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— ¡Mane! le dije riendo — Es que... es que él es increíble— dije seguido de un suspiro

—Si claro 'increíble'— era bastante notorio su sarcasmo —Creo que 'idiota' le queda mejor— volteé a verlo fulminantemente y vi como vale le enteraba el codo en sus costillas
— ¿Quien está saliendo con él? ¿Tu o ella?— me defendió vale
—Si lo sé... pero él no termina de agradarme para ______ — agito mi cabello
— ¡Hey!— ahora yo lo golpe —Deberían de conocerse más...— le dije sonriente —En realidad él me hace feliz— me detuve para sacar las llaves de mi auto ya que habíamos llegado a este, pero en lugar de buscarlas seguí hablando —Es tierno, divertido, cariñoso...
— ¡Basta chica! ¡Qué comenzaras a tirar baba!— riendo vale me interrumpió, cosa que agradezco si no hubiera seguido así por horas
—Pues más vale que no se pase de 'cariñoso' si no yo iré ha darle 'cariño' a mi manera.
—Hey no te metas con mi novio, tú tienes a mi amiga — le dije soltando una carcajada, obviamente no se refería a esa clase de cariño. Entendí claramente el 'sabes a que me refiero' que me decía con su mirada. Lo abrase a él y después a vale —Nos vemos mañana— les dije sonriente mientras buscaba mis llaves, ellos se fueron en el auto de mane. Después de cerca de diez minutos de buscar las llaves, las encontré al fondo de mi bolsa.
Subí al auto para conducir hacia casa, cuando me puse a pensar que no había comprado nada para enrique y seguramente el había preparado algo especial.
Cambie de dirección hacia el centro comercial, estacione el auto, tome mi bolso y baje. A la velocidad de la luz recorrí el centro comercial en busca de algo, pero no lograba decidirme, estaba entre una camisa y una loción. Pero ninguno me convencía.
Regresaba a la tienda donde había visto la loción, pero pase por una joyería y vi un hermoso dije de plata en forma de corazón, el típico que se divide convirtiéndose en dos.
Entre a la joyería y pregunte por el, me dijeron el precio y afortunadamente entraba en mi presupuesto, al momento le grababan iniciales o lo que quisieras que llevara y además venia con todo y cadenas. Solo pague un extra por otra cadena, así la de enrique seria un poco mas larga y mas gruesa. El que seria mi dije tenia una 'E' grabada y el de enrique una (la incial de tu nombre )
Pague con mi tarjeta de debito, seguramente mi padre me preguntaría en que había utilizado mi dinero, pero eso no importaba ahora.
La mujer que me atendía guardo la cadena de enrique en una pequeña caja blanca con plateado.
Ya en el auto tome mi cadena y la colgué sobre mi cuello pero la escondí debajo de mi blusa.
Partí hacia la casa, el auto de enrique estaba en el porche, así que obviamente estaba en la casa, tome la caja y mi bolsa.

