Cap. 04 - La fragancia embriagadora

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Caius se detuvo en medio de la oscuridad, cerrando los ojos con frustración. Había estado siguiendo el leve aroma por las calles y los callejones de la ciudad durante lo que parecía una hora, pero la dulce esencia se desvanecía entre la maraña de olores de la ciudad. Su agudo sentido del olfato no parecía captar mucho más que el leve rastro que había estado siguiendo.

Un gruñido de frustración escapó de sus labios pálidos mientras se esforzaba por captar más del embriagador y delicado rastro que lo llevaría hasta ella, hasta la dueña de ese aroma que había captado por completo su atención.

No estaba seguro de cómo había llegado a la conclusión de que se trataba de una mujer, porque no era capaz de distinguir matices con lo leve que era el rastro. Pero algo en su interior le decía que era una chica.

Abrió los ojos sonriendo victorioso cuando el aroma cálido y dulce se volvió a filtrar entre sus sentidos, esta vez haciendo que notara la combinación única de flores silvestres y notas ahumadas que le recordaban a las brasas ardientes. Si Caius ya se sentía cautivado y atraído por el aroma, ahora sentía cómo sus instintos se intensificaban para encontrar a la propietaria.

Sus colmillos se hicieron notar, mientras un deseo intenso y primitivo en lo más profundo de su ser se abría paso. Debía estar cerca, tenía que encontrarla.

Algo había cambiado en su interior y Raina temía que fuera a causa de lo que había sucedido en el callejón

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Algo había cambiado en su interior y Raina temía que fuera a causa de lo que había sucedido en el callejón.

–¡Maldita sea! – Gritó enfurecida nada más cerrarse la puerta del apartamento detrás de ella. – ¡De todos los seres existentes en este mundo...! ¡¡¡Aghhh!!!

Raina se detuvo tras un largo rato, pasándose ambas manos por el cabello. Podría estar deseando que las cosas cambiaran o quejándose por más tiempo, como había estado haciendo durante su carrera hasta el apartamento, pero eso no cambiaría las cosas.

¿Cómo podía ser posible que su compañero fuera un vampiro? ¿No se suponía que el compañero de vida de un Keeper debía ser mortal para que así pudiera pasar el testigo a su siguiente sucesor? Así había sido con sus predecesoras que habían encontrado a sus anclas en este mundo, aquellas que habían decidido envejecer con sus compañeros.

Tenía que marcharse, era lo mejor. Tenía que centrarse en sus obligaciones como Keeper. Podía tomar el primer avión que cruzara el océano Atlántico a Estados Unidos, a partir de ahí le sería más fácil trasladarse hasta Forks.

Sin pensarlo más, sacó la bolsa de viaje de debajo de la cama y empezó a tirar dentro sus pertenencias. Fue al pequeño baño a por el neceser, al volver a la habitación tuvo que sujetarlo contra su pecho para que no se le cayera al suelo.

Ahí, observando su bolsa de viaje, estaba él. ¿Cómo no había notado que había entrado en su apartamento? Por mucho que fuera un silencioso vampiro, ella los notaba a buena distancia. Y siendo él, debería haber sido incluso más consciente de su cercanía.

UnBalance (Caius Vulturi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora