4. Jacob Black

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Los días pasaban y Bella parecía mejorar, o al menos, eso mostraba ella, puesto que estaba empezando a comer más pero no había vuelto a salir, no después de su descarga de adrenalina; pero había algo que seguía exactamente igual: las pesadillas.

Amelia se despertó de golpe por los gritos de Bella, los cuales pareciera que la estuvieran desgarrando viva, soltando un suspiro corrió al cuarto de Isabella y se sentó en la cama de la nombrada empezando a moverla suavemente, una vez Bella despertó agitada.

Amelia empezó a acariciar su pelo intentando tranquilizarla, una vez la chica se calmó, Amelia se levantó de la cama de Bella y caminó en dirección a la puerta pero la voz de su prima la detuvo.

"Amelia, ¿Tu me odias?" Habló Isabella en un susurro para después morderse los labios. Amelia la miró un segundo antes de suspirar y responder.

"No Bella, no te odio, solo que tu nulo intento de sobrevivir, me estresa" respondió la pelinegra.

"¿Crees que algún día los superaré?"

"¿A Eduardo?"

"Es Edward, pero sí"

"Eso depende de ti"

La castaña miro a la chica antes de asentir pensativa y cuando Amelia estaba apunto de irse la voz de Bella volvió a detenerla.

"¿Podrías dormir conmigo... Por hoy?" Inquirió la chica tímida. Amelia sonrió enternecida.

"Claro"

Isabella se acomodo en su cama para darle espacio a su prima y una vez estuvieron cómodas la humana volvió a hablar.

"Prometo mejorar, o intentarlo" susurró antes de quedarse dormida lentamente.

Y esa fue la primera mentira que Amelia creyó de Isabella.


Al otro día, Isabella y Amelia estaban desayunando solas, ya que el Sheriff Swan había salido temprano a la comisaría.

Desayunaban en silencio hasta que la voz de la de Bella lo interrumpió.

"Necesito un pequeño favor" Amelia dejo su cuchara con cereales a medio camino hacia su boca para después mirar a su prima confundida.

"¿Sobre qué?"

Amelia seguía sin creer lo que haría

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Amelia seguía sin creer lo que haría. Después del desayuno, las primas Swan habían ido al deshuesadero por un par de motocicletas viejas y oxidadas, confundiendo a la chica y antes de preguntarle, Bella le aclaró que irían con un amigo de la infancia de ella, que vivía en la reserva Quileute: Jacob Black.

Al llegar a la reserva, específicamente a la casa Black, Amelia observo que un chico salía de ella y lo detalló mientras se acercaba: cabello castaño oscuro y largo hasta por debajo de los hombros, piel morena, alto, un poco musculoso y una gran sonrisa, sin duda, el chico Black.

The other Swan| E.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora