Sebastián Argent
Estoy perdido en mis pensamientos, la clase está más aburrida de lo normal.
Es lunes por la mañana, tengo dolor de espalda gracias a que hace una noche dormí en una banca. Si, no fue mi mejor idea, pero ya no puedo hacer nada.
Siento que mi vida está siendo muy sacudida, nosé si podre soportar todo esto. Almenos antes de llegar aquí solo tenía que soportar a mi padre. Ahora debo soportar a cierto estudiante riquillo con lo que parece ser mierda en la cabeza.
Gracias al cielo no me he topado con él, no quiero eso por ahora.
Después del pequeño fiasco que pasé con Daniel no quiero tratar de hacer amigos en esta universidad. Estaré algo cerrado para los amigos, almenos por ahora.
Tampoco es que yo sea alguien social. Pero igual.
- Eso es todo por hoy. Pueden retirarse.
Habla el decano sacándome de mis pensamientos. Tomo mis cosas y me dirijo a la cafetería.
Puse mis audífonos en mis oídos mientras degusto de la comida. Realmente no tengo tanta hambre.
El tenedor parece pesar más que cualquier otra cosa en este planeta.
Siento como mi estómago no puede resistir más. Maldita sea, es todo.
Siento nauseas. Debo ir al baño.
Me levanto rápido y empiezo a caminar con desesperación. Maldita sea. No aguanto más, cada paso parecer ser eterno.
Voy caminando entre estudiantes.
Siento un como la comida quiere salir. Siento como los músculos de mi estómago se contraen.
Me detengo por un momento... Es una arcada, necesito llegar ya al maldito baño.
Choco con una persona. Volteo y me encuentro con una castaña que conozco.
- Lo siento- digo con la mano echa puño en mi boca.
- Cariño ¿Estás bien? Estas sudando- fijo preocupada.
Asiento con la cabeza y sigo mi camino, en un par de segundos me encuentro en el baño. Me encierro en uno y dejo salir todo en el inodoro.
Después de un rato todo el poco almuerzo que trate de comer salió. Salgo para lavar mis manos y mi cara. Me veo frente al espejo mis ojeras se están pronunciando un poco.
¿Por qué me esta pasando esto?
Cierro los ojos con fuerza. Doy un suspiro fuerte. Me veo frente al espejo y me pierdo en mis ojos que reflejan cansancio.
Esto lo he vivido antes, no volveré a pasar por esto. No de nuevo.
- Debo controlarme, debo calmarme- me digo frente al espejo- debes dejar de sentir.
[...]
Ya debería estar en el salón. Voy díez minutos tarde.
Estoy frente a la puerta del salón. Tomo la manilla de la puerta. Siento como está esta helada, siento un pequeño escalofrío en mi cuerpo.
No quiero entrar, no me siento nada bien.
No lo haré. Es todo por hoy.
Me doy media vuelta para salir y me detengo inmediatamente, antes de chocar con una chica.
- Uy, lo siento- me disculpo y la rodeo.
- ¿Sebastián?- escucho que menciona a mi espalda. Me volteo y enfoco mi vista en su cara- ¡Sebastián! Si eres tú.
BINABASA MO ANG
HEALT
Genç KurguSebastián y Daniel. Jovenes universitarios con una vida y mentalidad diferente. Se embarcarán en una nueva etapa al momento de conocerse el uno al otro. Llevaran sus emociones y sentimientos al límite.