Capítulo 3 "Alergia"

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Ares se removió incómodo,la luz del sol se colaba por las ventanas sin cortinas,eso le hizo gruñir.

“Estúpido rubio,estúpido carro” pensó mientras se arropaba hasta la cabeza con las sabanas buscando así poder retomar su sueño.

Pero unas manos,cálidas y suaves,le sujetaron por los tobillos jalandole hasta dejarle los pies fuera de su cómoda cama.

–Arriba,hijo,tienes mucho que hacer–la voz de su madre hizo que se volteara a verla aún con las cobijas en su cabeza.

–Pensé que ibas a ayudarme–somnoliento contestó a la vez que tiraba su rostro contra la almohada buscando volver a dormir de forma placentera

Hera sin titubear tomó la cobija jalandola con fuerza,dejando al descubierto a un pobre Ares con calzones de calaveras y espadas.

Este soltó un quejido,se acomodó boca abajo,sin vergüenza alguna se cubrió el rostro con la almohada,pero Hera sin mucha paciencia se acercó al lado donde yacia su reacio y somnoliento hijo.

Le pellizco el trasero.

Ares se sobresaltó,mientras se quejaba al sobarse su glúteo,la platinada le miraba severamente.

–Claro que vine a ayudarte,pero tú hiciste el juramento yo no lo hice–recordó la diosa de la familia con los brazos cruzados.

El sol invernal que le reflejaba la hacía ver completamente hermosa,su cabello recogido en un moño fácilmente podía ser comparado con la plata,o incluso la nieve que se veía que había cubierto casi toda la ciudad de New York.

Hera ya no vestía sus tunicas griegas,ahora llevaba un bonito vestido blanco moderno,un abrigo verde con botones,junto a unos tacones a juego,y un broche en su peinado de un pavo real.

Aunque Ares solía apreciar cada que podía la belleza de su madre,en ese momento por primera vez en su inmortalidad el sueño le vencía.

–Ve a ducharte de inmediato,te estaré esperando en el salón con la bebé. Y a como te quedes dormido otra vez no será un pellizco lo que te daré. Debes volverte responsable,cariño–firme se retiró entre pasos resonantes por sus tacones dejando a un pobre pelinegro recobrando sus sentidos y lugar en el universo.

Como pudo Ares hizo caso a su madre,se levantó perezoso,se ducho con agua caliente. Luego se vistió con unos jeans,una camisa negra junto a botas militares.

Salió de la habitación,encontrándose a su madre arrullando en brazos a Acalia. Ni bien había podido anunciar su llegada,Hera habló:

–Debemos llevar a la bebé a un doctor.

Como si Boreas,dios del frío viento que trae el invierno,le hubiera aventado su helada a su cuerpo,Ares se quedó perplejo en su sitio.

Apenas dos semanas como padre,dos semanas y ya había hecho enfermar a su pequeña hija.

Hera quien vió como le comenzaba a cambiar la cara a su hijo se acercó,tomándole del brazo le tendió una mirada dulce.

–No debes preocuparte,hijo. Es solo un sarpullido,es normal dado que no sabías como cambiarle bien un pañal–si bien antes creía que era un padre horrible al no criar a sus hijos ahora se sentía peor al intentar criar a Acalia y ver como metió la pata.

Quería volver a llorar.

Pero no podía permitirse llorar,Acalia era quien la estaba pasando mal ahora por su culpa.

Ella es su prioridad ahora.

–Ire por mi abrigo,tu ve abajo y espérame con Acalia en el lobby–sin más se alejó con un nudo en su garganta.

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⏰ Última actualización: Jun 18 ⏰

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