No se escuchaba ningún ruido, seguramente estaba arriba. De todos modos lo busque en la sala, pero no estaba, estaba por subir cuando escuche un fuerte ruido en la cocina como si algo se hubiera caído.
— ¿enrique ?— pregunte mientras caminaba hacia la cocina, pero antes de llegar a esta enrique salió rápidamente
— ¡Hey!— dijo algo ¿nervioso? mientras se pasaba la mano rápidamente por el cabello
— ¿Estas bien?— le pregunte aunque claramente no estaba bien su nerviosismo se notaba a kilómetros
—S...si ¿y tu?— no pude evitar soltar una carcajada
—enrique enserio estas...— no pude terminar de decir la oración, cuando logre ver a anna saliendo de la cocina. La sonrisa de mi rostro desapareció rápidamente al notar el intenso color rojo de los labios de la tipa, y no precisamente era de lápiz labial.
—Hasta luego lindo— se dirijo a enrique y beso su mejilla, contuve mis ganas de arrancarle las extensiones de cabello y sostuve mi aniquilante mirada sobre el
—______ no es lo que estas pensando— comenzó a hablar aceleradamente, solo espere a que la "ex novia" de enrique saliera de la casa.
—No me expliques nada— cerré mis ojos fuertemente para tratar de controlar mi enojo —Todo es mas que obvio— lance fuertemente la pequeña caja hacia su pecho.
Pero como era de esperarse la atrapo, rápido comencé a subir las escaleras
—_______ déjame explicarte— corrió detrás de mí y me sujeto del brazo evitando que siguiera caminando
—Suéltame ahora mismo— le dije sin siquiera voltear a verlo
—Por favor escúchame— insistió pero simplemente tire mi mano fuertemente haciendo que me soltara, seguí caminando ignorando los llamados de enrique Llegue a mi habitación y cerré la puerta recargándome en esta, por más que trataba de contener las lagrimas que se habían acumulado en mis ojos, no logre hacerlo más y estas cayeron empapando mi rostro. Me sentía tan estúpida, tan utilizada.
¿Como podía haberme hecho eso?
—Hermosa ábreme— escuche detrás de la puerta seguido de dos golpes en la puerta, me deslice aun recargada en esta hasta que llegue al piso
—Vete!!!!— mi voz se entrecortaba
—Princesa por favor no llores déjame explicarte— se dio cuenta del sentimiento en mi voz
— ¿Que no llore?— reí amargamente — ¿Que quieres que haga , enrique iglesias que este muerta de la risa, o que haga de cuenta que nada paso?— las lagrimas aumentaban al igual que el dolor que tenía en el pecho
—Ábreme y déjame explicarte.— pidió nuevamente pero no le respondí, no le abriría. ¡Me había engañado! ¡En mi propia casa! y todavía se atrevía a decirme que no llorara. Mane tenía toda la razón. Es un idiota.
Rápido llego a mi mente mane, si se enteraba de esto, no demoraría en matarlo. Aunque realmente no lo necesitaba, yo misma podría hacerlo con toda la rabia que se había creado en mi interior. Obviamente ni él ni vale podrían enterarse.
—Tienes que escucharme yo llegue y...— comenzó a tratar de explicar pero otras voces lo interrumpieron
— ¡______ Volvimos!— ¿eran mis padres?
Inmediatamente limpie mis lagrimas, me puse de pie y abrí la puerta. Ahí seguía enrique estaba igual de sorprendido que yo.
—Son tus padres— se acercó para tomar mi mano pero retrocedí
—Pero en que buen momento llegaron— dije fríamente —Así no tendré que explicar nada— llene mis pulmones con oxigeno mientras trataba de mantener la frente en alto
— ¿C...cómo?— preguntó sin entender
—Entre tú y yo no paso... y no hay absolutamente nada— hacia un gran esfuerzo por no desmoronarme y llorar sin parar, me dolía enormemente.
—No _______ , tu sabes que te amo y nunca podría herirte, déjame explicarte— volvió a acercarse a mi
—Déjame— lo que sentía era imposible de explicar, sentía unas fuertes punzadas en el estomago y en el pecho y lo que era peor no podía contener mas las lagrimas. Las limpie con rabia nuevamente y le saque la vuelta, pero roso su mano con la mía y la tomo delicadamente
—No me hagas esto— susurro en tono de suplica
—Yo no hice nada— ¿cuando habíamos cambiado de papeles y ahora la mala de la historia era yo? —Cuando yo te decía que te amaba, no jugaba— mi intento por qué no se quebrara mi voz era inútil. Hice que me soltara y camine por el pasillo, hacia un enorme esfuerzo para controlar mi respiración y lagrimas. Llegue a las escaleras y logre ver a mis padres y a mi hermana Cambie mi deprimente rostro por una forzada sonrisa, me alegraba mucho que ellos estuvieran de vuelta. Así que enrique se iría junto con todas sus malditas farsas. 

EL Niñero Enrique iglesias y tu TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora