Capítulo X.

49 11 1
                                    

Ta se mantuvo en silencio por algunos segundos, tomo su taza y bebió un poco de té, lo que había escuchado era una completa locura.

—Ahora lo sabes Ta. Por esa razón...

—Guarda silencio. ¡Dios! Quiero romperte la cabeza o algo así. ¿Qué clase de mierda es esa? ¿Por qué lo hiciste?

—Soy un asco de persona... Pero... Lo amo.

—Entiendo. Claro que entiendo que este enamorado de él es precioso, pero debiste arreglar tu situación primero...

—Lo intente, lo juro. Pero no funciono, no sé en qué demonios estaba pensando. Pero estoy aquí, vine hasta aquí por una razón. Lo amo con todas mis fuerzas, no puedo vivir sin él y aunque soy consciente de que nunca me va a perdonar, al menos quiero verlo, aunque sea de lejos, por eso te ruego que me ayudes.

—Tengo un impulso enfermo de ayudarte, pero no puedo Apo, si el joven Mile lo descubre, me mata, ¿Entiendes? Y además Bible... No puedo. Simplemente no, lo lamento.

Apo tomo ambas manos de Ta y lo miro a los ojos.

—Te prometo que nadie notara que estoy aquí ¿Sí? Seré cuidadoso. Lo prometo. Te ayudare con todo. Pero te suplico que me dejes estar cerca de él.

Ta hizo una mueca, adoraba las historias de amor, pero eso más bien parecía un cuento de terror y suspenso. Pero podía ver en los ojos de Apo su desesperación.

—Está bien. Te ayudare.

—¡Gracias Ta!

—Silencio. Si nos descubren, te juro Apo que nunca te vas a deshacer de mí, tendrás que mantenerme por el resto de mis días ¿Entiendes? Porque seguramente nos quedaremos sin empleo los dos.

—Te prometo que nada de eso va a suceder, no te meteré en problemas.

—Eso espero, ya te lo advertí Apo, tendrás que encargarte de mí hasta que sea anciano y muera.

Apo sonrió aliviado.

—Nada malo va a suceder Ta. Lo juro, muchas gracias.

Ta era consciente de que estaba arriesgando demasiado, pero había escuchado cada detalle que Apo le había dicho de su trágica vida y su relación amorosa con el joven Mile, ese sujeto había sufrido demasiado y lo veía tan desesperado, que al final decidió ayudarlo, solamente esperaba que no tuviera problemas por eso.

El acuerdo era simple.

Apo había conseguido un trabajo cerca de esa zona.

Durante el día no estaría en la casa de Mile, solamente en las noches llegaría, para ayudarle a Ta a algunos quehaceres de la casa.

Ambos chicos hablaron por un largo rato y Ta le comento que Mile no quería comer, el apiñonado le explico con detalle el desayuno que preparaba para Mile y nunca entendía por qué lo rechazaba.

Apo acordó que ayudaría a Ta con aquel asunto.

Todo parecía un plan perfecto.

Apo realmente esperaba que Mile nunca se diera cuenta de su presencia, de otra manera todo se pondría muy feo.

Lo único que Apo quería era mantenerse cerca de Mile. Solamente eso. Dejo de ser ambicioso. Sabía que no sería perdonado y tampoco escuchado. Pero se negaba rotundamente a estar sin Mile.

Si debía pasar el resto de su vida en las sombras, lo haría. Ni siquiera lo dudaba. Deseaba verlo, aunque fuera a la distancia.

【✁】

Anhelo- MileApoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora