II

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-Ah, Esto Odasaku ¿quien es el?—pregunto el castaño una vez que habían llegado al estacionamiento donde Oda había dejado el automóvil.

-Su nombre es Ango —responde cortante Oda— las maletas las voy a meter en el baúl del auto.

-Si gracias Oda_kun —responde Osaki— y también gracias por haber venido a recogernos.

-Yo quería irme adelante para ir platicando contigo —con un puchero— pero no sé va a poder.

-En otra ocasion será hijo —abriendo la puerta trasera— así que ya entra porque se va hacer más tarde y tenemos que desempacar todo esto

-Tia no me molesta que Osamu quiera ir adelante —despues de de haber metido las maletas atrás.

-No te preocupes Oda_kun—con una sonrisa y subiendo al auto— creo que Osamu irá donde su tío en la tarde.

-Si así es o también podemos dejar las maletas en la casa e ir a visitar al tío —emocionado— ¿verdad Odasaku?.

-Si también o depende de lo que tía quiera hacer —abriendo la puerta del piloto para entrar.

-Iremos a cenar —responde con simpleza— así que no le digas nada a Fukuzawa —haciendo una seña— le caeremos de sorpresa.

-De acuerdo tía —poniendo en marcha el auto.

Durante todo el camino los tres iban platicando a excepción de una persona que iba leyendo un libro y también viendo todas las expresiones de su pareja cuando el chico castaño le llamaba o le contaba algo, pero lo que más extraño era el apodo.

-Parece que ya llegamos —dijo parqueando el auto al frente de una casa— voy a bajar las maletas.

-Gracias Oda_kun—bajandose del auto— solo déjalas hasta la puerta de ahí en adelante nos encargaremos Osamu y yo.

-Esta bien tia —iendo a dejar las maletas al frente de la casa— bueno van a llegar más tarde a cenar.

-Si así es pero no le digas nada a tu padre —dijo seria—nos vemos más tarde Oda_kun —acariciendole el cabello para abrir la casa e entrar.

-Si nos vemos más tarde tia y tu también Osamu —con una sonrisa.

-Si,si nos vemos más tarde —tratando de camuflar su sonrojo ante la sonrisa del otro— esto Odasaku..... —acercandose al otro y besandole la mejilla— gracias por traernos y ahí llegaré mas tarde.

-S..si —colorado— bueno te espero más tarde —con una sonrisa.

-Adios Odasaku —entrando a la casa con su maleta.

Oda estaba analizando el beso que el otro le dió en la mejilla y se tocó esa parte aún podía sentir la calidez de los labios del otro, lo bueno que Ango no había visto nada ya que iba concentrado en el libro.

-¿Ya nos vamos?—pregunta una vez que el pelirrojo volvió a entrar al auto.

-Si te iré a dejar a tu casa y después me voy para la mía —dijo serio sin ninguna pizca de emoción en su hablar— no hay problema ¿verdad?.

-No, no lo hay —tratando de no mostrar alguna molestia ya que su pareja había vuelto al típico tono de voz que siempre lo trataba— más bien mi padre ya que llamo que me quería en la casa.

-Asi está mejor —poniendo en marcha otra vez el auto— ah por cierto no le digas a tu padre sobre esto.

-No le diré nada y por cierto —dudoso de preguntar— ¿quienes eran ellos?.

-Unos viejos conocidos de mi papá —responde.

Un incómodo silencio se puso entre los dos y el resto del camino los dos se callaron no hablaron entre si,cuando por fin llegaron a la casa del pelinegro este se bajó, solo espero unos minutos y el auto se retiró del lugar.

-Ni siquiera se despidió —viendo como el auto se iba— pero ya se cómo es el, el solo muestra sus emociones para guardar las apariencias.

Más adelante en el camino cuando ya se dirigía para su casa Oda se detuvo un momento para dejarse caer sobre el volante del auto al recordar el beso que Dazai le dió en la mejilla y sonrió también cuando recordó que más tarde lo vería.

-Hay Osamu por lo menos me hubieras avisado con tiempo —sonrojado— comprare cangrejo para el —para encender el auto nuevamente y dirigirse al supermercado para comprar unos ingredientes.

Ango estaba en su casa pensativo porque el cambio de actitud tan repentino cuando llegaron al aeropuerto, primero estaba a la defensiva en el primer mensaje y ya cuando le cayó el segundo mensaje empezó a buscar con desesperación a una persona y cuando vio al castaño corrió a su encuentro y lo abrazo con una emoción que no podía describir.

-No se pero creo que es alguien conocido de el —dijo restándole importancia— pero es algo extraño, bueno es algo natural Oda es un alfa y su carácter es fuerte por naturaleza.

En otra parte el castaño estaba acostado en su cama algo sonrojado por lo que hizo.

-Y si a Odasaku no le gusto —piensa— tal vez está molesto —con un puchero.

-No está molesto si es lo que te preocupa —le dice su madre— así que no te preocupes.

-Bueno creo que fue algo impulsivo besarle la mejilla —sonrojado.

-Tu mismo lo dijiste que lo ibas a conquistar así que no te rindas apenas empiezas —se rie— ya que quiero que Oda_kun sea mi yerno.

-¡MAMÁ! —sonrojado— pero tienes razón no me rendiré tan fácil —levantandose de la cama para quedar sentado en esta— lo voy a conquistar.

-Ese es mi niño —con una sonrisa y acariciándole el cabello— deberías de bañarte dentro de una hora iremos donde Fukuzawa.

-Si mamá.

En la casa de Oda, Fukuzawa se extraño cuando su hijo llegó alegre a la casa y con cosas del supermercado, esa sonrisa se le hacía conocida pero no hizo bulla si no que solo ayudo a preparar la cena para los invitados misteriosos.

Continuará...

¿un engaño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora