Capitulo 8: Acepte Quien Soy

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Oscuro, congelado, sofocante. Cuando abrió los ojos, solo vio siluetas en el agua helada del lago. Las luces y las sombras bailaban entre el líquido que la había tapado, pero algo destacaba de manera impresionante. Una mujer, una delicada figura femenina con cabello castaño tratando de llegar a la superficie, moviendo sus brazos y piernas en movimientos lentos que parecían caricias, y sus penetrantes ojos que miraban hacia atrás la volvieron a la realidad. Esa mujer tenía preferencia entre todas las cosas, incluida su propia vida, y debería ayudarla. Ella necesitaba hacerlo.

Meena nado rápidamente hacia Aoom, la médico lucho por llegar a la superficie con su grueso abrigo y la longitud de su vestido la mantuvo casi inmóvil bajo el agua. Su guardaespaldas finalmente la alcanzo, ya la jalo de su brazo delgado y pálido para llevarla a la superficie. Hacía mucho frió. Meena ya no sentía su cuerpo, la adrenalina parecía ser lo único que la seguía moviendo, y finalmente el oxígeno llego a sus pulmones una vez más. Ambas jadearon desesperadamente, Meena hizo el mayor esfuerzo para sumergirlas a ambas debajo del puente y aferrarse al pilar para evitar que la corriente las llevara a una parte más lejos de la orilla.

Miro a Aoom, la mujer estaba más pálida de lo habitual, y la ayudo a quitarse el abrigo con una mano. Todavía no estaban fuera de peligro, los gritos todavía se escuchaban por encima de ellas, y por el momento, necesitaban distracción, para alejarse lo antes posible de la zona de peligro y recurrir a un área segura. El abrigo era pesado porque se había empapado y absorbido mucha agua, Meena tomo la decisión de dejar que la corriente se lo llevara para llamar la atención sobre el objetivo y no hacia ellas. El frió que sentía Meena en ese momento no tenía igualdad con ningún otro, y sabía que estaba en el punto de la hipotermia. Su cuerpo apenas toleraba el frió.

Lentamente, se movieron, nadando con la mayor clama posible para evitar salpicaduras y hacer ruidos que llamaran la atención. La mente de Meena estaba trabajando más de lo normal, necesitaban salir del agua y escapar lo antes posible, y sus energías se estaban agotando, pero afortunadamente Aoom parecía permanecer lo suficientemente consciente. Con eso en mente, Meena nado más hacia el canal, hasta que llego a la superficie primero y tiro de Aoom con ambos brazos hacia la pasarela de concreto, ayudándola a pasarse y permanecer en silencio por un rato. La doctora estaba temblando, algo que nunca había visto antes, su mandíbula temblaba ligeramente y se abrazó a si misma con la esperanza de traer algo de calor a su cuerpo, pero fue inútil. 

Meena subió lentamente las escaleras, seguida de Aoom, y se detuvo en el último escalón para mirar la calle y asegurarse de que la costa estuviera despejada. Miro el 'puente, y un automóvil con unas cuatro personas afuera, vio debajo y se estaban moviendo hacia el lago, en la dirección donde la corriente se llevaba el abrigo de Aoom. Perfecto, una oportunidad. Meena salió a la calle y rápidamente ayudo a Aoom, tirándola de la muñeca para que pudieran comenzar a correr hasta que doblaron una calle y desaparecieron de la vista de los hombres que las perseguían. Una vez un poco más segura, Meena pensó sus opciones. No tenían auto, estaba segura de que sus teléfonos tampoco funcionaban y la casa de la médico estaba muy lejos del vecindario en el que se encontraban.

El vecindario. Meena reconoció la calle. El departamento de su madre estaba a unas cinco cuadras de distancia. Ese era el lugar más cercano y seguro en todas las opciones disponibles. Pero tuvo que detenerse por un momento para ver a Aoom a los ojos antes de salir corriendo. La doctora estaba en pánico, apenas sollozando debido al entumecimiento frio de su cuerpo. Ojos marrones brillando como el cristal, la vieron de regreso, y supo que no había vuelta atrás. Tenían que correr y tenían que hacerlo ahora. Esos fueron las cinco cuadras más largas que Meena había corrido en su vida. No sabía hasta donde podían responder sus piernas, pero nunca dejaría a Aoom atrás. No, nunca. Finalmente llegaron al edificio, subieron las escaleras con pesadez hasta que se pararon frente a la puerta del departamento de Ramina.

Uno, Bodyguard [MeenBabe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora