historias EnjixDeku

Vecinos

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Trataba de agarrarse fuertemente del barandal,  trataba de amortiguar sus gemidos, aunque estaban en el balcón pensaba que alguien los podría escuchar, arqueó su espalda alzando más el trasero y abriendo sus piernas para darle más accesibilidad a la persona que estaba hincada atrás de él, sentía la lengua pasarse por toda su anatomía, perderse entre sus nalgas, instintivamente llevó sus manos y abrió más presentándose ante la intromisión de aquella lengua que lo hacía delirar, sentían como bombeaban su anatomía, como esa boca succionaba su saco jugando con sus bolas, se sentía en la gloria

- por favor!! ya entra en mí...—  susurrando

- estás muy ansioso hoy bebé...— mordió leve aun lado de aquella entrada rosada

- sabes que no tenemos el tiempo del mundo..— le recrimino...— apurat aaah mmp

No le dio tiempo de formular su última exigencia.. Enji entró en él de una sola estocada... profundamente... ambos gimieron ante la intromisión.. abrazó al pecoso, con una mano jugando sus pezones y con la otra acariciando su vientre hasta llegar al pequeño pene, donde empezó a masajearlo.

Izuku gustoso empezó a moverse, queriendo mas contacto, empujaba sus caderas hacia atrás, el ruido del choque de sus pieles era realmente rico, el chapoteo, aquellas bolas chocando con su trasero se sentía realmente lleno, sentía como aquel pedazo de carne enorme tocaba el punto que lo hacía delirar.

- aaah si si así... más duro más duro

- lo que órdenes amor

Enji acató la orden sus manos se ciñeron a la cadera de izuku quien se empinó un poco más y abrió sus piernas el mayor empezó a arremeter contra aquellas nalgas, rudo, certero...

El peli verde empezó a gemir más fuerte, ya importandole poco si lo escuchaban o no, Enji se inclinó y empezó a besar la espalda del menor dejando uno que otro chupetón.

Ambos gimieron cuando por fin tocaron el clímax, abrazó fuertemente al pecoso contra su cuerpo... Izuku trataba de regular su respiración, cerró sus ojos y mordió sus labios masajeando su pene gozando el pots-orgasmo que tenía, sintiendo como bombeaba el pene de su amante, era rico la sensación sentir cuando se venía dentro de él... Enji lo cargó doblando sus rodillas sin salir de él y así entraron al departamento, dirigiéndose a la habitación del baño ahí solamente lo bajó y por fin pudo salir de él, de las piernas del peliverde escurría la evidencia de aquella tarde.

Sin decir nada los dos empezaron a limpiarse con un par de pequeñas toallas, Izuku empezó a colocarse su ropa interior acomodándosela alistándose frente al espejo como si nada de lo anterior hubiese pasado. Enji realizó lo mismo tomó ambas toallas y las metió en una bandeja con agua pronto las metió a la lavadora.

Ya listos ambos y borrado la evidencia de lo anterior, se dirigieron a la sala donde Enji tomó su cartera, mientras Izuku se dirija a la salida.

- ten...— le extendió unos billetes

- no necesito...— negó con su mano

Enji se acercó a él, abrazándolo de la cintura y besando de nuevo sus labios.

- vamos bebé, para que te compres algo o para lo que sea

- ok

Izuku tomó el dinero y le dio un beso casto al mayor... Aunque no necesitaba el dinero, lo tomo porque era una forma de consentirlo.

- nos vemos 

Enji abrió su puerta y se asomó para ver si no había alguien alrededor, cuando notó silencioso, le hizo una seña al peliverde para que saliera... Izuku salió apresurando sus pasos, pensó por un momento en bajar por el elevador pero decidió por las escaleras nada más era un piso para llegar a su departamento.

Entro como si nada, se dirigió hasta su cuarto, se desvistió quedando completamente desnudo, camino con ella y la metió directo a la lavadora, después se metió a tomar una ducha. Listo y refrescado, se dispuso a hacer la cena, pasado un par de horas llegó su esposo.

- estoy en casa...— colocando su maletín en el sofá, deshaciéndose de la corbata y su saco

- bienvenido...— se acercó hasta él secándose las manos con su mandil...— ¡¿Hola amor cómo te fue!?...— se acercó parándose de puntillas dándole un beso.

- cansado...— se quejo sentándose en el sofá, mientras  Izuku se sentaba arriba de él a ahorcadas

- ¿quieres que te dé un masaje?...— le dijo sugerentemente

- ahora no bebé...— colocó sus manos en la cadera alejándolo un poco...— realmente estoy cansado quiero comer, bañarme y dormir tal vez mañana Zuzu

Izuku hizo un puchero pero ya no dijo nada, se levantó de su regazo y caminó a la cocina, para servirle la cena, siempre era así, cuando buscaba a Iida para tener un poco de acción este lo rechazaba sutilmente, alegando que estaba cansado o tenía estrés por el trabajo...

Debería de sentirse triste, como anteriormente lo hacía, pero ya no le tomaba importancia hace como un año, que sus sentimientos estaban neutros por su esposo y todo se debía a su vecino.

Enji Todoroki

Fue un encuentro fortuito sin esperarse, se habían encontrado en las escaleras y saludo a su vecino, como él siempre saludaba de vez en la mejilla, se paró de puntillas un poco e inclinó su cabeza para alcanzar la mejilla del mayor, pero por un error de cálculo beso a Enji, no se diría que fue un beso realmente puesto que se rozaron solamente los labios e Izuku pidió perdón aborchonado y Enji le dijo que no pasaba nada pasando un par de días el mayor le confesó que le había gustado sentir tan siquiera ese roce y que estaba enamorado de él, desde que se había mudado con Iida hace tres años atrás, aunque Enji tambien estaba casado y tenía a sus hijos, se le declaro al pecoso...

No sabe exactamente por qué, pero empezaron a tener sus escapadas o el mayor iba su departamento o él subía al suyo cuando la esposa e hijos no estaban.

Estar con Iida en la intimidad era vainilla, lo trataba amorosamente cuidadoso era muy diferente cuando estaba con el Enji era rudo, descarado, lascivo, tal vez será por la experiencia, puesto que era muchos años mayor que él, podría decirse que serían padre e hijo...

Enji tomaba su cuerpo en diferentes formas, en diferentes posiciones, lo hacía sentir sensaciones que nunca antes había sentido se sentía deseado amado, Enji lo llenaba de otras formas que su esposo no aunque al principio se sintió culposo pero después poco le importaba.

Esperaba con ansias el mensaje del mayor, avisándole que estaba solo, él se preparaba, colocándose la lencería más sexy que tenía para provocar al mayor, le fascinaba sentir sus labios por todo su cuerpo, lamiéndolo, chupándolo, mordiéndolo en sus pezones cosa que lo calentaba de sobremanera, siendo demasiado dominante con él y le excitaba...

Salía de su departamento asomándose con cautela para que otros vecinos no estuvieran por ahí subía rápidamente tocando levemente la puerta o encontrándola un poco emparejada, entraba y se tiraba directamente a los brazos de Enji quien gustoso lo sostenía y se empezaban a besar, dándole rienda suelta su pasión.

Este era el secreto más profundo de los dos...

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Perdón por la falta de ortografía

Espero que les guste

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