- Camina, por Dios eres delgada, pero no ligera - Murmura Val mientras tiramos en conjunto el cuerpo de Selina, esta un poco demasiado ebria.
Hemos logrado colarnos en uno de los bares de la familia, bajo la supervisión de casi toda la descendencia masculina. Sel, se le ha ido la mano con los tragos. Estamos tratando de sacar su culo ebrio hacia la terraza que esta al fondo de la sala VIP. Pensamos que un poco de aire y espacio, la hará recuperar un poco la conciencia.
- Venga, dame ese peso ligero - Matteo llega a nuestro rescate, y la toma entre sus brazos, probablemente si Fabio lo ve lo va a golpear. Pero a mi mellizo, le encanta vivir al limite, tal vez mamá tiene razón y nos dieron mucho espacio.
Respiro profundo cuando siento el aire fresco y frio chocar contra la piel caliente de mi cuerpo, mi celular emite el sonido de notificación, y se quien es porque me tome la molestia de personalizar su tono, para estar más pendiente de sus mensajes, no es como si me importara su opinión, pero se ha vuelto demasiado insufrible, hace un drama cada que no respondo rápido.
He llegado a pensar que piensa que soy su secretaria o algo así, y tengo que estar pendiente de él.
Abro el mensaje, y me veo bailando muy sexy debo admitir, en medio de mis dos amigas, eso fue hace un par de horas, el video esta grabado a una distancia considerable y se nota que le hicieron zoom a la cámara. Mi vestido es blanco, corto y uno de mis favoritos. Sonrió al ver el caption del mensaje. Me veo DIVINA.
"No te di permiso de salir"
Han pasado un par de semanas, desde que invadió mi apartamento, y encontré la foto de la morena de tetas impresionante en su móvil y las cosas no han ido tranquilas, a cada paso de rebelión que hago, él es tajante y lo corta, ya actúa como si fuera un activo de su empresa que tuviera que supervisar las veinticuatro horas del día, no esta aquí, por Sergei, se que esta en España, pero el muy cabrón ni siquiera me dice en donde esta o a donde va. No es para nada justo.
"¿Papá, eres tú?"
"No soy tu papá, pero puedo ser tu papi"
Joder, el ruso, es demasiado bueno para ser verdad, es mandón, regañón, y gracioso, no el tipo de humor que te hace partir de la risa cada dos por tres, es un humor negro.
"Gracias por la oferta, pero eres como decirlo.. demasiado viejo"
Meterme con su edad quizás, es demasiado inmaduro de mi parte - Se la pasa así todo el día - Murmura Val trayéndome de nuevo a la realidad, la miro y miro a Matteo que esta a su lado fumando un cigarrillo. Val parece una muñequita, tiene el pelo oscuro en un elegante corte bob, su cara es de rasgos finos y su cuerpo es menudo, pero con las curvas en los lugares correctos. Matteo, es una versión masculina mía, como yo tiene el cabello castaño de papá y los ojos verde musgo de mamá, somos los únicos que sacamos los ojos de mamá, algo que presumimos, con nuestros hermanos mayores.
- ¿Me la paso como? - Guardo el móvil en mi cartera, aguantándome las ganas de ver la respuesta de Vlad.
- Así mirando el jodido teléfono todo el día, y sonriendo como niña enamorada.
- No es cierto - Digo demasiado rápido para beneficio de mi caso, Matteo sonríe mientras alza la ceja, tiene el cabello más largo de lo normal y algunos mechones bajan sobre su frente.
- ¿Con quién te la pasas hablando? - Pregunta mi hermano, liberando el humo por la nariz.
- Con el ruso ¿Con quién más? - Val responde por mi, mientras le hace señas un mesero que se asoma por el borde de las puertas - Nos puedes traer dos margaritas y un... -