ojos ROJOS (31 Minutos)

V. Alejados del demonio

Otra cosa, la película de 31 minutos en esta historia no se tomará canon ya que aquí son humanos, un tanto turbio que Cachirula coleccionar humanos de distintas razas o algo así jajaja.

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Juanin se estaba arreglando para ir al trabajo, el día de ayer había sido horrible, sus ojos descubiertos a la vista... Fue como una de sus peores pesadillas.

¡Aunque quería agarrar a gritos a los demás por esa estúpida apuesta! ¡Aunque sus ojos fueran completamente normales es una inseguridad que tiene! Pero pensó un momento; por ahora era mejor no debería decirles algo, era mejor fingir que nada había pasado y dejarlos con su tonta apuesta, de por si, no se habían visto preocupados u horrorizados por aquella ocasión así que tenía esperanza en que no lo ignoraran como Bodoque lo hizo hace tiempo. Y si ellos hablaban hacerca del tema Juanin les respondería. Realmente estaba molesto pero debía controlarse y tragarse su enojo por el momento.

Juanin entro al baño y se miro a espejo, hizo a un lado su fleco dejando ver sus ojos completamente rojos y también dejando ver un tanto rojo la parte blanca de su ojo (debido a lo poco que habia dormido en esta ocasión), alzó sus párpados superiores para examinarse mejor. Unos segundos después el espejo se quebró, Juanin hizo un pequeño ruido de asombro y retrocedió, poco después suspiro de cansancio, volvió a colocar su fleco y comenzó a cepillar su cabello blanco de manera delicada mirando su reflejo a través del cristal roto. Cepillo sus dientes  y se preparo para salir.

Tomo nuevamente el autobús y logro llegar al canal que se veía completamente vacío, solo por Bodoque ahí.

—¿Bodoque?

—Hola, Juanin, veo que llegaste.

—¿Dónde están todos?

—No lo se, solo se que no vino nadie al estudio— Bodoque se levantó de la pared donde estaba recargado, este camino lentamente a Juanin, sus pasos sonaban en todo el estudio gracias al eco del salón semi vacío— Por lo que escuche y me dijeron por medio de varios mensajes, nadie vendrá entre la próxima semana... Hasta que tú afirmes que no vendrás.

—¿¡Que?!— Juanin sobresalto—¿¡Pero por qué?!

—¡Tus ojos! ¡Juanin! ¡Son esos malditos ojos rojos que causan inquietud y miedo!— Bodoque gritó acercándose bruscamente al joven, Bodoque se calmo un poco y respiro—Todos vieron las fotos, incluso se empezo a correr el rumor de que eras un brujo, un vampiro y, en casos mas exagerados, un demonio. Ya sabes lo que dicen, que incluso los demonios pueden parecer ángeles de luz, así que tiene sentido el que se espanten con una niñeria asi, ya conoces a todos, siempre tan listos como una cebolla.

Juanin se había quedado helado por lo que había escuchado, no podía decir muchas palabras en el momento, solo intento procesar. ¿Por eso todos se estaban alejando de él? Pero si ayer estaban todos tan... Calmados, emocionados, habladores, pensó que no llegaría a nada mas que eso pero fue muy tonto en pensarlo.

—¿Juanin?

—¡Esos... malditos bastardos!— Juanin grito, sus ojos rojos quedaron a la vista junto con un ceño fruncido y sus dientes rechinando,  Bodoque sobresalto un poco ante el grito— ¡No puedo creer que por una tontería hagan esto! ¡Está bien que me ignoren a mi! ¡Pero el programa es algo importante y no pueden tomarse esto a la ligera! ¡No puedo creer que...! Que... Que me hagan esto.

Juanin miro al suelo abatido, sus brazos se aflojaron y suspiró.

—¿Que haremos entonces?

Bodoque pensó, fue a un lado de Juanin y recargo su brazo en los hombros del albino.

—Segun tengo entendido, el señor Manguera, ante esta "huelga", planea que otro canal de noticias transmita en el canal pagando una cuota por ocupar el espacio físico.

—Asi es.

—¡Señor Manguera!— Dijeron Bodoque y Juanin a la vez, este último cubrió sus ojos con su fleco.

—Y deberán salir antes de que el otro noticiario entre, nos veremos en una semana, Juanin, Bodoque.

El señor Manguera salió de ahí. Bodoque y Juanin miraron a las personas entrar y ellos debieron salir.

Juanin se sentía derrotado, junto con Bodoque caminó a la acera del otro lado de la autopista, tomaron asiento en la banqueta.

—Lamento todo esto, Juanin.

—no es tu culpa, Bodoque, de nadie, no culpo que nuestros amigos sean unos idiotas, se que son así, pero... No lo sé. No puedo creer que me dejen de lado en vez de preguntar, a veces siento que ellos no son mis amigos.

Lo que dijo Juanin quebró un poco el corazón de Bodoque, aunque era completamente válido su razonamiento, a pesar de ser amigo de Tulio, Tulio lo veía como un empleado, siempre complaciendo sus caprichos de té, cafe, ordenar, limpiar, etc. Juanin y Patana no eran lo suficientemente cercanos como para tener una verdadera amistad, esa amistad pareciera que estaba unida solo porque Patana era sobrina de Tulio, casi lo mismo con Mario Hugo y Policarpo, eran amigos, pero Juanin, cuando se llegaba quedar solo con alguno de ellos, la incomodidad surgía y debían hacer algo, como hablar simplemente para matar tiempo y divertirse. Simplemente la mayoría del elenco de 31 minutos se aprovechaba de el.

Incluso el mismo.

Pero el sentía, por alguna razón que no sabía si era egoísta, que el si era verdaderamente un amigo.

Bodoque miro a Juanin, parecía que iba a llorar, sus labios los mordía intentando no derramar una lágrima, daba ligeros gemidos intentando controlarse y respiraba hondo, pero pareció querer hablar.

—¿Bodoque?— Pregunto Juanin con una voz que estaba entrecortada— Tu... Es la segunda vez que ves mis ojos, ¿Por qué me hablas?

Bodoque pensó, era cierto, la primera vez que había visto los ojos de Juanin el lo evito por 4 meses (según Juanin, según el, Juanin era el que lo evitaba pero al parecer no era así), pero ahora estaba, no tranquilo, pero si en calma, suponía a que ya lo había visto con anterioridad y tambien notaba que la personalidad de Juanin no cambiaba.

—Supongo que yo ya te había visto así.

Juanin miro a un lado.

—¿No te incomoda si ahora hago mi fleco a un lado?

Bodoque negó.

—No quisiera, pero el fleco me pica y tengo mis ojos llorosos— Juanin, con su mano, recorrió el pelo de su frente y limpio sus ojos frotandolos un poco y después los abrió dejando ver los ojos color carmín que portaba Juanin.

—Creo que deberíamos ir a hablar con los demás acerca de esto— Sugirió Bodoque.

Juanin asintió.