Sebastián Argent
Por fin...
Al fin termine de acomodar todo en este pequeño departamento. Un departamento que ahora es mi hogar, almenos lo sera los siguientes cinco años, solo llevo un día aquí y me siento solo, es extraño, cuando vivía con mis padres también tenía ese extraño sentimiento.
Hay que ponernos al corriente. Hace unos meses se lanzó un comunicado, el cual nos informó sobre becas, pero no eran becas cualquiera, no, estás eran patrocinadas por una cantidad enorme de dinero. No solo eso, la beca era exclusivamente para Healt, la mejor universidad del país.
La beca cubre absolutamente todo, incluso para estudiantes como yo, que viven muy alejados de dicha universidad, nos cubre el hospedaje en un hotel, incluso mis necesidades básicas. Cuando ví el comunicado inmediatamente hice lo que tenía que hacer. Para obtenerla había que pasar por dos fases.
La primera fase fue fácil, se basó en presentar tu cuadro de notas y conducta, desde que empezaste a estudiar, ambas debían ser perfectas. No fue un problema para mí, desde que era niño mi padre me obligo a ser perfecto. Al ser aprobado y pasar a la fase dos, nos hicieron un... ¿Cómo lo llamaron? Oh, si, un exámen de "conocimientos básicos", fueron cien preguntas, tu puntaje decidía si estabas dentro o no, logre un puntaje de noventa y ocho, si, fui aprobado y aquí estoy.
Pase por un problema, yo pedí venir acá, pero para eso era necesario que tuviera la mayoría de edad. Pero no hay nada que unas firmas y unos documentos no arreglen.
Y así terminé aquí, realmente es un apartamento muy comodo, no es tan grande, por obvias razones, pero para una sola persona es más que suficiente. Mañana díez de enero comienzan mis clases.
[...]
Tengo una pesadez fuerte, ayer fue difícil que me quedara dormido, voy en el autobús. Siento como me toma trabajo tener los ojos abiertos, hace un poco de frío. Se ve como el sol va saliendo, esta es una gran manera de empezar el día.
Siendo honesto, estoy un poco nervioso, es mi primer día ahí y nosé que va pasar, solo se que debo ser perfecto, no puedo no serlo.
[...]Ya es hora de entrar, con solo verla puedo notar que es enorme, aparte de ser visualmente muy agradable, los árboles, el cesped, los edificios muy limpios y relucientes. Incluso la entrada a esta es hermosa, solo deberían cambiar personal de seguridad. No piden las cosas de buena manera. En fin.
Segun las notas de mi teléfono, este es el salon en donde debo estar, almenos el día de hoy. Abro la puerta e inmediatamente siento el frío del aire acondicionado, me adelanto a entrar y veo en los asientos a muchos jovenes. Son de nuevo ingreso, al igual que yo.
Al parecer no hay nadie que sea relevante. Camino a un asiento que esta en la segunda fila, y me postro en el.
Al cabo de unos díez minutos, la puerta se abre, dejando ver a una mujer, un poco alta, delgada, con ropa formal, pero casual, en su mano una bolso negro. Camina al otro extremo del salón y deja este en su escritorio.
Se posiciona al frente de la clase.
- Buenos días queridos estudiantes, me presento- se da media vuelta y empieza a escribir su nombre con el dedo indice de su mano derecha- soy la catedrática Lizeth Candelaria, pueden llamarme Licenciada Liz, o simplemente Liz- empieza a recorrer el salón a paso lento.
BINABASA MO ANG
HEALT
Teen FictionSebastián y Daniel. Jovenes universitarios con una vida y mentalidad diferente. Se embarcarán en una nueva etapa al momento de conocerse el uno al otro. Llevaran sus emociones y sentimientos al límite.