La impureza de Vance.©#2 [Saga Changes] 🏳️‍🌈

C#01: Deberes de prometido.

No te dejaré ver el cielo, pequeño demonio, tú solo puedes arder en mi infierno: Umbra.

«VANCE»

—Tienes seis meses para aprender a sobrevivir en esa familia, hijo —Los ojos de mamá estaban llenos de incertidumbre y miedo—, y cuando digo “sobrevivir en esa familia” lo digo literalmente, cariño.

—Mamá, ¿qué dices? Solo es un matrimonio por conveniencia, no significa nada más que eso, yo…

—Él te vendió, ese bastardo solo piensa en el dinero, si vas como prometido, entonces debes actuar como uno, y eso no significa que vayas a ser el esposo, pero… Como ya pagaron por ti, les perteneces a los Vogel.

Salgo de mis pensamientos luego de escuchar el sonido del gran portón abriéndose lentamente. El lugar se ve bastante tétrico, logrando que quiera abrazarme a mí mismo. Tomo una profunda respiración y la libero lentamente, puedo sentir la mirada del chófer a través del espejo retrovisor, pero finjo que no me doy cuenta. Es mejor hacerse el tonto con algunas cosas. Cuando llegamos al final del camino, logró ver una casa grande y que luce bastante vieja, hay una persona en la entrada, hasta el jardín parece seco. Da miedo. Vuelvo a tomar una profunda respiración, me sobresalto al notar que el chófer abre la puerta para mí de repente.

—Puede bajar, joven.

Trago saliva, y me decido a enfrentar de una vez por toda mi destino, o mejor dicho, mi castigo.

—Bienvenido a la casa de huésped del señor Vogel.

—Gracias —digo dándole una pequeña sonrisa mientras camino hacía la entrada.

Mis maletas ya están en la puerta que da al ingreso de la gran casa.

Dios, siento que me tiemblan las piernas.

El hombre de la entrada me extiende un manojo de llaves una vez estoy cerca de él.

—Sí tiene una emergencia puede comunicarse conmigo directamente, joven —El hombre mayor me entrega una caja con un teléfono que no dudo en tomar ya que el mío fue destrozado—, que tenga un buen descanso.

—S-Sí, gracias.

—Entonces me retiro.

Y eso es todo lo que dice antes de marcharse en el auto en el que llegue. Miro el manojo de llaves y suspiro al ver que son muchísimas, mantengo mi fastidio a raya, podrían estar vigilándome. Me dirijo a la entrada, y luego de diez intentos logró dar con la llave de la entrada principal, y cómo tiene una forma particular y diferente a las demás, no tendré problemas con recordar a qué puerta pertenece. Tomo mis maletas y las arrastro detrás de mí.

Si la propiedad da miedo por fuera, entonces casi grito al ver el interior, parece que no se ha limpiado en semanas. Deberes de prometido… Parece que tengo que encargarme de mi lugar de estadía, al menos las luces funcionan, espero que lo demás también y solo sea polvo de lo que tenga que encargarme.