Cuidando al ángel

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Sus ojos estaban clavados en el otro como si ninguno pudiera apartar la mirada uno del otro, ese momento se tornó más romántico cuando la mano fría del demonio se posó en la mejilla del ángel quien al sentir su tacto inclinó su cabeza para sentirlo mejor, cerró sus ojos y disfrutó de aquel tacto que si no lo vieran nadie lo creería, Alastor al ver como ella cerraba los ojos admiró su rostro que se veía tan pacifico y hermoso, sintió que perdió el control de su cuerpo y se empezó a inclinar hacia Violeta la cual no se percataba del cambio de movimiento del contrario, los labios del demonio estaban tan cerca del ángel que en cualquier momento pudo besarla pero una vez más el momento se arruinó por un portazo

Angel: cómo está mi amiguis?

Ambos se separaron con un leve sonrojo por parte de Violeta y uno apenas visible de parte de Alastor.

Angel: interrumpí algo?

Violeta: no...

Alastor: creo que ya debería retirarme

Angel: bien porque quiero hablar con Vi

Alastor salió de ahí notablemente molesto con Angel por interrumpirlos, obviamente no dijo nada al respecto porque sabía lo chismoso que puede ser Angel, en el la habitación Angel se sentó junto a Violeta para después hablar.

Angel: así que tu y señor fino se andan coqueteando

Violeta: _sonrojada_ claro que no!

Angel: por favor nena, se ve en tu rostro

Violeta: tal vez...

Angel: ja, lo sabía

Violeta: ahg, cuantos más van a enterarse de esto?

Angel: bien, ya nadie más se va a enterar

Violeta: algo me dice que mientes

Angel: este es el chisme del año!, déjame contarselo a alguien, solo uno

Violeta: no!, ya lo saben Charlie, Vaggi y ahora tu

Angel: ahg, bien, no le diré a nadie

Violeta: más te vale

Claro que Angel no pudo callarselo y apenas tuvo la oportunidad se lo contó a los miembros del hotel que faltaban por enterarse.

Angel: así como lo oyen Vi y el señor fino se andan buscando

Sir. Pentius: esto si es una sorpresa

Husk: cómo estas tan seguro?

Angel: porque ella confesó todo

En otro lado del hotel la princesa estaba preparando una nueva estrategia para juntar a Violeta y Alastor.

Charlie: bien, Violeta está herida así que no se puede hacer mucho

Vaggi: Charlie dijiste que ya no te meterías es eso

Charlie: lo sé pero esta es una nueva oportunidad

Vaggi: y ahora que piensas hacer?

Charlie: muy sencillo, pondré a Alastor a cargo de cuidar a Violeta

Vaggi: en verdad crees que es buena idea?

Charlie: que mejor que cuidar a quien amas?, esto los hará más cercanos

Vaggi: falta que Alastor acepte

Charlie: estoy segura de que aceptará, se ve que también siente algo por ella

Charlie estaba más que convencida de que ambos tenían sentimientos uno por el otro y no estaba equivocada, ahora estaba rumbo a buscar al demonio para decirle que él cuidaría de Violeta en lo que se recuperaba.

Tocó la puerta conteniendo una sonrisa para no delatarse a si misma.

Charlie: Alastor, abre por favor, necesito que te encargues de una cosa 

El ya mencionado abrió la puerta

Alastor: de qué se trata esa "cosa"

Charlie: bueno, estuve pensando que como tu y Vi se llevan tan bien tu podrías cuidarla hasta que se mejore

Alastor: y por qué me encargas tal petición?

Charlie: uno, porque ustedes son amigos y dos, porque si no lo haces tú, le daré esa tarea a alguien más

Ese comentario hizo que el demonio alzara una ceja.

Charlie: y ese alguien podría ser Husk o tal vez Angel incluso Pentius, sea quien sea pasará muuucho tiempo con Violeta

Con cada palabra que Charlie decía Alastor parecía cada vez más irritado con la idea de que ese bello ángel estuviera tanto tiempo con alguien que no fuera él.

Charlie: bueno...viendo que no quieres...

Alastor: bien, lo haré, pero solo porque me lo pediste

Charlie: y porque te pusiste celoso

Sin darle oportunidad de reprochárselo la princesa se lo llevó al cuarto de Violeta para que la vigilase.

Charlie: muy bien, solo tienes que cuidarla hasta que se sienta mejor

Alastor: sé lo que tengo que hacer

Charlie: y cualquier cosa me avisas

Charlie tocó la puerta y una voz adormilada respondió

Violeta: quién?

Charlie: Vi, soy yo y vine con Alastor

Violeta: Alastor!?

Charlie: si, podemos entrar?

Violeta: eh, esperen un momento

La situación era que Violeta con mucha dificultad se había cambiado de ropa a una holgada para luego quedarse dormida por lo que no estaba muy arreglada y no quería ser vista de esa manera y menos por el demonio que le gustaba.

Se levantó como pudo de la cama y apoyándose de lo que podía llegó al baño a cambiarse y peinarse, pasando unos minutos estaba lista, repitiendo lo hecho anteriormente trató de volver a la cama pero en un mal paso cayó al suelo y el sonido alertó a Alastor y Charlie.

Charlie: Violeta!, estás bien!?

Violeta: si...en realidad no

Charlie: vamos a entrar

Violeta: si...por favor...ay...

Ambos entraron a la habitación encontrando al ángel en el suelo

Charlie: Vi, qué ocurrió?

Violeta: amm, pues...me caí

Charlie: pero cómo?

Violeta: rodé de la cama

Ella no quería confesar que su caída se debía a querer estar presentable para que Alastor no la viera desarreglada.

Charlie: ok, te ayudaremos a volver a la cama

Charlie tomó de las muñecas a Violeta y Alastor la tomó de la cintura haciendo que su rostro tomara un ligero rubor al sentir el tacto del demonio en esa parte de su cuerpo, con sumo cuidado la acostaron en la cama para que pudiera descansar, Charlie salió de ahí mientras que Alastor se sentó en una silla que estaba en la habitación.

Luego de un rato el ángel cayó dormida y el demonio contemplaba aquella vista tan preciosa, se acercó a la cama y sentó en el borde, por su mente pasaban miles de pensamientos sobre la chica que veía, sin pensarlo dos veces pasó su mano por el rostro de la joven para después dirigirla a su cabello y acariciarlo, era tan suave y sin un solo nudo, mirándola tan indefensa sintió como su corazón empezaba a latir de tal manera que parecía que se saldría de su pecho, eso lo hizo decir en un susurro.

Alastor: qué es lo que has hecho conmigo para tenerme casi a tus pies?

El silencio envolvió la habitación, su vista se fue a los labios de Violeta, se veían tan delicados una tentación que él sentía que no podía contener más pero ella no estaba consiente y no quería que la joven se molestase con él así que desvió su mirada pensando en una manera de poder sentir eso labios contra los suyos. 


La hermana de Lute (Hazbin hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora