🌕MEZTLI🌕

Capítulo 16

🌕MEZTLI🌕

Me sentía perdida, como si me encontrara en una suave nube que me llevara flotando en la atmósfera, tal vez era demasiado cómodo. No sabía en dónde estaba ni me importaba saber en ese momento, yo estaba felíz durmiento.

Al menos hasta que me moví...

Sentía una incomodidad en donde no sabía que podía tenerla...

¿A caso me había caído sentada?... No, no recuerdo haberme caído antes, Cronos habría evitado que cayera seguramente, últimamente me cuida demasiado, lo bueno de tener una mascota macho es que será tu fiel admirador y protector. Entonces haberme caído no era una opción...

Traté de levantar mis piernas, pero me temblaron demasiado... Me asusté, y finalmente abrí los ojos. 

Meztli: ¡Crónos!

Grité del puro susto, y en cuanto lo hice mi serpiente estuvo ahí, sobre mí, mirándome detenidamente mientras sacaba la lengua como analizando que estuviera viva.

Meztli: ¿Tú sabes qué pasó?

Buddha: ¡Ah, ya despertaste pequeña Meztli! Te la llevaste larga jajaja.

Escuché la voz de Buddha en la entrada de la habitación, así que de inmediato me levanté con ayuda de Cronos. 

Buddha: pensé que dormirías hasta el medio día, les dije a los demás que probablemente no llegarías a la reunión del consejo.

Dijo acercándose a la cama con una charola en las manos. Finalmente abrí bien los ojos y miré a mi alrededor, no estaba en mi habitación, mi habitación era plateada y brillante, no estaba llena de telas ni tampoco tenía una cama en forma de flor de loto... 

¡Carajo, estaba en la habitación de Buddha!...

En ese momento un bombardeo de recuerdos vinieron a mi mente. La noche anterior me había pedido que me quedara a dormir con él. 

El recuerdo de la habitación oscura y únicamente iluminada con algunas luces de color rosa llegó a mi mente, pude oír muy claro en mis recuerdos mi voz, estaba casi gritando, pero no eran gritos de dolor... ¡Demonios ya sé qué pasó!

Buddha: Debes estar muy cansada pequeña Meztli.

Lo escuché susurrar en mi oído, cosa que me sobresaltó y volteé a verlo de inmediato, y al instante en que estuvimos cara a cara, sentí sus labios sobre los míos dándome un beso fugaz.

Buddha: Si quieres seguir durmiendo adelante, ¡Mi cuarto es tu cuarto!

Yo solo pude cubrirme la cara de lo extremadamente roja que estaba, ¿Cómo él puede estar tan tranquilo? Siempre tiene una actitud confiada y divertida, a veces quisiera ser como él.

Buddha: Por cierto, ve pensando en el nombre de tus hijos.

Meztli: claro... ¡¿Qué?!

Pregunté en un gritó en cuanto me dí cuenta de lo que había dicho.

Buddha: jajaja ¿Qué?

Meztli: ¡¿Cua... Cuáles hijos? Yo no tengo matríz!

Respondía a todo pulmón dándole golpecitos en el brazo, a lo que él inmediatamente se volvió a soltar a reir. 

Claro que yo lo miré mal, y aún con mi cara totalmente roja. 

Buddha: yo lo sé muy bien mi pequeño dulcesito.

Dijo dándome un beso en la frente... ¿Y esa confiancita?... ¡Ah cierto! Que anoche andabamos haciendo cardio...

Buddha: no me refiero a tí, me refiero a las personas que tanto le estuvieron pidiendo un hijo a la luna hace tres meses, ¿Recuerdas?