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– Permítame pasar su celo con usted! –

Ante aquellas palabras, su corazón latió con fuerza.

– Sé que no somos nada, pero deseo ser de ayuda, puedo ser su pareja sexual si así lo desea –

Se levantó y se acero al pelirrojo, guio la mano de Cale hacia su pequeño, mientras que con su mano libre acorralaba al omega contra la pared.

– Mi vida, mi cuerpo y mi existencia le pertenecen, por favor permítame ayudarlo, no deseo que se enferme por utilizar demasiados supresores –

Aquello era información que todos sabían, la condición para que Cale fuera conocido como Beta era el excesivo uso de supresores.

Pastillas y parches de olor llenaban su cuerpo a diario, aunque Eruhaben llevaba un control de esto, eso no aseguraba que el estado físico de Cale no se viera perjudicado.

Cale sentía sus piernas temblar ante cada palabra de Choi Han, su corazón latía con más fuerza, nunca pensó que vería al chico que le gusta, volver a expresarse de esa manera.

Había esperado tanto poder abrazar a ese hombre, besarlo, sentir sus fuertes brazos recorrer su cuerpo mientras que en cada momento se decían cuanto se amaban.

Su cabeza comenzó a reproducir aquellos recuerdos, aquellos en donde los dos ya eran pareja, en donde paseaban por el bosque de la oscuridad, en donde tomaban citas románticas a la luz de luna.

Cuando Choi Han intentaba cocinar para sus aniversarios. Aquellos momentos en donde bailaban en aquellas fiestas familiares.

En donde se casaron y disfrutaron de su luna de miel.

Aquellos momentos tan lindos que vivió al lado de su pareja, quien.... Cada año se seguía viendo joven mientras que él envejecía.

Aquello fue algo que lo lleno de remordimiento una vez que recuperó sus recuerdos, el saber que había dejado a Choi Han de esa manera, el pensar que su amado fue el que hizo su funeral, que estuvo en sus últimos momentos, en su último respiro sosteniendo su arrugada mano.

El solo pensar que Choi Han siguió amándolo, que siguió durmiendo en la habitación que compartían, pero esta vez solo, sin nadie a su lado, estrujaba su corazón.

Se sentía tan mal, pues Cale fue el que envejeció, mientras que Choi Han se mantuvo joven, viviendo por más años acompañando a Raon. 

Cale ni siquiera se dio cuenta cuando sus ojos comenzaron enrojecer, sentía como su pecho se estrujaba al recordar todo esto.

– ¡Perro vulgar! –

Cale reacciono al escuchar aquellas palabras, alzó su mirada solo para ver como Ron había golpeado a Choi Han.

– ¡¿Cómo te atreves a siquiera insinuar algo como eso?! –

– Espera –

– Tranquilo joven maestro, yo sacare a este perro pulgoso, usted puede ingresar a la habitación–

Cale ni siquiera se movió al ver como esos dos estaban listos para atacarse. Una pequeña risa llego a los oídos de los dos alfas.

Los cuales al escuchar esto, miraron hacia atrás, observando como aquel chico tan serio sonreía con pequeñas lágrimas en sus ojos.

– "Ellos nunca cambiaran" –

Cale se tranquilizó y camino hacia Choi Han. Tomo su mano para después mirarlo a los ojos.

– Confío en ti –

El corazón de Choi Han se volvió loco al escuchar esto. Su sugerencia había sido aceptada.

Choi Han con algo de nervios se levantó, miró sonrojado al omega el cual solo se dio la vuelta y comenzó a caminar sin soltar la mano del alfa.

– ¿Joven mestro? –

– Está bien, no te preocupes –

Aquella pareja ingreso a la habitación, en donde el sonrojado Choi Han se quedó quieto sin saber qué hacer.

Observo como el omega caminaba hacia la cama y lentamente se quitaba aquella camisa blanca qué delineaba sus leves músculos.

Choi Han pudo haber disfrutado del espectáculo, pero en cambio se aterrorizo, pudo ver la enorme cantidad de parches que utilizaba ese hombre, como al quitarse cada uno de ellos se veían marcas de agujas

– Ca...Cale nim? –

– Ah, lo siento, solo espero un momento –

Choi Han estaba seguro que ese no era el tratamiento que Eruhaben le daba al omega, el no creía que ese alfa rubio dañaría de esa manera el cuerpo del pelirrojo.

– ¿Esa es la dosis? –

– Si y no, esta vez tuve que inyectarme más de lo normal porque iba a visitar a Barrow, de esa manera podría mantenerme cuerdo y no caer en mis instintos. –

Choi Han apretó sus manos en un puño, camino hacia el omega y lo abrazo por la espalda

Su cabeza quedo recargada en el hombro de Rok Soo, inhalo el delicioso aroma de ese chico.

– Te protegeré, no dejaré que vuelvas a pasar por algo como eso –

Cale se estremeció al sentir esto, los brazos fuertes de Choi Han tocado su piel desnuda lo hacían estremecerse.

– Ya te lo dije, confío en ti –

Se dio la vuelta, así quedando cara a cara con el alfa.

– Por favor cuídame, es mi primera vez –

– Daré lo mejor de mí para complacerte, Cale nim –

.

.

.

.

– A ver si entendí, - Eruhaben se sobo el puente de su nariz – se supone que pasaste tu celo con Choi Han una sola vez, y eso fue suficiente para embarazarte? –

Cale quien se encontraba sentado en el sofá de su habitación tomaba tranquilamente el té que Ron le había dado.

– Así fueron las cosas –

Aquella respuesta tranquila enojo a Eruhaben.

– ¡Yo me haré cargo! –

– ¡Tú te callas y mantén las brazos alzados! –

Choi Han quien se encontraba en un rincón castigado, de rodillas, con sus brazos alzados, suspiro ante la voz enojada ese hombre.

Nunca espero que aquel momento en donde ayudo a Cale con su celo fuera suficiente para embarazar a aquel hombre.

Mentiría si dijera que no estaba feliz, porque la verdad es que estaba que radiaba felicidad, el solo pensar en un bebé de Cale y suyo lo hacía chillar de emoción.

– ¿Sabes siquiera cuantos meses llevas? –

– No, pero por la información que me has dado, ¿tal vez unos 3 meses? –

– ¡Tres meses de embarazo en los cuales has ido a trabajar y cazar monstruos! ¡¿Acaso quieres morir?! –

Cale se sorprendió al ver como Eruhaben le gritaba.

– ¿No?, la vida es preciosa Eruhaben nim. –

Suspiro – No sé qué hacer contigo, me vuelves loco, bastardo desafortunado. –

– Estaré bien, como tú dices debo cuidarme, así que a partir de ahora no hare misiones –

Eruhaben frunció el ceño – ¿Me lo prometes? –

– Si –

Unos minutos pasaron cuando la puerta de aquella habitación fue abierta de un golpe, al lugar entraron Rosalyn y Hillsman

– ¡Han aparecido monstruos de rango especial! –

– ¡Están destruyendo la ciudad y han dado la alerta que todos los cazadores deben de combatir esta amenaza! –

Eruhaben suspiro, parece que aquella promesa entre Cale y él no podrá ser cumplida.

Te encontré- Choi Han X Cale HenituseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora