Sugar Daddy [EN CORRECIÓN] [PUBLICACIONES LENTAS]

CAPITULO I

Capitulo i:

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Eris Swan

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Mi mirada estaba perdida enfocando mi reflejo sobre la ventanilla de la patrulla de Charlie. Mi vista recorre lentamente mi rostro sin perder un solo detalle. Ojos rojos que ardían, ojeras moradas que formaban bolsas bajo los ojos, ojos hinchados de tanto haber y seguir llorando, y nariz roja y tapada por los mocos; un cierto temblor se había apoderado de mis labios que era notorio e incontrolable.

Aquellos recuerdos que me estaban jodiendo lenta y profundamente venían a mi mente, todos aquellos momentos se repetían como si de una película se tratase.

Los gritos que eran casi el pan de cada día, los insultos que nunca faltaban, maltratos tanto físicos como psicológicos no eran novedad en aquella casa llena de podredumbre.

Mi madre y yo habíamos sufrido demasiado durante tanto tiempo, sin que nadie se enterará de nada y sin siquiera intentar ayudar.

El velorio fue más deprimente de lo que había esperado, la monotonía entre las personas eran demasiada y solo me causaba molestía notar la lastima y pena en sus miradas frías y sin importarles verdaderamente la persona que era velada. Nunca estuvieron para nosotras y ahora que estaban ya era realmente demasiado tarde.

Un largo y exhaustivo suspiro escapa por mis labios mientras mis párpados se cerraban tratando de sobrellevar todo esto y tratando de adaptarme a esta nueva vida donde ya no eramos mi madre y yo, ahora era solo yo.

Sinceramente no me agradaba tener que ir a un nuevos instituto, intentar hacer nuevos amigos, aunque siendo realmente sincera nunca tuve, nueva gente con la cuál convivir y tener que adaptarme a todo esto; solo provocaba más estrés acumulado y no quería saber más del tema.

Nunca había sido lo mío ser una persona sociable pero lo había intentado más de una vez, siendo más fracasos que triunfos, aunque siempre sacaba buenas notas no me gustaba tratar de sobresalir como otras chicas que conocía de mi salón, ser la atención del mundo solo generaba una oleada de problemas a largo plazo.

Mi vista se pierde sobre aquellas muñecas llenas se un montón de marcas,a mayorías hechas por mi verdugo y otras hechas por mi mismas. Los rasguños, marcas de dedos y los cortes eran los que más resaltaban sobre la piel pálida de mi cuerpo. La impotencia se apoderaba de mi cuerpo y generaba grandes estragos en el, mis uñas rascaban la delicada piel de mi brazo volviendo roja la zona rasgada.