La impureza de Vance.©#2 [Saga Changes] 🏳️‍🌈

C#07: Tuyo.

No me dejes vacío, lléname el corazón con tus latidos: Umbra.

«VANCE»

«Papá» abro los ojos apenas escucho una voz infantil retumbar en mi cabeza. Mi respiración se siente un poco estable, pero aunque quiera sentarme en la cama, no puedo, resulta que unos brazos fuertes me tienen muy bien abrazado. Intento recordar lo que acabo de soñar, pero nada viene a mi mente, solo esa palabra, quizás estaba soñando con mi niñez. Suspiro y me giro quedando frente a frente de mi prometido. Puedo verlo claramente ya que es de día y la habitación está muy bien iluminada, aún así se siente extraño, es bastante molesto no poder dejar de verlo, su atractivo parece irreal.

Es como un supermodelo o mejor aún, un personaje de libro super sexy.

Hago chasquear mi lengua, molesto conmigo mismo y mis pensamientos. Lo peor es que no puedo evitar seguir apreciando su atractivo rostro y su pecho fuerte y… Mis ojos se quedan fijos sobre su abdomen, o mejor dicho, sobre su enorme y muy erecto miembro. Trago saliva y aún así no puedo evitar sentir mi garganta seca y mis mejillas acaloradas. Cierro los ojos unos segundos y cuando los abro no puedo evitar echarle otro vistazo.

Jamás he visto el pene de otro hombre antes, pero este… Dios, parece tan irreal como él mismo.

Niego y decido poner mis ojos sobre el rostro de mi prometido, pero al hacerlo, me encuentro con sus ojos fijos en mí.

Ay, diablos.

—Buenos días, Vance.

—B-Buenos días… Yo, c-creo que debería levantarme.

Casi doy un grito cuando se sujeta a mi cuerpo y lo apega más al suyo, cierro mis ojos cuando siento a su gran amigo contra mi abdomen, mis manos están sobre su pecho y mi cabeza casi sobre su hombro.

—Quiero quedarme un poco más así, lo hago por ti, para que te acostumbres a mí, y mi forma de tratar a mi pareja.

—W-Woah, qué considerado.

Voy a morir, está demasiado cerca.

Hace que me aleje un poco, sus ojos conectan con los míos, el celeste en sus irises es precioso, es como ver un mar cristalino, puro y profundo. Siento que me estoy perdiendo en la profundidad de sus ojos, y me doy cuenta cuando ya me encuentro a centímetros de su boca.

—Puedes seguir tus deseos conmigo, Vance —susurra logrando que mi respiración vacile un poco—, soy tuyo.

—¿Eres mío? —La pregunta escapa un poco dudosa de entre mis labios.

La verdad es que siento que nunca he tenido nada a pesar de que para los demás, yo siempre lo tuve absolutamente todo. Así que escucharlo decir que me pertenece, es nuevo e interesante.