SEDUCCIÓN © JM ✔

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Una semana después

~*~

JinEun

Estoy sentada en la sala mientras anoto en mi libreta los apuntes de la clase de hoy, estoy comiendo también unos aperitivos mientras la televisión encendida tiene el volumen bajo.

Han pasado ya dos semanas desde que Jimin y yo nos alejamos, y aún lo extraño con locura... pero parece que no es lo mismo con él, por lo cual simplemente intento no darle importancia y me refugio en los estudios un poco más.

Mi concentración mientras mastico el bocado se ve interrumpida por la llamada entrante en mi teléfono. Tomo el mismo viendo el número desconocido, frunzo el ceño y contesto para llevarlo a mi oreja.

— ¿Hola?

— Hola JinEun. — su voz... es inconfundible.

— ¿Jimin? — pregunto confundida, ojalá no esté alucinando ahora también.

— El mismo... — no digo nada ante su murmullo y espero que continúe— ¿Cómo has estado?

Tomo el control del televisor y lo coloco en silencio, me levanto del piso y trago fuerte.

— Bien gracias. ¿y tu? — empiezo a caminar hacia la habitación y me siento incapaz de cortar.

— Bien, supongo. — contesta en el mismo tono hasta quedarse mudo. La línea está en silencio por unos segundos hasta que vuelve a hablar— Te extraño...

Al escuchar esas palabras mi corazón empieza a latir descontrolado y me siento en una encrucijada. Demonios ¿Por qué siempre tiene que aparecer cuando quiero olvidarlo?

— Jimin yo...

— Te extraño demasiado JinEun. — vuelve a decir interrumpiendo mis palabras.

— Ya hablamos de esto. — murmuro sin saber qué más decir.

— No. — dice de inmediato— Tu hablaste, yo no dije nada... además tampoco me diste la razón justificada.

— Jimin por favor. — me quejo con suavidad.

— Por favor cena conmigo mañana ¿si? — trago fuerte mientras pienso en cómo quiero y no quiero a la vez aceptar su invitación— como amigos, solo... quiero verte y hablar contigo. — insiste y suelto un suspiro.

¿Qué te pasa JinEun? ¿Estuviste varios días llorando por él y ahora quieres aceptar así como así?

— ¿Prometes que sólo será una cena? — pregunto con duda y mi cerebro me reclama mientras mi corazón salta de emoción.

¿A cual debo hacerle caso?

— Te lo prometo. — su voz suena suave y melodiosa, entonces mi tonto corazón se acelera una vez más.

— Está bien. — contesto por lo bajo y no sé porqué pero percibo su sonrisa del otro lado de la línea.

— Mañana paso por ti a las siete en punto. ¿Está bien? — su tono de voz suena un poco más animado y me hace sonreír levemente también.

— Está bien por mi. — contesto tranquila— Que tengas buenas noches.

— Igualmente, descansa nena. — murmura para luego contarle la llamada.

Miro la pared frente a mí y veo en el espejo mi estúpida sonrisa, entonces la borro poco a poco y cierro los ojos recriminando mis actos.

— ¿Qué has hecho boba? — murmuro para mí misma.