CAPÍTULO 2

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LOS HORNOS

La Secta Corriente
Espiritual estaba ubicada en el continente Bosque del Este en la rama inferior del Río Alcance Celestial, y estaba dividida en las riberas norte y sur. Su historia abarcaba incontables años y era muy famosa en el área. Ocho enormes montañas cubiertas de nubes se elevaban sobre el Río Alcance Celestial. Cuatro de estas montañas estaban ubicadas en la ribera norte del río, mientras que tres se ubicaban en la ribera sur.
Increíblemente, una
montaña, la más
majestuosa de todas se elevaba desde el centro del río mismo.

La mitad superior entera de la montaña estaba cubierta de nieve blanca y brillante, y se elevaba tan alta que la cima de la montaña ni siquiera era visible. El medio de la montaña había sido ahuecado, permitiendo a las aguas doradas del río fluir a través de él, y
causando que la montaña misma se pareciera un poco a un puente.

En este momento, un rayo de luz aceleraba cerca de la ribera sur de la Secta Corriente Espiritual. No eran más que Li Qinghou y Bai Xiaochun. Mientras corrían hacia los cuartos de sirvientes bajo la tercera cumbre, era apenas posible escuchar a Bai Xiaochun gritando de miedo

Estaba muerto de miedo por todo el vuelo. Pasaron por sobre innumerables montañas y durante todo el tiempo, se había sentido como si fuera a perder su agarre en la pierna de Li
Qinghou.

Eventualmente, todo se volvió borroso. Cuando se aclaró todo de nuevo, se dio cuenta de que había aterrizado afuera de un edificio.
Permaneció allí, sus piernas temblando, mirando a su alrededor, a una escena que era muy diferente a todo a lo que estaba acostumbrado en su aldea. Elevándose frente al edificio había una piedra enorme, en la cual tres caracteres estaban escritos en una extravagante caligrafía: Departamento de Asuntos de Sirvientes.

Sentada junto a la roca se encontraba una mujer de cara marcada por la
viruela. Tan pronto vio a Li Qinghou se puso de pie y juntó sus manos en saludo. Envía a este niño a "Los Hornos", dijo Li Qinghou. Sin más palabras, y sin prestar más atención a Bai Xiaochun, se transformó en un rayo de luz que se
disparó a la distancia.

Cuando la mujer de cara marcada lo escuchó mencionar a Los Hornos, se quedó mirando impactada. Observó a Bai Xiaochun, luego le dio un bolso que contenía un uniforme de sirviente y otros objetos. Con una cara inexpresiva, lo alejó del edificio hacia un camino cercano, al mismo tiempo que le explicaba algunas de las reglas básicas y costumbres de la secta. El camino estaba pavimentado de piedra caliza verde, y recorría numerosos edificios y patios. El aroma elegante de plantas y flores llenaba el aire, y el lugar completo se veía como un paraíso celestial. Mientras miraba alrededor, el corazón de Bai Xiaochun empezó a latir con emoción y su ansiedad y nerviosismo anterior empezó a desvanecerse “Este lugar es increíble” pensó. “¡Es mucho mejor que la aldea!” Sus ojos brillaban con anticipación mientras seguía a la mujer. El paisaje solo continuaba haciéndose más y más espectacular. Inclusive vio algunas mujeres hermosas en el camino, cosa que inmediatamente hizo que su corazón se agitara con deleite.

Pronto, Bai Xiaochun se emocionó aún más. Vio lo que aparentemente sería su destino, al final del camino había un edificio de siete pisos que brillaba como cristal. Inclusive había grullas celestiales volando en el aire sobre él.  “¿Ya llegamos hermana mayor?” preguntó Bai Xiaochun emocionado. “Si” respondió fríamente, su rostro inexpresivo como siempre. Apuntó a un pequeño camino a un lado. “Es allí a donde vamos”

Bai Xiaochun miró en la dirección a la que
apuntaba, su corazón lleno de anticipación. Pero entonces su cuerpo entero se puso rígido y se frotó los ojos. Miró de nuevo, un poco más de cerca y vio un camino de grava bordeado por cabañas de techo de paja mal construidas que se veían como que podrían desintegrarse en cualquier momento. Un aroma extraño emanaba del área.

A Will Eternal, Libro 1: Llegada a la secta corriente espiritualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora