El equilibrio es un elemento esencial en la Tierra. La balanza del bien y del mal. La vida y la muerte. El odio y el amor.
Una balanza muy precaria que fácilmente se inclina hacia un lado u otro, es por ello que la propia Tierra otorgó la custodia d...
Habían pasado dos días desde que Alistair y Bree habían buscado a Raina, y la chica no solo había estado pendiente de la posible amenaza al equilibrio entre los dos mundos.
Podía ser precavida y viajar hasta Forks, así estaría ya allí si las cosas se ponían feas. Aunque si aparecía por allí, por mucho que se ocultara del resto de seres sobrenaturales, Alistair notaría su presencia. Los vampiros rastreadores eran los únicos que podían captar su verdadero aroma, incluso cuando estaba camuflado.
Y estaba casi segura de que el instinto de supervivencia de Alistair se volvería más fuerte. Había posibilidades incluso de que huyera de allí, lo que le haría sentirse después culpable.
El problema era que se sentía nerviosa, como si supiera que el equilibrio iba a ser amenazado muy pronto.
Raina se aseguró de que todas las ventanas del apartamento turístico en el que se había instalado, estaban cerradas antes de sentarse en el sofá. Poniendo la palma de la mano hacia arriba, hizo aparecer la llama azul eléctrico, que parecía algo más descontrolada, y eso no era bueno.
–Más vampiros en una misma zona significa más genes cambiaforma despertando. – Murmuró preocupada, cerrando la mano y poniéndose de pie. – Las cosas en Forks se están tornando más serias, los genes cambiaforma solo despiertan para equilibrar las cosas...
La chica suspiró, tendría que finalizar su estancia en Londres y cruzar al otro lado del gran charco. Eso facilitaría su traslado hasta Forks si finalmente era necesario.
Pero Raina tenía un pequeño problema, que algo en su interior también le decía que esperara unos días más antes de abandonar la ciudad inglesa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Alistair no estaba seguro de que hubiera hecho bien en aceptar ayudar a Carlisle, porque buscar a Raina no le había aclarado cómo podía terminar la situación actual del clan Cullen.
Dejó de mirar por la ventanilla del coche que Carlisle conducía, para poder mirar a la joven vampira que había estado bajo su cuidado en los últimos meses. La existencia de Bree estaba más amenazada que la suya, pero la chica se mantenía tranquila, y eso le ponía de malhumor.
–Hemos llegado. – Esme se asomó a la parte de atrás con una pequeña sonrisa, que fue correspondida por la joven.
–Vuestra casa es muy bonita. – Dijo Bree antes de que los cuatro salieran del vehículo, siendo recibidos por una pareja que se sorprendieron al ver a la pelinegra.
–Nosotros también nos sorprendimos al verla. – Dijo Esme colocando un brazo sobre los hombros de la más joven. – Es un alivio ver que los Vulturi no la buscaron.
–Si te reconocen... – Bella miró a la chica preocupada, pero ella negó sonriendo.
–No me preocupa, Esme y Carlisle me perdonaron la vida y quería tener la oportunidad de devolverles el favor.
