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Se bajan en Canadá y Gulf no deja de saludar a todos en inglés pasando de 'Hi' a 'Hello' hasta llegar a la recepción del hotel cinco estrellas

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Se bajan en Canadá y Gulf no deja de saludar a todos en inglés pasando de 'Hi' a 'Hello' hasta llegar a la recepción del hotel cinco estrellas. —Sí, uh, tengo una reservación aquí. Mew Reign. Sí. — Mew intenta no regodear, pero la información habla por sí sola. La recepcionista confirma los datos en el ordenador y los deja pasar. Gulf entra a la habitación y alarga las ues del 'Guau' mientras que un botones lo sigue.

Excuse me (Perdone,) ¿debe entrar conmigo?

—Perdone. Así hacemos siempre. For the tip (Para la propina).

I though' du were free service. (Pensé que tu servicio era gratis).

No, sir. With all due respect, we no gratis. (No, señor. Con todo respeto, nuestro servicio no es gratis.)

Gulf lo acepta y le da cuarenta billetes diciéndole que no dará más de ahí porque no puede, pero que agradece el servicio. El hombre se va, tomándolo por tacaño e incluso lo llama así entre dientes, pero Gulf ya está acostumbrado a las acusaciones entonces le deja pensar lo que quiera y se desploma en la cama. Al comienzo gruñe, pero con el paso de segundos, sonríe y hace un angelito de sábanas entre gemidos. —Qué colchón tan suave, ¡qué cómodo! Estoy feliz, feliz. — Aplaude los zapatos como ritmo a su canción cuando Mew entra.

—Oye, Gulf– — Se queda corto al mirarlo y el moreno toma asiento avergonzado. —Te preguntaría qué haces, pero por mi bienestar, mejor no lo haré. Hoy descansamos. La cena y el desayuno están incluidos entonces bajamos a las seis para cenar.

—Mew, las camas aquí son geniales.

—Mm. Yo encontré la mía un poco incómoda. — Estira la espalda con palmaditas en ella.

—¿Y si pruebas esta?

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ──

En tres segundos, Mew desploma la última maleta de Gulf fuera de la habitación y le cierra la puerta en la cara. Gulf se mantiene sonriente. —Sabía que te gustaría. Volveré con tus maletas. — Gulf agarra las dos maletas como mejor puede y trota hasta la tercera puerta del pasillo. Toca en ella con la punta del pie y el guardia de seguridad abre, con las gafas de sol puestas y una toalla alrededor de su cintura. Tiene un físico asombroso y una guapura como la de Leonardo Dicaprio versión asiatico. —Guau. Se nota que vas al gym. Mew y yo cambiamos de habitación, no sé si quieres quedarte conmi– El hombre le cierra la puerta en la cara.

—Oh. Eso fue inesperado. Ok. ¡Oh! — Gulf respinga cuando la puerta se abre con el hombre vestido y arreglándose la corbata. Él carga las maletas de Mew ignorando el 'ya lo hacía yo' de Gulf y se retira en silencio.—Es genial. Deberían contratarlo para Flash.

Sonríe y entra.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ──

Para las seis de la tarda él baja al vestíbulo usando una chaqueta humilde sobre su ropa cotidiana. Encuentra a Mew hablando por teléfono y viéndose ligeramente molesto mientras que el guardaespaldas serio como siempre. —Hola, chicos. — Él saluda al llegar. El guardaespaldas le devuelve el saludo, pero Gulf salta cuando Mew maldice en alto. Algunas personas de alrededor los miran, pero él guarda el teléfono en el bolsillo.

lo que nos depara el mañana• mgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora