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– ¡Carajo! ¡¿Por qué de todos los momentos se te ocurre hoy?! –

– Yo no controlo al bebé –

– ¡No me hagas darte un golpe, eso te pasa por ser tan descuidado! ¡Es tu culpa por correr como loco por la ciudad! –

– Eso no es verdad –

– ¡¿Me vas a contradecir?! –

– Tal vez –

– ¡¿Pueden dejar de discutir?! – Rosalyn dejo los objetos médicos al lado del hombre de ojos dorados – Eruhaben nim, joven maestro, este no es el momento para peleas.

– Ca..Cale nim –

Choi Han miraba todo el movimiento que sucedía dentro de esta habitación desde la lejanía, se encontraba recargado en la puerta mientras sus ojos miraban preocupados al omega.

– ¡No te comportes como un perro abandonado! ¡Puedes entrar, pero no toques nada, ni estorbes, porque si no, te saco de la habitación! –

Choi Han no dijo nada ante las palabras de Eruhaben, solo se colocó al lado de su omega y lo tomo de las manos.

Cale sudaba por el dolor de las contracciones, pero a pesar de eso sus ojos lograron observar las heridas en los cuerpos de todos los que estaban acompañándolo.

Lo que más le preocupo fue la cantidad de vendas que Choi Han tenía en su cuerpo, era obvio que algo había pasado, Alver había mentido por lo que aun debía de investigar.

– Aghh... Duele –

No pudo evitar quejarse en voz alta, el dolor aumentaba al pasar el tiempo

– Creo que ya es hora, comenzaré a aplicar la anestesia, tú relájate y no mires nada –

Cale respiraba para tranquilizarse, pero aquello era imposible, nunca pensó que en su vida él daría a luz a un bebé.

Ni siquiera en ese mundo de magia y dragones, tuvo la oportunidad de tener un bebé, era algo imposible, pues los dioses no lo permitían.

Pero ahora todo era diferente, en este mundo había nacido como un omega, con esa capacidad de concebir.

Algo que lo emocionaba pero también le aterraba.

Pasaron varios minutos, en donde Eruhaben al lado de Jack y Pendrick se encargaban del parto.

Mientas que Choi Han miraba con amor y preocupación a su omega, de vez en cuando acariciaba su rostro y mejillas, en otras ocasiones besaba su mano y cabeza mientras dejaba que sus feromonas impregnaran al omega, esto con la finalidad de que Cale no se estresara y se mantuviera tranquilo.

Con todos trabajando, por fin el llanto del bebé se escuchó por la habitación, aquello logro conmocionar a la pareja, quienes giraron sus miradas buscando al alfa de ojos dorados.

A pesar de esto Pendrick se encargaba de coser aquella herida en el cuerpo de Cale.

Eruhaben sostenía a la bebé en sus brazos, miraba con sumo cuidado, colocando un poco de su poder para detectar alguna anomalía en la bebe.

– Esto... –

– ¡¿Pasa algo?! –

Choi han que sostenía la mano de Cale, miraba con preocupación a ese rubio.

– No.. Bueno, podría ser peor –

– ¿Que... ¿Qué pasa? –

Cale apenas logró decir aquellas palabras, estaba cansado por el trabajo de parto, pero su preocupación era más grande al ver a ese hombre decir aquello.

Te encontré- Choi Han X Cale HenituseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora