Una niña; piel morena, pecas, ojos y cabello café no tan oscuros. Pelito ondulado pero se veía desordenado. "Debería aprender a definirlos, como mamá" pensó.
Caminaba, no sabía a dónde, "da igual, volveré antes de que alguien se de cuenta", pues siempre era así, se iba de casa a explorar nuevos lugares para ella y luego volvía, pese a los regaños de papá y mamá (con sentido, fácilmente alguien podría secuestrarla, o romperse un pie y estar lejos de casa). Pero esta vez ellos habían cerrado todo, pues la niña se había enfermado, llevaba 1 semana sin ir al colegio, pero Isabela María (Isamaría) se sentía casi ahogada dentro de su pieza.
Aunque tampoco había ido muy lejos, encontró una especie de casa bastante grande, y eso que la suya también lo era, pero esa, esa si que era grande.
— No debería entrar, es de mala educación, pero... — a medida que se acercaba a la casa, empezaba a sentirse menos enferma, como una cura.
— ¡Oye! — apareció otra niña, pero un poco más grande que Isamaría — ¿Quién eres?
— U-umh... I-Isamaría, ¿y-y tú? — asustada. Creía que la niña más grande le haría algo, pero no fue así.
— ¡Ah! — la mayor sonrió.
— ¿Tus padres viven aquí? La casa es grande, ¿cuántos son en tu familia? — ahora se sentía más calmada
— ¿Mis padres? Uh... ¿No? Bue-bueno, tengo un papá, muy cariñoso
— ¿Y cómo te llamas? — sonrió
— Rancagua, un placer
La menor se quedó estupefacta.
— E oído nombres peores — rió —
— ¡Oye! —
— Perdón, no quise ofenderte —
— Meh, hay peores, hay uno que se llama Chimbarongo, pero es más bien un primo mío —
— No me digas, seguro tu hermana se llama Doñihue, JAJAJAJA
¿Cómo le decimos?
— Umh... Este... S-si — ya sabía que esa niña era su nueva hermana, solo debía llamar a su papá — ¿Y cómo llegaste aquí?
— Ah, solo caminé, me sentía enferma pero ya no, y menos mal, ¡llevaba una semana así! — rió — Pero jamás había visto esta casa, me dio curiosidad
— ¿Curiosidad? — Rancagua sonrió, al ver una oportunidad de llevarla con su 'papá' — Lo hubieras dicho antes, te puedo dar un recorrido
— ¿En serio? — Isamaría sonrió — ¿Tu papá no se molestará?
— ¡No, no, para nada! Él adora las visitas — Rancagua la tomó de la mano.
— El mayor efecto mariposa de mi vida, hasta ahora — La misma niña, ahora llamada Doñihue. No recordaba su nombre, osea, si recuerda que empezaba por "I", pero hasta hace poco encontró una foto donde ponía "Isamaría", pero no recordaba eso, así que sus escasos recuerdos del pasado, ella a propósito pone "Isamaría", incluso si no está segura de que la hayan llamado así.
— Igual peligroso lo que hiciste
— Tarde o temprano pasaría, era inevitable