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Cayendo en tu juego
Lado B de "I L I K E I T"
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Entre los caminos seductores de una relación apasionada donde predomina el ámbito se×ual y la lujuria, caminan dos jóvenes entregados a complacer lo...
La seducción cuando se convierte en un juego puede ser excitante, aunque a su vez, peligrosa.
Camino a la puerta cuando el timbre suena, y son exactamente las ocho y media de la noche cuando la abro y veo a un delgado, alto y sexy chico frente a mí: Park Jimin.
Su sonrisa sexy y encantadora me hace sonreír también, y alzo los brazos cuando camina hasta mí para rodearle el cuello con estos y así corresponder a ese beso apasionado que me hace delirar de la lujuria.
Desde la fiesta de graduación de mi prima HeeSook, hemos mantenido una pequeña, clandestina, y acalorada relación... Podría definirlo de esa forma, ya que nunca nos hemos sentado a hablar de lo nuestro para poder definirlo de otra manera. Ha pasado ya un año de eso.
Pero déjenme contarles un poco sobre lo que ha pasado en ese tiempo...
Luego de la graduación de Jimin, JungKook y HeeSook todos fuimos a un club, el cual formaba parte del imperio de la familia mi ahora amante, cabe decir que desde ese día hubo atracción mutua, y a pesar de que él es cinco años mayor que yo ninguno vio la barrera para que pudiésemos hacer lo que estamos haciendo desde hace un año atrás.
Nuestros besos forman chasquidos y me detengo empujando su pecho con mis manos, lo veo a los ojos de mirada tan pícara que siempre tiene al verme, me regala una sonrisa ladina y luego me muestra lo que trae entre sus dedos al sacarlo de su bolsillo.
- ¿Me extrañabas? - pregunta con tono profundo y me muerdo el labio inferior mirando el envoltorio plateado en sus dedos.
- ¿Y tú? - devuelvo la pregunta y su risita coqueta me mata.
- Yo pregunté primero, no te hagas la lista. - sonrío amplio y me acerco a sus labios para respirar por mi boca sobre estos. Él se me queda viendo fijamente hasta que traga fuerte al sentir mi mano en su miembro- Con que juegas conmigo ¿eh?
- Es posible, si... - asiento con tono coqueto y parpadeo rápidamente para verlo morder su labio inferior mirando mis ojos con una sonrisa que le hace cerrar los ojos.
- Muchacha traviesa. - murmura cuando le quito el condón de su mano y lo rozo en mis labios entreabiertos.
No pierde tiempo cuando me toma de los muslos y me carga para enrollar mis piernas en sus caderas. Camina conmigo hasta que llegamos al sofá de la sala y me acuesta sobre este con el encima de mí, me besa de forma apasionada y le correspondo de la misma manera, acariciando su cabello largo mientras mis dedos se enredan entre los mechones.
•••
- Veamos algo bueno, JinEun. - se queja a mi lado mientras se arropa con la colcha hasta el cuello, me río un poco mientras con el control cambio de canal- deja ese. - me pide cuando paso un drama romántico.
- Oye pero no vayas a llorar con este ¿bien? - me responde con una risa y yo me uno a él cuando recuerdo como lloró con el final de otro drama.
- Si es triste es posible... - canturrea y le pego en su frente con dos de mis dedos.
Luego de unos segundos toma mis muñecas y me acerca hasta abrazar mi cuerpo, dejándome casi debajo de el para después cubrir nuestros cuerpos con la colcha, quedamos debajo de esta y entre risas recibo sus labios nuevamente.
•••
Al día siguiente, como cualquier otro día me despierto y Jimin ya no está. Se ha ido a su trabajo, seguramente.
A veces nos resulta difícil encontrarnos, es uno de los factores negativos, y de vez en cuando pienso que no debemos ir más allá de lo que llevamos por la falta de tiempo para hacerlo. Con todo eso me refiero a que Jimin trabaja largas horas manejando el imperio de su familia mientras que yo invierto la mayoría de mi tiempo a mis estudios, por eso mis padres me dieron este apartamento en la capital... Pero si supieran lo que he estado haciendo con este chico todo este año me desheredarían.
Volviendo a mi realidad, me voy a duchar y luego de unos cuantos minutos salgo a la universidad rápidamente recordando los dos exámenes que debo presentar hoy... sería un ajetreado día.
•••
Termino de presentar el examen y me levanto para llevar la hoja al escritorio del profesor. Con mi bolso al hombro lo entrego y le deseo un feliz día para retirarme después con una sonrisa en mi rostro, pues había contestado todas las preguntas y presiento una buena nota.
Ya en el pasillo de la facultad saco mi teléfono del bolso y lo reviso para darme cuenta de que tengo un mensaje en la barra de notificaciones, sonriendo como una tonta lo desbloqueo y luego de verlo la sonrisa se borra por completo.
Papá♡ Estamos en la ciudad, nos gustaría cenar contigo, hija.
Presiono el botón de llamar y en pocos segundos él me contesta.
- Hija, estaba por llamarte al ver que no me contestabas. - me dice con tono cómico y yo río un poco.
- Estaba en un examen, Papá. - le reprocho en broma y escucho como ríe suavemente.
- Vamos a cenar hoy, tu madre está ansiosa por verte, hace mucho que no te vemos. - sonrío tierna.
- Claro, me pasan buscando a las ocho. - le contesto con un poco de emoción al saber que volveré a verlos luego de tanto tiempo.
- Perfecto, te amo mi nena. - me dice de inmediato y yo arrugo la nariz.
- Papá. - me quejo y él se ríe.- Ya, nos vemos esta noche.
Luego de escuchar infinidades de muestras de amor de su parte le cuelgo, voy a meter el teléfono en el bolso cuando este vibra con una notificación, lo reviso y mi sonrisa se amplía.
Jimin♡ Estoy afuera de tu facultad, te espero en el auto.
Suspendo el teléfono y lo guardo mientras camino rápidamente hasta la salida del edificio. Ya afuera me saludan algunos compañeros y se los devuelvo apresurada. Al llegar al auto abro la puerta y me siento cerrando detrás de mí.
- ¿Presentaste tu examen? - me pregunta con una sonrisa amplia y yo sonrío de igual forma asintiendo.
No aguanto la tentación y tomo sus mejillas con mis manos para darle un beso con movimientos suaves.
- ¿Qué tal tu? ¿Qué haces aquí tan temprano? - me separo y le pregunto confundida por ese hecho, deteniendo mi vista en el traje gris que viste hoy.
Es todo un empresario sexy.
- ¿Qué tal si te invito a almorzar y allí nos ponemos al día? - me río suavemente con su propuesta pero asiento más que de acuerdo.
Pone en marcha el vehículo y nos alejamos poco a poco del lugar mientras me coloco el cinturón de seguridad.
Así aprovecho de decirle que hoy no se pase por el apartamento ya que no estaré.
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