Lunes primero de Abril del 20XX:
El sol se colocaba sobre los Andes como de costumbre, para dar comienzo a la anochecer y al fin del día, todo trascurría relativamente normal, no ser por... bueno, él.
¿Qué estará haciendo ahora? Bueno, como es de suponer, Sile esta siendo sobreexplotado por Codelco, lo normal de una empresa sobre explotadora con antecedentes del 2050, villa los andes.
*Para quienes no sepan sobre Sile, esta es una breve descripción de su persona; Hombre esbelto, de alrededor de unos 169 años y de altura de 1,80; lugar de domicilio; Talca histórico.
Tras el eventual anochecer, Sile decide que es hora de volver a su hogar, su mansión evaluada en 1100 UF. Por lo que Sile, se levanta de su asiento, y se dirige al casino para eventualmente irse, pero el destino le prepararía otro acontecer.
Primero se tomo su tiempo para levantarse, además de apagar el computador, y arreglar su oficina, se le nota muy cansado por la constante rutina que tiene qué lidiar, día tras día. Su edificio en el que tenía la obligación de trabajar bajo remuneración sin posibilidad de aumento, constaba de una serie de problemas de socialización en torno a la jefatura del area, por lo que siempre Sile, decide irse por la escalera y bajar unos poquitos pisos desde el piso 43, hasta la planta 2, donde se ubicaba la salida.
Pero no era porque quería, no era por una razón de positividad, sino era por su jefe... Rodolfo. El no era muy amistoso.
Antes que Sile se fuera por las escaleras es interrumpido por sus colegas de sección, parece que no tendrá de otra que socializar...
-Colega zorrón: ¡Oye Silenait, deberíamos ir a tomar unas Chelas!
-Colega peruano: Apaño la causa pe, vamos por una palomas pe.
-Colega intelectual: Para mi humilde opinión, deberíamos ir a nutrir nuestro conocimiento, en aquellos establecimientos denominados "Cafés con piernas".
Tras las diferentes propuestas de los colegas, Sile tenia que dar una respuesta definitiva para concluir su noche. A Sile le cuesta socializar por lo que un "No" como respuesta no entraba en su vocabulario y menos con la presión social.
Sile, se tomo un momento para pensar que decisión tomar, no quería quedar mal frente a sus compañeros de trabajo de poca remuneración, por lo que opto por la propuesta del Colega Zorrón. Pasarón unos minutos para que el grupo en cuestión determinarán donde ir a beber el brebaje; Báltica.
El area de trabajo del Sile, se dedicaba al ámbito de la administración de recursos y fondos de la empresa, mientras los trabajadores de menor rango (gente de pocos ingresos), tenían que arriesgar su vida en las minas por un sueldo bruto de cuantía a las ganancias generadas en sus horas pertinentes. Un trabajador promedio o mediocre, saca alrededor de 10,000 CLP a la semana.
Una vez que el grupo se empezará a movilizarse de sus oficinas para ir a tomar unas chelitas heladas y disfrutar del buen momento de haber acabo la jornada laboral, habría una ultima instancia que los detendría, bueno al grupo no, a Sile.
-Rodolfo: ¡Oigan ustedes!
Rodolfo, no es un tipo muy agradable, ya que tiene la infamia de ser agresivo y dar largas jornadas de trabajo a sus empleados sin pagarles sus horas extras. Es un señor joven testarudo, de voz grave e intimidante.
Y es el tipo de persona que Silenait desprecia. Por lo que ya sabia qué iba a dar la orden de volver a trabajar...
-Rodolfo: Escúchenme bien conchasdesumadre, aquí vienen a trabajar, no a tirarse las weas.
-Rodolfo: Ahora weón, quiero que terminen el presupuesto de este proyecto de la empresa en esa wea de Iquique, así vayan colocándose las pilas. ¡Y apúrense mierda!
Silenait y compañía, bajaron la cabeza y asintieron la orden de su jefe, por lo que tendrán que volver a la pega de mala gana. Pasaban las horas y un problema nació; El hambre. Por lo que acordaron mandar al peruano a comprar.
En las afueras del edificio había una señora en sus ochentas que vendía empanadas en su puestito, este alimento a tan solo 300 pesos no se vendían bien por el lugar, ya que al ser un lugar de extracción de minerales, la gran mayoría no comía empanadas ya que eran Venezolanos con ciudadanía extraordinaria, concedidas por el estado en razón del trabajo de obra barata. Ya de vuelta, este le ofrece al grupo y al Sile las empanadas que previamente ha comprado, ellos le aceptaron las empanaitas' y se ponen a conversar en una breve pausa de su trabajo arduo.
Obviamente esta situación no le agradaba a Rodolfo, el que estén conversando y no enfocándose en lo que deberían hacer, lo enfurecía. Por lo que se acerco al grupo de trabajadores.
-Rodolfo: oye reconchatumadre, q wea tai haciendo?
-Sile: Señor solo estamos comiendo un rati-
-Rodolfo: ¡Callate mierda! (...) ¿Acaso te pedí que hablaras?
-Sile: Solo.. eh... hmm...
-Rodolfo: ¿Tení algún problema culiao, mejor ponte a trabajar mejor, no?
Sile ya chato de que su noche que iba de mal en peor, y mas encima, aparecía su jefe para wearlo ma' , ya era mucho lo que abusaba con su cargo, por lo que esto fue lo ultimo que rebaso el vaso de su paciencia. Silenait agarro el teclado del computador que tenia al frente y rápidamente se lo aventó al rostro de su jefe con gran potencia, obteniendo un silencio total en la habitación. Silenait nunca se mostro de esta forma con sus compañeros, ni con los jefes, estaban sorprendidos por esto. Ante ello Sile que no logro aguantar la rabia acumulada que acababa de explotar le dice al jefe.
-Sile: Estimado jefe.. ¡Vayase la mierda, viejo ctm teni pura cara de wn! ¿acaso le falto amor en la casita?
seguido de estas palabras volvió a recoger el teclado qué quedo en el suelo y con ello volvió a lanzarlo a Rodolfo, este ya no aguantando que un trabajador le insulte de esta forma, Rodolfo reacciona y se lanza contra Sile en una pelea de combos. Todo esto mientras los compañeros no sabían que hacer hasta que reaccionaron e intentaron separarlos, estos se aferraban como podían de cualquier objeto que podría golpear al otro.
Era tal la pelea que ambos quedaron inconscientes por unos malos golpes en la cabeza entre ellos. La ambulancia no tardo en demorarse, cuando ya estaban en el edificio trasladaron a ambos al hospital.
Fin del capitulo uno.
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El día en que el cielo se vistió de rojo: Una historia de Silenait.
Ficção GeralTras una larga jornada de trabajo, Silenait es enviado al doctor, pero ese día cambiaria EL MUNDO.