III. No verán mis ojos

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-¿Una fiesta en tu casa el día de mañana?- Juanin preguntó curioso y emocionado, una sonrisa se formó en su cara- ¡Oh, me encantaría ir! Eres muy amable, Tulio.

-Si, si, soy asombroso- Tulio presumió- Recuerda traer la comida, las bebidas y la música ¡No llegues tarde que no quiero hacer esperar a los invitados!

-¡Claro, claro!
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Ya era el día de la fiesta, Tulio y Bodoque estaban en platicando afuera de la alberca, Bodoque media los niveles de PH y cloro.

-¿Que es lo que planeas, Tulio?- Pregunto Bodoque.

-¡Es muy sencillo, Juan Carlos!- Tulio dijo, el fue hacia un lado de la alberca y comenzó a vaciar múltiples botellas de cloro a la alberca, también comenzó a arrojar pastillas para alberca- Si nosotros no podemos ver los ojos de Juanin, el nos los mostrará.

-¿¡Que, estás loco?! ¡El cloro hace mucho daño a la piel y a los ojos, animal! ¡Nos terminarás lastimando a todos al entrar a tu alberca!

-Eso no pasará, el único que se meterá a nadar es Juanin.

-¿Que?

-No permitiré que nadie entre excepto Juanin ¡El cloro en los ojos hará que le ardan y los mantenga abiertos mientras alza su flequillo! ¡Después yo tendré la primera foto y el dinero se todos los demás perdedores!- Tulio dijo orgulloso- Y yo pensé en todo este plan completamente solo.

-No estoy seguro, Tulio, hay mejores maneras para ver sus ojos... ¡...Sin atentar contra su vida!

-¡Pero si contra su autoestima! ¿No, Bodoque?- Tulio dijo entrecerrando sus ojos- no le causarán daño, Bodoque, solo el ardor suficiente para que abra sus ojos, y el ya es blanco, no es como si su color se le diera a caer o a manchar como la ropa.

-Oh, claro claro, nadar en cloro no es para nada dañino- Bodoque dijo sarcásticamente- Como sea, Tulio, yo aún sigo planeando que puedo hacer, y creo saber que hacer.

En ese momento llegaron Patana y Juanin. Patana traía muchas cosas en sus brazos mientras que Juanin cargaba bolsas que no se veían tan pesada, la cara del joven albino parecía estar consternada y tenía un tic en su ojo. Tulio miro esto y no pudo evitar enojarse por ver a su sobrina cargar cosas tan pesadas mientras Juanin venía con cosas ligeras.

-¡Juanin! ¡Se supone que eres un caballero y Patana es una mujer!- Este gritó- ¡¿Por qué dejas que ella cargue todo eso sola?!

-¡Ella no quiere que le ayude!- Juanin protestó.

-¡Yo le estoy ayudando a Juanin!- Patana dijo, se veía cansada.

-¡Ella siempre me quiere ayudar, Tulio! ¡Pero no me deja hacer nada! ¡Necesito hacer algo o siento que explotare!- Juanin dijo tirando las bolsas al suelo y gritando al cielo.

-¡Pero Juanin! ¡Haces mucho por nosotros!- Patana dijo.

-Patana, no es que no aprecie tu ayuda, pero me gusta hacer las cosas por mi cuenta, no que hagas todo por mi- Juanin dijo suspirando.

-Esta bien- Patana dijo, pero alzó una ceja mirando a Juanin- ¿Entonces, no me compensaras mínimo en ayudarte estos últimos 2 días?

-¿Por qué debería? Tu quisiste ayudarme- Juanin cargo lo que Patana tenía y lo llevó a la mesa. Patana lo siguió ofendida.

-¡Eso es grosero, Juanin!

Patana dijo molesta.

-No es grosero, Patana, te estoy diciendo antes de que todo se ponga incomodo y yo ya no aguante la presión de no hacer nada. Tu quisiste ayudarme, no te pedí nada, y es mas grosero buscar a la gente haciéndole favores esperando a que te hagan un favor devuelta, no lo haces por amabilidad, lo haces por conveniencia- Juanin dijo entre la seriedad y la comprensión.

ojos ROJOS (31 Minutos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora