En la preparatoria Hanlim, habían muchos y distintos clubes. Era obligatorio entrar aunque fuese a uno de ellos, aunque Jennie detesta el hecho de tener que convivir con gente, entra en felicidad al darse cuenta de que hay un club de lectura y Liter...
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En la bulliciosa preparatoria Hanlim, donde los pasillos retumbaban con las risas y conversaciones de los estudiantes, cada uno buscaba su lugar en el vasto universo escolar. Para algunos, la preparatoria era un escenario de oportunidades, donde podían explorar sus intereses y forjar amistades duraderas.
Para otros, como Jennie, la preparatoria era un laberinto de desconcierto y ansiedad, donde cada esquina escondía una nueva prueba que superar.
Jennie Kim nunca fue muy fanática de socializar y muchos de sus compañeros no eran precisamente amigables con ella. Precisamente por eso, su tranquilidad y estabilidad se vió casi apuñalada cuando el profesor Hyunjin les informó que ahora era de carácter obligatorio entrar a un club.
En el momento en que el profesor Hyunjin anunció que todos los estudiantes debían unirse a un club escolar, Jennie sintió que su mundo se tambaleaba. Como una hoja llevada por el viento, se vio arrastrada por la corriente de la obligación hacia un territorio desconocido y aterrador: la socialización forzada.
Mientras sus compañeros de clase se emocionaban ante la perspectiva de nuevas aventuras y amistades, Jennie se sumía en la ansiedad y el temor. ¿Cómo podría encontrar su lugar en un mundo que parecía tan ajeno y hostil?
Para ella, la preparatoria Hanlim era un lugar de contrastes dolorosos: las risas de muchos de sus compañeros hacía su persona, sobrenombres y bueno, eran un recuerdo constante de lo sola que estaba.
Entre los apodos hirientes y las miradas burlonas, Jennie luchaba por mantener su equilibrio emocional en un entorno que parecía diseñado para hacerla sentir fuera de lugar. A menudo, se refugiaba en la tranquilidad de la biblioteca, donde las páginas de los libros ofrecían un respiro temporal de la cruel realidad que la rodeaba.
Sin embargo, cuando el profesor Hyunjin anunció la nueva política del club escolar, Jennie sintió que incluso ese pequeño refugio estaba siendo amenazado. La idea de tener que interactuar con otros estudiantes, de exponerse aún más al escrutinio y la crítica, la llenaba de un miedo paralizante.
En medio de la tormenta de emociones que la asaltaba, una luz de esperanza brilló en el horizonte: el Club de Lectura y Literatura. Intrigada por la posibilidad de sumergirse en mundos ficticios lejos de la realidad, Jennie decidió aventurarse en ese nuevo territorio, armada con una mezcla de determinación y cautela.
Y allí, se encontró a una persona amable en la selva que era su escuela, una chispa de luz en la oscuridad que parecía envolverla. Esa persona era Lisa, una joven vibrante y llena de energía, cuya sonrisa radiante iluminaba incluso los rincones más sombríos de la preparatoria Hanlim.
Al principio, Jennie se sintió cautelosa ante la exuberancia de Lisa, temiendo que fuera solo otra máscara detrás de la cual ocultaba su verdadera naturaleza. Sin embargo, a medida que pasaban más tiempo juntas en el Club de Lectura y Literatura, Jennie descubrió que Lisa era genuina en su amabilidad y afecto.
Entre discusiones sobre personajes ficticios y debates sobre tramas intrigantes, Jennie y Lisa encontraron una conexión que trascendía las palabras impresas en las páginas de los libros. Descubrieron que compartían más que solo un amor por la literatura; compartían una comprensión profunda y un aprecio mutuo que se estaba convirtiendo en algo más.
A medida que su amistad crecía, Jennie comenzó a sentirse menos sola en la preparatoria Hanlim. Con Lisa a su lado, enfrentó cada desafío con renovada determinación y coraje. Juntas, exploraron los recovecos de la biblioteca y los mundos imaginarios de los libros, encontrando consuelo y compañerismo en los lugares más inesperados.
Sin que supiese, su afecto amistoso por ella pasó a ser amor. Y cuando supo que los sentimientos de Lisa eran iguales, ambas comenzaron a compartir lindos besitos ocultas entre los solitarios y extensos pasillos de la biblioteca.
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