un hilo de voz.

El joven no pudo articular palabra. Se había quedado sin habla. Cerró los ojos un momento y luego los abrió, intentando no comenzar a sollozar. Respiró hondo y abrazó a su novio.

-Te voy a extrañar demasiado... -sollozó. Ese abrazo juntaba demasiadas emociones. Eran todo un nudo en el estómago de ambos.

La joven lloraba desconsoladamente. Nunca creyó hacerlo por alguien. No de ese modo. Pero, en ese preciso instante, solo quería recordarlo. Recordar cada detalle de él: su voz, su aroma, su tacto... todo lo que pudiera hacer que su falta se hiciera menos evidente.

-Y yo a tí... -aseguró él, abrazándola con más fuerza, llorando pero de manera menos escandalosa. En ese momento, solo quería que dejara de llorar y si debía reprimir su dolor para eso, lo haría-. Volveré. Así y pasen diez años. Lo haré, Clara, lo prometo -hubo un último apretón y luego se separaron. Cuando lo hicieron, sus aflicciones se hicieron evidentes. Antes de soltarse por completo, apoyaron sus frentes juntas y un beso pactó el momento. Lo selló por completo.

Ese era el último recuerdo que tendrían el uno del otro.

Clara comenzó a llorar más fuerte y el chico limpió una lágrima que caía por su rostro.

Al alejarse, se creó un vacío inmenso. Ambos sintieron la necesidad de volver a acercarse. Sin embargo, ambos también sabían que si lo hacían, las cosas serían más difíciles.

-Promete escribir y llamar todos los días... -sentenció la joven, tomando las manos del chico y dejando un suave beso en sus nudillos.

-Lo haré... -aseguró el semi-troll, para luego imitar el acto y separarse, en dirección a Toby.

Esbozó una sonrisa triste, y Tobías se pasó los nudillos por debajo de los ojos.

-Si que se nos cruzó esa aventura, ¿verdad, Tobes? -preguntó, arrodillándose frente a su amigo para abrazarlo.

-Me alegra que hayamos tomado los canales aquella mañana... -exclamó rompiendo en llanto. Se mantuvieron un rato así, abrazados y pensando cada uno en sus cosas- ¿Voy a volver a verte? -añadió con tono lastimero.

El joven sonrió con aflicción.

-Pues claro, Tobes -aseguró-. Jamás voy a dejarlos...

Tobías tragó saliva.

-Adiós, amigo Ñugatt Nummy... -bromeó para que el momento no se hiciera tan amargo.

Ese pequeño chiste hizo que Jim tuviera una mezcla de emociones: Nostalgia, tristeza, alegría... pero por sobre todo: dolor...

-Adiós, Toby... -dijo soltándolo.

Sus amigos solo pudieron ver cómo la persona que los hizo felices durante tanto tiempo... se iba...

Ahora, Jim estaba por su cuenta. Partió con Blinkie, Argh, Merlín, los troles y un corazón desdichado. Si bien se escribieron y llamaron durante todo el transcurso a Nueva Jersey, ya no era lo mismo; su relación se hizo fría, y estar a tal distancia era raro, siempre habían estado juntos, y separarse y a tan grandes escalas... dolía, y mucho.

Por mucho que Blinkie insistía que fuera a visitar a Clara, Toby y su familia, Jim estaba muy ocupado con sus labores en el nuevo Mercadotroll como para hacer un viaje tan largo.

En vacaciones, Clara y Toby volaban junto con Bárbara y Strickler hasta Nueva Jersey, y pasaban el tiempo con Jim. Para él, era la mejor época del año, pues no había mejor cosa que su familia estando cerca.

Lo difícil era la despedida, las lágrimas se derramaban cada vez que debían volver a Arcadia. Trataban de hacer una despedida rápida y sin mucho sentimiento, para no recordar aquel horroroso día en el cuál, Jim tuvo que dejar Arcadia...

What if...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora