Historias cortas [LEVI ACKERMAN]

●Guardaespaldas● III

Respirando agitadamente, Levi se detiene un momento para mirarla a los ojos. Acaricia su mejilla suavemente admirando la belleza femenina.

—No deberíamos... pero ya no puedo negar lo que siento. Solo prométeme que esto quedará entre nosotros— besa a la joven con suma ternura— esta noche eres mía.

La joven asiente, enrolla sus piernas en las caderas de Levi. Entiende su miedo de perder ese trabajo, todo por dejarse llevar por una noche de placer.

—Queda entre tú y yo...—susurra sobre los labios de él—Solo te pido que.... seas cuidado conmigo, Levi— acaricia los cabellos del azabache—S-soy... virgen aún.

Levi la mira a los ojos con ternura, acariciando la mejilla de la joven para relajarla.

—No te preocupes, seré gentil. Lo último que quiero es lastimarte—Da otro beso suave— Confía en mí. Esta noche solo importamos nosotros.

La atrae más a él, acariciando su cuerpo con cuidado, descubriendo cada curva con sus manos. Quiere hacerla sentir amada, que olvide todo excepto ese momento que comparten. Sus labios recorren su piel con besos tibios arrancando suspiros a la joven.

La joven tiembla ligeramente ante la anticipación de sentirlo, de experimentar y sentir por primera vez lo que era el sexo. Lo ve colocarse el condón con maestría y acomodarse entre sus piernas.

Ella respira hondo cerrando sus ojos, lista con adentrarse a ese nuevo mundo.

—Estoy lista...

—De acuerdo— Levi acaricia la mejilla de _____— Solo relájate y déjate llevar por lo que sientes. Iré con cuidado.

Toma en mano su miembro y con cuidado entra en ella poco a poco conteniendo sus instintos para no lastimarte. La besa con suavidad para distraerla del dolor inicial.

Ella suelta un quejido apretando su agarre de los cabellos de Levi, sintiéndose rotación y extraña.
Cuando la siente lista, se adentra completamente permaneciendo quieto para que se acostumbre a la sensación.

—Dime que tal, ¿Estas bien?

Abre sus ojos encontrándose con esos grisáceos que tanto la inquietan y fascina por igual. Asiente sintiendo sus mejillas arder ante esa vista de él encima, preocupado por su bienestar.

—Estoy bien, no te preocupes— sonríe acariciando el rostro de él— sigue...

Levi no puede evitar esbozar una tenue sonrisa al verla así, sonrojada y tímida ante él. Acaricia sus mejillas rojas con dulzura.

—Eres realmente hermosa— susurra antes de besarla.

Comienza a moverse lentamente, observando atentamente su reacción. Sus embestidas son suaves y pausadas al principio, aumentando poco a poco el ritmo según va notando que el placer va sustituyendo al dolor en su rostro. Sus labios recorren su cuello y hombros entre gemidos.