Meliodas tomo el trono debido a la muerte de infarto por su padre.
El se había opuesto al romance de su hijo Zeldris con una mujer que el había rescatado de una prisión, una esclava.
Le había permitido rescatarla pero casarse con ella ¡Jamás!
Sin embargo Zeldris mantuvo su decisión y se enfrentó a el, de esa fuerte discusión su corazón le falló provocándole el infarto.
Zeldris se culpo mucho, pero su hermano Meliodas en consuelo, le dijo que no habia Sido culpa suya. Ya que su padre ya estaba enfermo.
Él había Sido educado para ser un rey en cualquier momento de su vida, un rey que impusiera miedo, respeto y sobretodo cuidar a su pueblo y eso era lo que haría.
Pero el si le permitió a su hermanito menor ser feliz. Si había algo que Meliodas tenia de prioridad era su hermanito Zeldris.
Además Gelda era una bella mujer y lo adoraba, se les notaba la felicidad en ellos.
Tenía 20 años cuando fue coronado rey, en una ceremonia donde solo los altos mandos estuvieron presentes.
Nadie tuvo objeción con que gobernara sin reina, ya que el estaba cumpliendo con las expectativas que tenían en él.
Tras dos años de estar al mando del trono, el país entero comenzó a cuestionarle sobre tener una pareja, una reina.
Pero el contesta que era "innecesario" ya que el podía cubrir solo todos los deberes reales.
Pero al pasar las semanas la insistencia se intensificó. Lo que ocasionó la molestia del rey rubio.
Sentado en su oficina escuchaba las características de las posibles candidatas a reinas que su hermanito menor le leía de unas hojas.
A ninguna le prestaba atención, solo fingía escuchar. Y Zeldris se había dado cuenta de eso. Estaba quedándose sin opciones hasta que recordó la nota de aquella prensa.
-Tengo está última opción, se que te va a interesar.-
Comento seguro.
Meliodas lo miro atento.
Zeldris no le dijo nada y le acercó unas hojas con la información.
Elizabeth Roses chica de cabellera plateada y ojos azules, belleza singular, princesa heredera al trono de Inglaterra, su nación pasaba por una fuerte crisis económica y de cultivo, hubo una inundación repentina y casi toda su cosecha de su país se hundió, y para colmo de desgracias las minas colapsaron ocasionando varios muertos y deteniendo la producción de piedras preciosas.
Aunque la princesa intentaba hacer todo a su alcance era mucho para ella sola.
No decía mucho de aquella princesa pero estaba en serios problemas
Meliodas miro a Zeldris serio.
-¿Y que sugieres?-
Le preguntó mientras lo miraba fijamente a los ojos
-En primera ir a su reino, seguro no faltará algún duque o príncipe que quiera aprovecharse de la situación.-
El rubio no contestó, más bien esperaba que su hermanito diga algo más.
-Lo segundo es que si ella acepta su ayuda, puedes asociarte con ella, y hacer solo negocios o si ya te agrada ella, puedes proponerle matrimonio por conveniencia.-
A Meliodas eso no le agrado del todo.
Simplemente dijo que lo pensaría.
Zeldris no dijo nada más y salió de aquel despacho dejando solo a su hermano mayor..
Esa noche investigo todo acerca de esa joven princesa.
Había algo en su mirada que lo intimidaba, no era la típica princesa que se sentaba en su trono, estaba seguro que incluso ella podía hasta pelear mano a mano con alguien.
Quizá no sería mala idea ir a aquel país después de todo. Negocios son negocios.
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- Bodas De Odio-
Hayran KurguDesde antiguas generaciones los matrimonios arreglados por el bien común entre dos naciones era obligatorio. Pese a que los nuevos gobernantes podían decidir su destino, para está joven pareja no era opción el casarse por amor. El amor es un sentimi...