Me tenías preocupada

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Aunque quisiera salir corriendo a buscarla no era tan fácil, al menos tendría que disfrazarse para pasar más desapercibida, así que a toda velocidad subió a su habitación que compartía con su hermana y se puso un chándal y sudadera, y para ocultar su cara las clásicas gafas de sol. Mientras bajaba las escaleras le envió un mensaje a uno de sus guarda espaldas para que la acompañase, sin decirle el motivo real de porque se había ido corriendo. Leonor salió de casa a toda prisa en dirección a donde se había ido Sofía.

Empezaron a buscar por la zona cerca de la casa, Leonor pensó en la posibilidad de rastrear el móvil de Sofía, y aunque no era mala idea, tardarían mucho rato en conseguirlo y tiempo era precisamente lo que menos tenían, con cada minuto que pasaba el efecto de la pastilla que se tomó Sofía desaparecía, Leonor le pidió a su guardaespaldas que volviese a la casa e intentase rastrear el móvil de su hermana.

Ya pasado el medio día aún no había conseguido encontrar a Sofía, y el miedo y desesperación crecían en Leonor, le venían a la mente recuerdos de cuando envenenaron a Sofía y no pudo hacer casi nada por ella, y ahora ni siquiera estaba con ella para poder ayudarla. Las horas siguieron pasando y cada vez se alejaba más de su casa, sintió cómo su móvil vibraba, era su guardaespaldas enviándole la ubicación del teléfono de Sofía, estaba un poco lejos pero, aun así, hecho a correr hacia la ubicación.

El sol comenzaba a esconderse y el frío de la noche comenzaba a hacerse presente y Leonor sabia que tenía que darse mucha prisa o el frío de la noche perjudicaría a su hermana. Por fin había llegado a la ubicación y no había ni rastro de Sofía. Comenzó a angustiarse mucho, hasta que cayó en cuenta de que estaba sobre un puente, no muy alto, pero suficiente para que alguien quepa debajo, bajo corriendo mientras se abría paso entre la maleza, a la vez que buscaba a su hermana con la mirada en todas direcciones, cuando llego debajo del puente vio al otro lado una figura acurrucada junto a la pared, se acercó un poco y consiguió distinguir esa melena rubia que reconocería en cualquier lugar, Leonor corrió hacia ella y la abrazo con cuidado.

Leonor: Sofía!... te encuentras bien —con la voz rota por el miedo a que le pasase algo-

Sofía quiso decirle algo, pero estaba demasiado débil y cansada por la fiebre y apenas podía formar palabras coherentes

Sofía:... Leo... —susurro débilmente abriendo un poco los ojos-

Leonor: Shhh... No te sobre esfuerces, vamos a casa y te explicaré todo —acariciándole la cara con delicadeza— vamos, súbete a mi espalda

Con dificultad, Sofía se agarró a Leonor por el cuello mientras ella la sostenía por las piernas, Leonor se puso en pie y comenzó a caminar en dirección a casa, Sofía comenzó a tiritar del frío, el sol ya se había escondido y las temperaturas comenzaron a caer rápidamente, Leonor dejo sentada a Sofía en un banco que encontraron para quitarse su sudadera y ponérsela a su hermana, siguieron su camino y ahora era Leonor quien tenía frío, pero era preferible a que Sofía lo sufriese.

Casi media hora después porfín llegaron a casa, Leonor abrió la puerta como pudo y las dos sintieron el ligero golpe de calor al entrar, Sofía seguía tiritando un poco, pero era normal por la fiebre, Leonor la dejo en el sofá con mucho cuidado.

Leonor: Voy a buscar el termómetro y paracetamol, ahora vuelvo —con voz suave intentando ocultar su preocupación-

Sofía asintió débilmente, a duras penas escuchaba lo que le decía. Leonor le dio un besito en la frente para hacerse una idea de la temperatura de Sofía y en cuento toco su piel, se echó para atrás de golpe por el intenso calor de su hermana, se levantó a toda prisa y fue hacia el baño de la planta baja en búsqueda de lo que necesitaba, cuando volvió con Sofía se la encontró dormida, en los pocos segundos que había tardado Leonor en ir al baño y volver Sofía ya estaba profundamente dormida, se le acercó y la movió con delicadeza para despertarla.

Lazos secretos {Leonor x Sofía}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora