𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 ³ : Un legendario fantasma que se oculta en la oscuridad de la noche aterra a los niños. Tras ignorar espeluznantes advertencias, una trabajadora social y sus hijos se adentran en un mundo sobrenatural repleto de misterio. Su úni...
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Los Angeles
Janeth se encontraba camino hacia la casa de la familia en la que se quedaría.
El padre Perez le había explicado todo acerca de lo que estaba pasando y le consiguió estadía en la casa de una trabajadora social que se había mudado hace poco.
Le había contado que la mujer vivía con dos niños, lo cual le pareció cómodo, ella amaba los niños y se podía relacionar muy bien con ellos al tener experiencia con su hermana.
El taxi paró frente a una casa que se veía un poco antigua, se acercó hasta la entrada y tocó el timbre.
-Hola ¿es usted Anna Garcia?- preguntó al ver a la mujer mayor que le abrió la puerta
-Si..
-Soy Janeth Warren- se presentó- El padre Perez me envió aquí, dijo que usted sabía de esto.
-Oh Janeth- la mujer le sonrió- Mucho gusto, soy Anna
-El gusto es mío, gracias por permitirme quedarme estos días- le sonrió
-No hay problema linda- la mujer se hizo a un lado para dejarla pasar- Adelante, te presentaré a mis hijos.
Al entrar a la sala vió a dos niños, una nena y un nene, a simple vista el niño era el mayor.
-Niños, ella es Janeth Warren, se quedará unos días aquí- señaló a la adolescente y ambos niños dirigieron su mirada a ella
-Hola niños- la castaña les sonrió
-Hola- ambos contestaron el saludo, al parecer eran un poco callados
-Ella es Sam y él es Chris- señaló a cada uno- Son un poco callados
-Si, ya lo noté- le sonrió a la mujer.
-No te preocupes- hizo un ademán con su mano- Ven, te llevaré a tu habitación.
Ambas empezaron a subir las escaleras mientras charlaban animadamente.
Al entrar a la que sería su habitación por unos días, se dedico a mirar a su alrededor, era cómoda y acogedora. Una cama, una mesita de luz, un ropero, unos cuantos estantes, el baño y un espejo, tenía lo necesario para ser cómoda.
Se acercó hasta la cama y dejó su maleta ahí para empezar a desempacar. Esperaba que sea una estadía tranquila.