Sentado en la taza del baño, Jim se cuestionaba que hacer. El elixir burbujeaba dentro del frasco. Cómo insitandolo a dar ese gran salto.
Respiró hondo y se puso de pie, todavía pensando.
Esto podía ser de gran ayuda. Darles una ventaja notoria en la batalla.
Pero... ¿Estaba dispuesto a darlo todo por ser el Cazatroles?
¿Estaba dispuesto a entregar su humanidad por la causa? ¿Y mantenerse así por el resto de su vida?
No lo sabía. Y eso era lo que más lo inquietaba.
Abrió la tapa del frasco, todavía inseguro de la decisión. Con la mano temblorosa, apoyó el frasco en el lavamanos y luego se acercó a la bañera, abriendo la llave.
El ruido del agua le resonaba en los tímpanos, con un pesar que jamás habría pensado en sentir.
Sus recuerdos se manifestaban en su mente. Desde los más horribles hasta lo más hermosos.
No.
No podía.
No podía darlo todo.
No era tan fuerte.
Le hubiera gustado.
Pero no era posible.
Ni siquiera había notado que estaban golpeando la puerta. Cerró la llave y abrió la puerta con toda la serenidad de mundo.
Los gritos cesaron en cuanto sus amigos lo vieron salir.
—¿Jim? —Bárbara tomó el hombro de su hijo. El joven respiró hondo y sonrió.
—Tranquilos. No lo haré —miró por encima de su hombro el elixir y asintió una vez con la cabeza.
Al bajar por las escaleras, el mago allí presente dió un respingo.
—Pero...
—No voy a hacerlo —dijo antes de que el anciano pudiera articular palabra—. Tú mismo lo dijiste: tengo la opción de cómo pelear, y yo elijo el cómo hacerlo. Tú no puedes interferir en mi decisión.
Jim suspiró. Esperaba haber tomado la decisión correcta...
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What if...?
Hayran KurguHistorias cortas y auto conclusivas que muestran el «¿Que pasaría?» si en ciertas situaciones hubieran pasado cosas diferentes. Esto bajo mi punto de vista y mi estilo de narración, ¡espero les guste!