III

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El peliblanco noto que su hijo estaba emocionado preparando la cena y tarareando una vieja canción que solo cantaba cuando era un niño pequeño, ver a su hijo tan feliz lo hizo sentir nostálgico como cuando cierto omega castaño estaba aquí, pero solo se acerco a el y se puso a su lado para poder ayudarle a preparar la cena.

-¿Porque tan alegre? —le cuestiona su padre— no creo que sea por Ango.

-Es una sorpresa para papá —viendo para otro lado— así que espera para más tarde.

-Oh que misterioso —dijo con una sonrisa—me hace sentir tan feliz que estés con esa sonrisa.

-Gracias papá —con una sonrisa— si es algo que me hace muy feliz.

-Bueno terminamos de hacer la cena y para recibir a nuestros invitados misteriosos —le dice.

-Si....terminemos.... De hacer esto —tratando de ocultar su sonrojo.

-¿Cangrejo?—ve el paquete— ya tengo una pista de quienes serán los invitados.

Solo negó con la cabeza y termino de ayudar a su hijo a hacer la cena, los dos platicando como normalmente siempre lo hacían.

-¿Entonces aún no a cambiado su actitud hacia ti? —dijo el padre de Ango.

-Pero solo es cuando estamos en privado —admite avergonzado— pero el es muy cariñoso y me demuestra que me ama.

-Esa actitud también la tenía tu madre —negando con la cabeza— talvez más adelante cambie esa actitud hacia ti.

-Yo no creo que sea eso —piensa su hermana menor— pero mi hermano es un tonto —con un puchero.

-Ya se que no te cae bien Oda —se acerca a su hermana— por favor intenta llevarte bien con el —acariciandole el cabello.

-Lo intentaré —volviendo a jugar con su consola— no prometo nada.

Ambos adultos suspiraron rendidos ya que no encontraban la manera de que la pequeña se llevará bien con su cuñado, porque desde que el pelinegro empezó su relación con el pelirrojo su hermana le cayó mal desde un principio.

-Pero siempre me va a caer mal —con un puchero— nunca lo voy a aceptar como mi cuñado y cuando te lastime no te consolaré.

-No me va a lastimar —abrazando a su hermana— así que tranquila.

-Mushi es mejor —dejando que su hermano la abrace— el si demuestra que te quiere y no como otro.

-Recuerda que es un alfa y por eso muestran esa actitud —viendo para otro lado— necesitan ser fuertes y con carácter.

-Mentira porque Gin no es así —separandose del abrazo— ella no importa si es en público o en privado ella siempre me muestra afecto —sacandole la lengua— nunca voy a querer a Oda.

-Jamas se va a llevar con el —negando con la cabeza y acercandose a sus dos hijos— pero lo intentara y eso es un peso menos.

-Pero no prometo nada ya dije —cruzando sus brazos— pero lo intentaré haber.

Los tres miembros de la familia se quedaron en silencio por mientras lo disfrutaban ya que era bastante cómodo pero aún así la pequeña sentía esa inseguridad pero la iba a dejar pasar ya que no quería que su hermano se preocupara.

-¡Osamu apúrate! —grito su madre— el taxi ya llegó.

-¡Ya voy! —agarrando su chaleco— perdón me tarde.

-Vamonos ya —rodando los ojos— no quieres hacer esperar a Oda mucho tiempo ¿verdad?.

El castaño negó con la cabeza enérgicamente para después salir de la casa con su madre para si dirigirse a la casa de su tío.

Desde que se fueron de la ciudad la conexión con su tío se rompió ya que su madre quería olvidar todo lo relacionado con esa ciudad desde que su padre los abandonó a ambos ni decir un motivo o dejar una nota, solo los dejo atrás.

Su madre es una famosa diseñadora de modas y cuando le salió la oportunidad de trabajar en Francia la tomo ya que quería irse de ahí y se lo llevó a él, ahí fue cuando se despidió del alfa que estaba enamorado y no sabía que había sido de su vida durante ese tiempo, el se había interesado en alguien más o ya tendría a alguien en su vida(hay mi niño si ese alfa está loco por ti), pero si no era asi lo conquistaría ya qur eso de que el alfa este cortejando al omega es escuela antigua, está vez sería al revés.

-¿Crees que el tío le de algo si nos vuelve a ver?.

-Se va a desmayar lo más seguro —comenta con una sonrisa— pero tú tranquilo.

-Si mamá... —recostandose en el hombro de ella— no puedo esperar a volver a verte —piensa.

-Es algo extraño volver a esta ciudad después de haberme ido tanto tiempo —viendo hacia la ventana— solo espero no encontrarme con el.

Oda los nervios lo estaban traicionando ya que sentía que en cualquier momento se desmayaría ya que lo vería nuevamente a ese omega castaño que fue y sigue siendo su primer amor.






















Continuará...

¿un engaño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora