-𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟺-

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-¿ᴅᴇʙᴇʀɪ́ᴀ ʜᴀᴄᴇʀ ᴜɴ ᴅɪʙᴜᴊᴏ ᴅᴇ ʟᴏs ᴅɪsᴇɴ̃ᴏs ᴅᴇ ʟᴀʀʀʏ ʏ ʟᴀᴡʀɪᴇ ᴇɴ ᴇsᴛᴇ ғᴀɴғɪᴄ?-

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Domingo-14/10/20**

┄┄Lawrie's pov:

Me desperté a las 10:34.Am. Estaba al lado de Larry, quien aún estaba dormido, no quisiera despertarlo, pero necesitaba moverme. Al parecer nos terminamos de dormir sin acostarnos, todavía estábamos sentados contra el respaldar. Me dolía un poco la espalda, pero nada que fuera difícil de ignorar.

Moví un poco a Larry para tratar de despertarlo.

Murmuro un poco entre sueños y solo se acomodó en la cama para taparse y seguir durmiendo pacíficamente. No me apetecía molestarlo, y como ya estaba apoyado en mi tuve la libertad moverme. No tuve mucho asco y le di un pequeño beso en la sien antes de levantarme e irme a preparar el desayuno, sería una linda sorpresa para él.
Primero fuí a revisar a las felinas que nos acompañan, limpiando los desechos de su caja de arena, dándoles comida y reponiendo sus platos de agua. Ahora sí iría a preparar la comida matutina.
Empecé hirviendo agua y poniendo unos panes a tostar... Tal vez me daría tiempo de ir a comprar unos panes dulces antes de que el agua estuviese lista. Tomando la decisión me puse un calzado algo más presentable, una campera que me cubriera del frío, busqué mi billetera y dejando una pequeña nota para Larry en caso de que tarde, "Si no me encuentras, ve a revisar la tetera, deje unos panes ya tostados en la mesada de la cocina". Era una salida rápida, pero no me gustaba dejar algo así a la suerte.

En cuanto salí fuí recibido por un frescor algo exagerado en mi opinión, de todos modos lo aguanté y seguí dirigiéndome a la tienda de pan que había cerca de nuestra casa. No tardé mucho porque no estaba a más de 3 manzanas, pero el frío lo hizo sentir algo largo.
Ahora dentro del negocio, una chica rubia que usaba un vestido celeste pastel me atendió, ya la conocía por las varías veces que vine al lugar, después de todo se ve que tenía habilidad en esto, ninguna sorpresa al ser eso a lo que se dedica.

"¡Buenos días jovencito!, ¿qué se le ofrece?", siempre una voz amable que llamaba a venir más veces solo por esa alegría que llegaba a contagiar. "¿Qué tal? Y solo venía por unos pancitos dulces, ¿llego temprano para los frescos no?", "¡Claro!, ¿cuántos serían?".

Después de unos minutos ya llevaba una bolsa con unos 4 bollos, dos dulces y los otros rellenos con queso, esos eran de mis favoritos.
Mientras volvía a casa, me arrepentía de no traer una campera más gruesa o una camisa extra, realmente estaba haciendo frío. Me preguntaba cómo estaría Larry, suele ser de no ponerse algo calentito hasta que ya empieza a dar indicios de estar contrayendo algún resfrío o hasta que le daba algo con que abrigarse.

Llegué a casa y mi primer pensamiento fue ir a la cocina, donde encontré a Larry ya despierto y sirviendo un poco de café preparado en mi taza.

"Oh! ¡Buenas, hermanito! Y gracias por dejarme dormir.", sabía eso, los domingos era mejor dejarlo dormir o estaría de mal humor el resto de la mañana, ya por experiencia sabía que no era lindo ni para él ni para mi. "¿Cómo estás Larry? ¿Dormiste bien o también te duele la espalda?". Esperaba que no fuera así, por lo que preguntar era lo mínimo, aunque estaba casi seguro de que ambos tendríamos ese problema hoy día. "Estoy bien, y por suerte solo duele un poco! Nada para preocuparse... ¿Y tú?", "Nada del otro mundo, tampoco lo pienses mucho", eso era algo lindo, si bien yo me solía preocupar por él, Larry estaba doblemente pensando en mi, pendiente de mi bienestar y comodidad, muchas veces incluso antes que la suya... Eso me dejaba pensando a veces, pero no podía dejar de de verlo como un gesto tierno de su parte.

~[ᖇᗩᗷᗷIT ᕼOᒪᗴ]~^ᴹᵘˡᵗᶦˢʰᶦᵖˢ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora