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Lo ignore fingiendo que no lo había escuchado, salí, pero volvió a llamarme
—_______ (tn)…— me di media vuelta para verlo —Quiero hablar contigo…— me dijo 
—Sabes… tengo detención, y ya voy tarde…— le dije fríamente mientras salía
—Entonces te llevo…— me dijo caminando hacia donde yo estaba
—No… no es necesario— le dije pero ahora él fue el que me ignoro
Subí al auto, en realidad si era necesario ya que ni de broma llegaría en veinte minutos si me iba caminando, y no estaba como para soportar doble castigo, ya que aun sentía que mi cabeza estaba por explotar. 
El ambiente en el auto era demasiado denso, gracias al incomodo silencio que había, normalmente íbamos peleando, pero ahora ninguno reclamaba absolutamente nada.
Gire un poco mi cabeza, para poder verlo. Ya que gracias a mis lentes no se daría cuenta de que lo miraba. Su mirada no se despegaba del camino, y su rostro era totalmente neutro. Mire su cuello y tenia igual unas marcas en el. Solo que se notaban un poco más.
-Dime que no las hice yo, dime que no las hice yo, dime que no las hice yo…- rogué en mi interior mientras regresaba mi mirada hacia el frente.
Se paro en la puerta del colegio y volteo a verme
—De verdad necesito hablar…— me dijo
—Me iré caminando a la casa…— le interrumpí y baje del auto 
Sinceramente no quería hablar con él, se había aprovechado del estado en el que estaba, y peor aun, teniendo novia. Así que no hablaría con él para nada. Solo fingiría que nada había pasado. O más bien que no recordaba nada.
Mientras entraba, escuche el rechinar de las llantas del auto de enrique, se había molestado.
Entre para dirigirme al aula de detención, en el camino me topaba con personas que me sonreían, me saludaban de lejos o me decían ‘Buena Fiesta’. Sin ponerles mucha atención seguía caminando, hasta que me tope con alguien que me miraba con cara de pocos amigos. -Rayos- pensé mientras le dedicaba mi mejor sonrisa.
—mane … — alargo imitando mi voz, ya que así lo había hecho cuando me dijo que no me quería ebria
—Lo siento… se me escapo de las manos…— le dije con cara de cachorro abandonado
—No… ¡ese fue el problema!— me dijo serio —el problema fue que la botella no se te escapo de las manos…— alzo al voz 
—Hey… hey tampoco me grites…— le dije riendo
—Y luego el idiota ese… nos culpo a mí y a vale — me dijo algo molesto
— ¿Por qué?— le pregunte sin entender
—Nos dijo ‘Que no pudieron evitar que bebiera’— me conto – ¿Se preocupó por mi?-
— ¿Y qué le dijiste?— le pregunte
— ¿Hey que es esto?— me dijo mientras tocaba las marcas de mi cuello 
—No son nada…— le dije tratando de ocultar mis nervios
—Como que no son nada… — me dijo mirándome —Estas no son marcas cualquiera…— descubrió de que se trataba 
—Es alergia…— mentí 
—Tengo tres años de conocerte y nunca te había dado una alergia…— me dijo bastante seguro — ¿Estuviste con enrique?— me dijo ahora evidentemente molesto tomándome del brazo 
— ¡Claro que no mane !— mentí nuevamente, ya que no le podía decir -Si estuve con él… pero de tan borracha que estaba no recuerdo nada…-
—Dime la verdad, que ahorita mismo voy y lo busco…— me conocía muy bien, no podía ponerme más nerviosa o se daría cuenta.
— ¡Que no !— le grite 
— ¡______ (tn) estabas muy mal! ¡Ese idiota pudo a verse aprovechado!— me dijo tratando de controlar su enojo
— ¡Pero no lo hizo! ¡Ya te lo dije!— hice un movimiento para que dejara en libertad mi brazo —Tengo que irme…— le dije mientras comenzaba a caminar.
Entre a la aula de detención, todos voltearon para ver quien había entrado.
—Alguien tendrá doble castigo…— reconocí esa chillante voz, Volteé hacia donde estaba coni y la fulmine con la mirada.
—Tu tabla…— me pidió el profesor que nos cuidaba
—Aquí esta…— le dije cuando llegue al escritorio
—Siéntate allá…— me dijo indicando el lugar entre un sujeto desconocido para mí y coni
—Sabe… preferiría sentarme aquí… — le indique un lugar de los de adelante
—No recuerdo haberte preguntado donde…— me contesto sin siquiera despegar los ojos del periódico.
coni soltó una estúpida y sonora carcajada. -Tranquila…- una voz en mi interior trataba de tranquilizarme. Camine hacia el asiento, puse mi bolsa en mis piernas y me cruce de brazos mirando hacia el frente.
— ¿Si?— escuché un susurro de coni , lo suficientemente audible para mí — ¿mm… una bailarina?— rio —Pues no lo sé… conozco a una, que seguro si le das algo de dinero hasta la ropa se quita…— soltó una risa burlona, sabía que se estaba refiriendo a mí. —Si… y tiene una amiga rubia, que seguro también lo hace…— bien ahora si me quedaba claro que se refería a mí. Y ya me había sacado de mis casillas, tome mi bolsa y la puse en la mesa, para ponerme de pie.
—Si tienes algo que decir, dímelo directamente…— le dije parándome frente a ella, provocando que todos voltearan a ver 
—Yo nunca mencione tu nombre… pero si el saco te queda…..— se puso de pie 
—No sé si te das cuenta de lo hueca y estúpida que eres…— le dije dándome la vuelta para sentarme, ya que no valía la pena partirle la cara ahora. 
— ¡Siéntense ya!— nos grito el profesor 
— ¡Pero tan siquiera no soy una zorra como tú!— dijo en un susurro, pero por desgracia para ella, Lo escuche.
—Mira ya me estas hartando…— le dije poniéndome de nuevo frente a ella.
— ¡Siéntense!— volvió a interrumpir el profesor...
—No te tengo miedo…— me dijo empujándome 
—Nunca… pero nunca debiste de haber hecho eso—

narra enrique 

— ¿Si?— respondí el teléfono de la casa
— ¿enrique iglesias ?— pregunto la mujer del otro lado de la línea
—Si…— conteste
—Hablo del colegio de ______ (tn) Smith… y hubo un problema y necesitamos que venga— me informo seriamente
— ¿E… ella esta bien?— pregunte algo nervioso
—Si… pero necesitamos que venga — finalizo la llamada
- ¿Ahora qué?- pensé mientras tomaba mis llaves y chaqueta para ir al colegio, subí al auto y en un par de minutos ya lo estaba estacionando en el frente del instituto.
Entre al campus, había mucha gente, algunos entrenaban y otros simplemente platicaban, antes de entrar al edificio, me encontré al tal ‘Mane ’ ese. Ambos nos aniquilamos con la mirada, para luego cada uno seguir a su destino -Imbécil- le dije en mi mente, aunque las ganas de gritárselo en la cara no me faltaban.
—Hola Soy enrique iglesias…— le informe a la secretaria 
—Ah… pase el director lo está esperando— me dijo mientras me permitía pasar a la oficina, camine detrás de ella hasta que llegamos a la puerta, dio dos golpes y abrió la puerta.
Reconocí a ______ que estaba sentada, pero solo la veía de espaldas.
—Pase…— me indico el director
Entre y me senté en el sillón que estaba a un lado de ______ (tn) volteé a verla y traía un rasguño en su mejilla izquierda.
— ¿Pe…pero que paso?— pregunte cuando la vi, ella ni siquiera volteo a verme
Narra ________(Tn)

—_______ (tn) y coni…— comenzó a hablar el director —Decidieron arreglar sus problemas vulgarmente…— le conto mientras yo solo miraba hacia el piso —El profesor que las cuidaba, me comenta que fue coni la que comenzó el problema— sonreí victoriosa —Pero aun así, _______ (tn) le siguió la corriente, y creo que de eso ya habíamos hablado ¿o me equivoco?— pregunto mirándome yo solo negué con la cabeza. —Así que ambas serán suspendidas por dos semanas…. — volteé a verlo sorprendida —Y si al regresar vuelven a causar problemas ambas serán expulsadas de la institución— dijo seriamente
— ¿Pero en vez de suspensión, no se le podría aplicar otro castigo? Perderá muchas clases— le dijo enrique 
—Lo siento, pero ya he hablado muchas veces con ella, incluso estaba condicionada, ¡si debería expulsarla! Pero no lo estoy haciendo, así que esta es su última oportunidad…— le dijo a enrique, para después mirarme a mí.
—Está bien…— acepto enrique
—Creo que el castigo no es nada, a lo que realmente debería hacer…— me dijo y asentí con la cabeza. Ambos nos pusimos de pie para salir de la oficina, pero antes de salir el director me llamo.
—Smith… ¿estás segura de que no quieres entrar al equipo de lucha?— solté una carcajada que se unió a la de el
—No… de nuevo gracias…— le dije entre risas
Salimos de la oficina, enrique permanecía callado mientras caminábamos por los pasillos, hasta que se digno a hablar.
—Es que ya no sé qué hacer…— dijo riendo nerviosamente —Te quite el auto y el dinero…— enumero con sus dedos —Y aun así sigues causando problemas…—
—Ella inicio…— me defendí
—Pero pudiste evitarlo… mira como te dejo…— toco mi mejilla 
—Hubieras visto como quedo ella…— le dije seriamente mientras corría mi rostro y dejara de tocarme
Seguimos caminando hasta que llegamos a la salida del edificio, y antes de llegar a la salida del campus, escuche que gritaban mi nombre, volteé y era mane el que corría detrás de nosotros, venia con su traje de americano, seguramente se había salido del entrenamiento. Me detuve, pero enrique solo hizo una cara de fastidio al verlo y siguió caminando
—Quiero hablar contigo…— me dijo mientras trataba de recuperar todo el oxigeno perdido al correr 
—Si es sobre eso… ya te dije la verdad— le dije recordando lo que había pasado hace unas horas
—No… platiquemos bien…— me dijo sonriente
—Esta bien…— acepte —Solo que seguramente estoy castigada, así que ve a mi casa…— le dije
— ¿Castigada?
