Mi estrella perdida

- Alisson - 17

-¡Quédate conmigo Ali! – se oye un grito a lo lejos - ¡No te puedes ir así, tenemos muchos planes juntas! – cada vez la escucho más lejos - ¡Tienes que cumplir tu promesa Ali, siempre juntas!

Eso fue lo último que escuché antes de caer en la oscuridad.

Ese lugar estaba oscuro y frío, se sentía una profunda tristeza en este lugar, a lo lejos pude ver a una niña llorando en el suelo.

-Necesito ser perfecta – sollozaba – Debo comportarme como una Dubois, debo dejar de pensar en mis sentimientos y debo cumplir mis obligaciones – la niña se sienta correctamente y deja de lado sus emociones. Pareciera que no es la misma niña que hace unos momentos estaba llorando desconsoladamente, ahora parece un soldado.

Empiezo a sentirme caliente y mis sentidos empiezan a funcionar. Hay demasiado ruido a mi alrededor, intento abrir los ojos, pero la luz es demasiado intensa.

-Está empezando a despertar – dice alguien antes de salir – Voy por el doctor – se cierra la puerta.

Siento un toque cálido en mi mejilla y sonrío al saber de quién se trata. Ese perfume lo puedo reconocer a kilómetros.

Mi Stella...

Abro mis ojos lentamente y veo a mi niña mirarme con preocupación antes de romperse a llorar.

-Shh no hagas mucho ruido – sonrío ligeramente – Aparte se te va a correr el maquillaje y no podrás coquetear con el personal – agarra la almohada y me pega varias veces con ella antes de volver a llorar desconsoladamente.

-No te atrevas a hacerme esto otra vez – apoya su cabeza en la cama mientras solloza y paso mis dedos entre su cabello para hacerle unas caricias de consuelo.

-Me alegra mucho que haya despertado señorita Dubois – llega el doctor – Ya llegaron los resultados de los laboratorios y no hay daño en ningún órgano – acerca una linterna a mis ojos y comienza a hacer un examen neurológico – tampoco hay daño cerebral.

-¿Y el bebé? – pregunto en voz baja y Stella me toma de la mano.

-El bebé no sufrió ningún daño, pero sí hay riesgo de que sea prematuro. Tendrá que hacer sus chequeos constantes para asegurarnos de que el bebé siga sano. – lee unos documentos de su tabla – Debo recomendar seguir una dieta rica en nutrientes tanto para el bebé como para usted, esto para prevenir cualquier secuela de este episodio.

Sigue revisando mi expediente y levanta la vista.

-Dado el caso que tenemos aquí debo recomendar que la paciente permanezca en una institución mental – volteo a ver a Stella y asiente viéndome – Les puedo recom-

-Quisiera saber las opciones en Francia – lo interrumpe Stella

¿Francia? Me ve de reojo y asiente como si me leyera los pensamientos.

-Ok, contactaré a mis colegas y cuando tenga respuestas se los haré saber – su mirada viaja de mi a Stella – Seguirá en observación hasta que la podamos trasladar a ese lugar – sale del cuarto.

-¿París? – pregunto curiosa.

-Sí – dice cabizbaja y varias lágrimas caen – Nos iremos lejos Ali – solloza – No te hace bien seguir en este ambiente – ve mi vientre. -¿Quieres seguir con tu embarazo? – le da unas caricias a mi mano.

-Sí – paso una mano por mi vientre – Tuve un sueño donde me vi a mi misma de pequeña, era de las veces que lloraba cuando no lograba complacer a mi madre o no lograr las expectativas de mi apellido – sonrío melancólica – El ver a esa niña chiquita lo único que pensaba era en abrazarla y protegerla.