Trillizos Park. - bts

031

—¿Qué coño es esto?

—No quedaba Camel. Tuve que comprar esta marca de mierda.

Yoongi observó el paquete de tabaco que Mihua acababa de ofrecerle y frunció el ceño, con una mueca de desagrado naciendo a través de su rostro. El rubio había desaparecido hacía más de media hora entre quejas después de que, muy a su pesar, Yoongi y él se hubieran quedado sin más cigarros que consumir. Estuvo cinco minutos tratando de convencerme para que fuera con él, pero me negué rotundamente; preferí quedarme justo donde estaba, bajo el alto árbol que siempre frecuentaba con Dooly y el tatuado en cada descanso. Sin embargo, aquél día era diferente. Tras disculparse tímidamente, Dooly había decidido cambiar su descanso para asistir a una clase extra de Fisiología Médica I como oyente, anunciando que se sentía algo perdido con la materia y quería reforzarla. En realidad, yo también podría haber participado en ella, pero era lo último que me apetecía en aquellos momentos. Fue así como el chico de cabello verdoso terminó sustituyéndolo, persiguiéndonos a Mihua y a mí con la excusa de que su hermano gemelo estaba demasiado ocupado con Lilith, una chica cercana a ellos. A pesar de haber escuchado su nombre varias veces, aún seguía sin saber quién era.

El trillizo se sentó a nuestro lado y se subió la cremallera de su chaqueta hasta el cuello, hundiendo las manos en los bolsillos de ésta. Yo me mantuve recostada boca abajo sobre el césped, disfrutando de la suave brisa y las temperaturas de finales de octubre, que ya dejaban de ser tan altas como hacía unas semanas. Apoyé la cabeza entre los brazos y miré divertida cómo nuestro amigo se llevaba un cigarro a los labios y lo encendía, contrayendo la frente en una expresión de completo disgusto.

—Joder, sabe horrible.

—Todo el tabaco sabe a mierda —comenté despreocupada, centrando la mirada de nuevo en el libro que traía conmigo.

Había aprovechado el descanso y el rato en completo silencio con Yoongi -mientras esperaba a que su amigo comprara más cigarros para su vicio- para terminar de leer Invisible; había visto a Dooly leyéndolo tiempo atrás y supe que había sido importante para él, pues la trama se asemejaba a su experiencia personal. Por eso mismo, quise profundizar en él y tras pasarme la semana completa esperando a que estuviera disponible en la biblioteca de la Universidad, conseguí hacerme con la edición.

—Te equivocas. Algunos saben a más mierda que otros —me corrigió Mihua, lo que me hizo rodar los ojos.

—Apuesto a que ni siquiera podrías diferenciarlos con los ojos cerrados.

—Pues claro que sí —Yoongi volvió a dar una calada y sacudió el cigarro para dejar caer la ceniza, que se perdió entre la hierba—. Es como si me haces diferenciar entre el Blue Label de Johnnie Walker y un Jack Daniels nº7. Hasta la pregunta ofende.

Alcé la mirada del libro y observé al chico aturdida, pues aquella comparación tampoco se me hacía demasiado familiar. Apenas había probado muchos tipos diferentes de alcohol en mi vida y, aunque sabía que hablaba de las marcas más famosas de whisky, jamás había tenido la oportunidad de tomar ninguna de ellas.

—Nunca he probado el whisky.

—No esperaba menos de tí —Mihua, ahora acompañando a su amigo con un cigarro en la boca, carcajeó ante mi comentario—. Sinceramente, me hubiera sorprendido más si hubieras probado alguna de esas marcas.

—Prefiero otro tipo de bebidas. Agua, Fanta... no sé si has oído hablar de ellas.

Observé al rubio abrir los labios listo para ironizar de la misma manera que yo, pero su compañero fue más rápido. Mihua se quedó con la palabra en la boca y no tuvo oportunidad de seguirme la broma, por lo que me mofé de él en silencio.