—Si… estoy suspendida dos semanas…— solté una carcajada
— ¿coni?— pregunto obvio
—Si…— volvió a reír —Al fin le di lo que se merecía…
—Entonces acabo el entrenamiento y voy a tu casa ¿sí?— me pregunto sonriente
—Perfecto…— me despedí y camine hacia el auto de enrique 
—Creo que está más que claro que estas castigada ¿no?— me dijo sin despegar la mirada del camino —No saldrás desde ahora, hasta que lleguen tus padres…— me dijo pensativo —No celular… no llamadas, a menos que sea importante…— No reclame nada, en realidad no tenía ganas de pelear ahora con él.
— ¡Pero que le paso señorita!— me dijo una de las de limpieza
—No paso nada…— le dije riendo —Solo un pequeño problema…— deje mi bolso en la mesa. 
La casa ya estaba completamente limpia, me senté a un lado de la barra de la cocina y tome mi cabeza entre mis manos.
—Eso pasa cuando bebes en exceso…— escuche la voz de enrique —Ten… tómatelas— me dijo mientras a un lado de mi dejaba un par de aspirinas. Las tome y me puse de pie por un vaso de agua.
—Joven…— le dijo a enrique una de las trabajadoras —Necesitamos estas cosas…— le entrego una lista cuyo contenido desconocía.
—Está bien… ya mismo iré a comprarlo— le dijo saliendo de la cocina, pero se detuvo —Que ______(tn) no tome el teléfono y que mucho menos salga…— les dijo a todas, yo solo solté una carcajada —Tu celular…— me dijo tendiendo su mano 
—Ten…— le entregue toda la bolsa para después ponerme de pie y subir las escaleras.
Entre a mi habitación, quite mi suéter y lo lance en la cama, para luego dirigirme al baño, después de deshacerme de toda mi ropa y que el agua tuviera una buena temperatura, entre. Después de un buen rato salí. El dolor de cabeza iba disminuyendo. – ¡No volveré a tomar nunca!- pensé segura. Elegí esto ya que no tenía planeado salir, ya que estaría castigada por mucho tiempo. {http://www.polyvore.com/today_dont_feel_like_doing/set?id=35617813 }
Estaba por recostarme cuando tocaron a mi puerta, me puse de pie y abrí.
—Señorita… el Joven mane esta abajo…—
—Gracias, dile que ahora bajo— le dije mientras ponía mis pantuflas
Baje las escaleras, y lo encontré sentado en la sala, ya se había cambiado, traía una playera blanca con unos jeans de mezclilla.
—Hey…— me dijo sonriente cuando me vio
—Hey…— le dije igualmente mientras me sentaba a un lado de el
—Me dijeron que estabas castigada…— soltó una carcajada...
—Así es…— le dije seguido de un suspiro 
—Mira como te dejo la mejilla…— trato de tocar el rasguño
—Hey no toques…— le dije quitándome —Me arde…— reí
— ¿Y que le hiciste?— me pregunto curioso
—Pues, solo te diré que me querían para el equipo de lucha…— ambos reímos
— ¡Estás loca _______— me dijo despeinando mi cabello
—Sabes que yo no soy así… pero ella me saco de mis casillas— me defendí
—Te creo… te creo…— me abrazo
— ¿Y enrique?— pregunto con cara de desagrado 
—Salió a comprar unas cosas que hacían falta…— le dije mientras jugaba con los dedos de su mano.
—No me agrada en lo absoluto…— me dijo sincero
—Tú a mí tampoco me agradas…— brome
— ¿Ah no?— pregunto haciéndose el ofendido
—No…— solté una carcajada
— ¿Segura…?— puso sus manos en mis costillas para comenzar a hacerme cosquillas,
—N… no… para… para… por…por fav…por favor— apenas podía hablar ya que sentía que me ahogaba, me recosté en el sillón para tratar de liberarme.
Las cosquillas cesaron, cuando note que me miraba con detenimiento el cuello
—Confía en mi… y dime… eso no es alergia— me dijo mirándome fijamente ahora a los ojos, me puse de pie
—Creí que no íbamos a hablar de esto…— le dije molesta
— ¡Es que por que no me dices!— me dijo desesperado — ¡Antes de irme no los tenias!— 
—Es que nada… ¡entiéndeme! Es alergia, algo me pico, que se yo…— le dije acelerada
— ¡Dímelo _______ ¿Se aprovechó de ti?— me pregunto mirándome fijamente

EL Niñero Enrique iglesias y tu TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora