Una semana, había pasado una semana desde que Amelia Swan había llegado al pueblo de Forks, semana en la que la chica había intentado por todos los medios amables, intentar ayudar a Isabella. Claramente no había funcionado.
Decir que Amelia estaba harta era poco, su paciencia, la cual había extendido demasiado por el bien de su prima, se había agotado, ahora las cosas iban a ponerse sin duda, interesantes, por así decir.
Amelia había hecho nuevamente el desayuno para todos, esta vez no subió la comida de Bella, extrañando a su tío Charlie, y antes de que este pudiera preguntar, Amelia fue hasta el inicio de las escaleras, y gritó:
"Suficiente, Isabella, tienes exactamente..." fingió observar su reloj imaginario como si estuviera pensando "veinte segundos para bajar a desayunar o yo subiré y créeme que no perderé el viaje."
Charlie, quien estaba observando todo, rio suavemente al escucharla, mientras que, de parte de Amelia, contaba de manera regresiva. En cambio Bella, que había escuchado perfectamente a su prima de la misma forma decidió ignorarla.
"Diez, nueve, ocho, siete, seis..." a medida que contaba su enojo crecía, y como anteriores veces había hecho, esta vez no planeaba contenerse "cinco, cuatro. TRES. DOS. UNO"
Charlie cerró los ojos y le rezó a Dios en su mente, que chuchito se apiadara de su hija.
Amelia cansada del comportamiento de Isabella decide subir a la habitación de su prima y hacerla bajar de una vez por todas. Amelia toca la puerta de Bella antes de hablar.
"Isabella Marie Swan, tienes dos opciones, o me abres o rompo la puerta" habló la pelinegra con seguridad.
Bella decidió ignorarla pensando que solo estaba exagerando y que probablemente se iría.
Amelia al no recibir respuesta dio unos pasos atrás antes de patear la puerta con fuerza quebrando esta misma.
Charlie, quien se encontraba abajo sonrió un poco, sabía que las advertencias de su sobrina no eran un juego. Isabella por otro lado saltó de su silla y le gritó.
"¡Rompiste mi puerta!"
Amelia sonrió con un toque de malicia asustando a Bella.
"Te lo dije, ahora baja antes de que te arrastre por las escaleras" el tono de voz de Amelia más su demostración con la puerta no la hizo dudar de las palabras de su prima, así que se apresuró a bajar ante la atenta mirada de Amelia.
Bella bajó y se sentó en la mesa mientras que su prima llegaba a su lado y hacía lo mismo.
"Comerás absolutamente todo" Amelia le dio un plato con dos sándwiches de pollo y Bella estuvo apunto de protestar pero su prima se adelantó "y será mejor que comas, Isabella, o yo misma abriré tu boca y te obligaré a tragarte todo" Advirtió con seriedad mientras empezaba a comer.
Isabella en completo silencio agarró su plato, empezando a comer.
Luego del desayuno, Isabella se había ido a clases y Charlie a trabajar. Al momento de quedar sola, decidió subir a su habitación y estrenar el lienzo y las pinturas que Charlie le había obsequiado.
Agarró el lienzo y la pintura azul oscura, empezando a hacer trazos por el dibujo después paso al blanco siguió por el verde, creó el gris, y continuó de hacer brochazos hasta que según ella terminó. Dejó la pintura secarse y al cabo de las horas volteó el lienzo y se pudo apreciar su obra.
Se trataba de una pantera de ojos grises, en el bosque, por las sombras del dibujo parecía ser de noche, se quedó observando la pintura, tenía tiempo sin transformarse, al menos unos meses, no podía negar que lo extrañaba, tal vez, era una señal de volver a hacerlo.
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The other Swan| E.C
FanfictionAmelia Swan, esa era ella, la prima de Bella por parte de Charlie. Luego de todo el suceso de los Cullen, Charlie llama a su sobrina para que ayude a Isabella en su depresión con los Cullen, luego de semanas de estar encerrada en su habitación y an...