— ¿Lista?— le pegunte cuando salí de mi habitación ya arreglada mi cabello estaba atado en una coleta y deje mi fleco recto.
— ¡Sí!— grito emocionada, corrió a su habitación y regreso con la correa para que el cachorro no se escapara.
Bajamos las escaleras y tome mis llaves de la mesa del living
— ¿Iremos en el auto?— pegunto extrañada
—A si es...— le conteste —Iremos a otro parque más bonito— le dije riendo
Llegamos a un hermoso parque, estaba solo a cinco minutos de casa, pero no tenía muchas ganas que digamos de caminar.
Ana rápidamente corrió a los juegos y yo solo me senté en una banca debajo de la sombra de un gran árbol. Recargue mi cabeza hacia atrás, tenía tiempo de no sentirme tan tranquila, el viento chocaba ligeramente conmigo y el sonido de las hojas de los arboles al moverse era relajante. No se por cuánto tiempo estuve así, mantenía mis ojos cerrados mas no estaba dormida.
Pero mi tranquilidad y relajación se fue cuando Ana llego llorando a mi lado.
— ¡Hey que paso!— le pregunte asustada paro ella apenas y podía hablar por el sentimiento que traía —Haber deja de llorar...— le dije tranquilizándola —Respira...— respiraba agitadamente
—Pe... pelusa se me perdió— dijo y nuevamente se soltó llorando
—Ana...—alargue riendo —No llores...— limpie su rostro que estaba completamente empapado —Mejor vamos a buscarlo ¿sí?— le dije y asintió con la cabeza tallando sus ojitos — ¿Cómo se te escapo?— le pregunte ya que apenas y lo soltaba al pobre
—Quería subir a un juego y solo lo deje poquito tiempo y lo quise atrapar y corrió— se entrecortaban sus palabras
—Y por qué no me dijiste que te lo cuidara— solo subió sus hombros en señal de 'no lo sé' —Bueno vas a ver que ahora lo encontramos— comenzamos a recorrer todo el parque pero era enorme. Ana se dedicaba a llamar al cachorro, mientras que yo preguntaba si lo habían visto.
Estábamos por darnos por vencidas, nos sentamos en una banca y Ana comenzó a llorar de nuevo.
—Ana no llores...— le dije acariciando su cabello, ella cubría su rostro con sus pequeñas manos —Podemos poner carteles o no sé...— le dije tratando de calmarla
—Creo que esto es de ustedes...— esa voz... esa voz podía reconocerla a cientos de ¡kilómetros!
Ana rápidamente volteo, mas yo no lo hice y no lo haría
— ¡Pelusa!— alargo Ana fugazmente se puso de pie y corrió hacia atrás, donde estaba... enrique
Me puse de pie y voltee nuestras miradas se conectaron, pero inmediatamente 'rompí la conexión'
enrique estaba con Sophie quien sonriente me saludo y le entrego el cachorro a Ana, claramente le devolví el saludo con una enorme sonrisa.
—Gracias— le dije fríamente a enrique — ¿Ana nos vamos?— le pregunte
— ¿No nos podemos quedar un ratito más?— pregunto con una cara a la cual no me pude negar
—Esta bien— le dije y esta me entrego al cachorro para luego correr a los juegos junto con Sophie
Me senté nuevamente en la banca recostando a Pelusa en mis piernas, ignorando por completo la presencia de enrique
Lo vi rodear la banca y se sentó en el otro extremo de esta. Yo solo acariciaba al cachorro que estaba a punto de quedarse dormido, mientras que enrique movía sus pies con ¿nerviosismo?
— ¿Y... Y como estas?— lo escuche hablarme mas no sabía si responderle o si seguir ignorándolo
—Perfecto— mentí
—M... me alegra— dijo y comenzó a jugar con sus dedos —Yo... yo estoy terrible ¿Sabes?— sentía su mirada sobre mi más aun así yo seguía sin voltear a verlo —La chica a la que amo me dejo— respiro profundamente mientras yo trataba de no soltarme a llorar
—Algo muy malo debiste haberle hecho... Pobre anna — dije poniéndome de pie —Espero y solucionen sus problemas— me di la media vuelta y comencé a caminar
—______ — escuche sus pasos detrás de mí —Tu mejor que nadie sabes que es a ti a la que amo— me tomo de la cintura
—No...— reí amargamente y quite su mano—...Eso creía— enfatice la última palabra —Pero cuando se ama a una persona... no se le lastima así— no pude más y una lagrima se fugó pero inmediatamente la desaparecí
—Por favor déjame explicarte— acaricio mi mejilla
—enrique basta— le dije corriendo mi rostro —No tienes nada que explicarme y a mi no me interesa escuchar nada de ti— no quería. No era ni el momento ni el lugar indicado
—______ (tn)...
—Solo déjame en paz ¿sí?— nuevamente volví a caminar, no podía ir muy lejos. Ana seguía jugando, pero solo quería alejarme de enrique no podía soportarlo
— ¿Me amas?—escuche a solo unos segundos que lo había dejado atrás, deje de caminar — ¿______ me amas?— volvió a preguntar, a estas alturas ya no pude guardar más las lágrimas y estas comenzaron a empapar mis mejillas —Solo respóndeme...— ahora me hablaba al oído —Solo dime que no y te juro que no vuelvo a molestarte más...—
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EL Niñero Enrique iglesias y tu TERMINADA
RandomLA NOVELA HA FINALIZADO ME GUSTO BASTANTE HABERLA ADAPTADO PARA LOS ENRIQUETTES