Errores

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Pasado

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Tatiana

La imagen de Wilmer desapareciendo por el pasillo se repite otra vez en mi mente.

Entonces esto quería. Poner las cartas en la mesa. A esto se refería con dejar todo como debe estar. Pero ¿De verdad Arianna debe estar ahí? Larissa, mi padre… ¿Wilmer entonces debe irse? ¿Va a dejar todo como si no acabara de encender un campo seco? El incendio se va a extender y apagarlo será tan… complicado. Aprieto la bolsa y el sobrecito en mi mano. No tendría mucho sentido que él se quedara de igual manera. A fin de cuentas, parece que solo sabe complicar las cosas.

Dejo ambas cosas en el sillón donde estoy sentada y por fin me pongo de pie sintiendo demasiada rabia y decepción. Me acerco a Arianna, tratando de pasar por alto el dolor en mi tobillo, ya que el que siento dentro de mi es aún más. Sigue de espaldas con la cabeza gacha y la tomo del brazo girándola hacia a mi.

—Gracias, te puedes ir… —trato de moverla, pero me enfrenta confusa por mi expresión que muestra todo lo contrario a como me siento: estoy sonriendo. Muy a pesar que mis ojos aclaren otra cosa.

—¿Gracias?

—Gracias por no tener el descaro de negarlo.

—Tatiana, ¿Vas a creerle a él? —Larissa se mete y el enojo no me deja responder con tranquilidad.

—Tu cállate.

—A mí me respetas que soy tu abuela…

—No seas ridícula. Nunca, Larissa, nunca has sido mi familia. Nunca he sido de tu importancia, como tú tampoco lo has sido de la mía, así que tú también te puedes ir, y me harías un favor llevándotela a ella —hago referencia a Arianna y mi supuesta abuela se pone de pie enojada.

—Es tu madre…

—Mi madre está muerta —declaro, sintiendo un nudo en la garganta—. Murió hace once años en un accidente —miro a Arianna con desprecio—. A ella no la conozco.

—Si dejas que te explique las cosas…

—¿Y qué vas a explicar? —la interrumpo, dura—. ¿Que eras infeliz con Braiden, conmigo, con tu vida y por eso te hiciste la muerta por once años de mierda? —la enfrento—. Ahórratelo. Suficiente tengo que procesar como para encima tener que escuchar de nuevo explicaciones falsas y razones vacías como tú.

—Pero…

—Nada, mierda. ¿Cómo puedes ser tan…? —frunzo los labios y respiro hondo—. A ver si sientes un poco de culpa con todos los putos años que lloré por ti —bramo—. No se quemó tu cuerpo, pero tu corazón está hecho más que cenizas por lo cínica que eres —desvía la mirada—. Y desaparece, Arianna, piérdete de mi vida porque no has logrado que sienta más que tristeza en todo este tiempo. Hubiese preferido una y mil veces que me abandonaras, así tenía claro que no me querías¸ pero fue peor. Te lo juro que es peor. O si simplemente querías jugar a el vivo-muerto te hubieses largado con alguien más, pero ¿Con él? Son un asco los dos. Pero te odio más a ti. No sabes cuánto.

—Yo te quiero, pero solo…

—No la sigas cagando, y vete.

—Perdóname —dice con voz neutra, sin esforzarse.

—En un futuro, y espero que no llegue porque ahora solo te dejo claro esto: Arianna Lombrad está muerta para mí.

—Tatna…

—¡Vete ya! —los ojos se me ponen llorosos en menos de nada y apunto el pasillo con la mano—. Fuera.

Ni siquiera trata de mostrarse afectada, solo se voltea a Braiden que tiene los ojos clavados en el suelo. Mi abuela sigue en las escaleras mirando un punto vacío