La tarde caía sobre la ciudad de Musutafu, bañando las calles con tonos cálidos y suaves. En un rincón tranquilo del campus de la U.A., Jirou y Momo se encontraban sentadas en el césped, repasando juntas sus apuntes para el próximo examen de historia heroica.
Jirou levantó la vista de sus notas y miró a Momo con una sonrisa. "¿Crees que estamos listas para el examen?"
Momo asintió con determinación. "Sí, lo creo. Has estado ayudándome mucho, Jirou. No podría hacerlo sin ti."
Jirou se encogió de hombros con modestia. "Solo quiero asegurarme de que tengamos éxito juntas. Después de todo, somos un equipo, ¿verdad?"
Momo sonrió, sintiendo un cálido cosquilleo en su pecho. "Sí, somos un gran equipo."
Una brisa suave sopló a su alrededor, trayendo consigo el aroma de las flores en flor. Jirou se recostó en el césped, mirando al cielo.
"Momo, ¿alguna vez has pensado en el futuro? Como, ¿dónde te ves en unos años?"
Momo reflexionó por un momento, sus ojos escudriñando el horizonte. "Bueno, me gustaría convertirme en una heroína que marque la diferencia. Quiero usar mis habilidades para ayudar a los demás y hacer del mundo un lugar mejor."
Jirou asintió, admirando la determinación en los ojos de Momo. "Eres increíble, Momo. Estoy segura de que serás una heroína increíble."
Momo sonrió, pero luego miró a Jirou con curiosidad. "Y tú, Jirou, ¿qué esperas lograr?"
Jirou se encogió de hombros, una sonrisa juguetona jugando en sus labios. "Supongo que me gustaría seguir haciendo música y ser una gran heroína al mismo tiempo. Tal vez incluso formar una banda con algunos de nuestros compañeros de clase."
Momo rió, imaginando la idea. "¡Sería fantástico! No puedo esperar para ver eso suceder."
La conversación se desvaneció lentamente mientras el sol se ponía en el horizonte, dejando a Jirou y Momo sumidas en una cómoda tranquilidad. En ese momento, no necesitaban palabras para expresar lo mucho que significaban el una para la otra. En el mundo tumultuoso de los héroes y villanos, habían encontrado un refugio en su amistad, una conexión que trascendía cualquier obstáculo que el destino pudiera poner en su camino. Y juntas, enfrentarían el futuro con valentía, sabiendo que mientras estuvieran juntas, nada podría detenerlas.