001

320 33 31
                                    

Las consecuencias

Arataka Reigen, proclamado por si mismo el psíquico del siglo, aquella noche, el frío era abrumador, se encontraba sentado en una banca, frotando sus brazos delgados buscando calor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Arataka Reigen, proclamado por si mismo el psíquico del siglo, aquella noche, el frío era abrumador, se encontraba sentado en una banca, frotando sus brazos delgados buscando calor.

Después de haberse armado de valor y confesarle a Mob que no contaba con poderes psíquico el menor se encontró en trance y poco a poco se fue distanciando de su maestro.

Siendo el muchacho el único compañero de Reigen, Serizawa fue su única compañía por un largo tiempo hasta que este mismo tuvo la oportunidad de viajar al extranjero para seguir el estudio
Y sorprendentemente era inteligente y aplicado.

Reigen no pudo verse avaricioso y prohibirle ir, pronto el castaño dejó de asistir al trabajo.

El joven maestro se vio envuelto en una soledad realmente abrumadora, después de que "Espíritus y más" fracasará por comenzar a rechazar encargos ya que no había un psíquico "real" que le ayudará.

Comenzó a perder el dinero necesario y poco tiempo después dejó de rentar el apartamento que por un tiempo fue su oficina, ya que el dinero no se le ajustaba para seguir con ese trabajo.

Arataka se sentía solo.

Quizás era la peor sensación que había tenido, no tenía amigos a los que confiar.

Pero..

Había algo que lo reconfortaba en ocasiones.

Cuando Serizawa le enviaba cartas, dejandole claro que se acordaba de él, y contándole todo lo que ha logrado en el extranjero, se sentía
acompañado.
Algo que no había logrado sentir en las demás noches frías, y aun que las cartas no eran concurrentes, quizás le llegaba una o dos cada 3 meses, realmente eran extensas.

A Reigen le llenaba de ternura este acto, por lo menos sabía que Serizawa estaba bien, y que alguien seguía preocupándose con el.

Muy en el fondo dejó marchar a Serizawa sin antes confesarle un sentimiento que brotaba dentro de sí.

Reigen, nunca se había sentido atraído por los hombres, muy apenas por las mujeres, quizás, siquiera sabía reconocer cuando alguien estaba enamorado de él o cuando el sentía algo por alguien más.

No sabía que era lo que sentía por Serizawa, y tenia miedo.

Era muy pesimista en los temas del amor, por lo menos consigo mismo.

Pero eso realmente no le preocupaba tanto como su situación actual.

Era muy tarde, Reigen vestía ropa invernal cálida, la nieve era hermosa, pero aquel falso psíquico comenzaba a odiarla.

Estaba débil, realmente poco a poco su apetito fue desapareciendo, pero esta vez por mala suerte comenzó a sentir hambre, frío y sed, no tenía siquiera monedas de un yen en sus bolsillos.

No tenía trabajo, hacía trabajos simples así como miserables, mandados, encargos, hacerla de jardinero, pasear perros, y entre varios trabajos.

Ah..Seguía con los masajes pero esta vez a domicilio ya que no tenia local.

Aun así, con la actualidad trabajos como esos no bastaban para llegar a fin de mes, siquiera para pagar el alquiler de alguna vivienda mediocre.

Realmente todo era muy costoso, y cada día que pasaba Reigen lo notaba más.

Alguna vez pensó en adoptar un compañero, un perro, un gato, quizás un pájaro o algún pequeño roedor, más si no podía siquiera mantenerse económicamente el, mucho menos podría con un animal que realmente implicaba un gasto más.

Reigen camino por las calles hasta que vio el sol salir, sonrio al ver el amanecer que le provocaba un poco más de seguridad.

Espero a ir a la central de correos, la revisaba a diario para ver si había cartas de Serizawa, aun que muchas veces solo era caminar en vano.

Serizawa perfectamente podría enviarle mensaje a Reigen, pero se negaba.
El castaño sentía que era mucho más bonito y detallista enviar cartas escritas a mano.

Por lo que eso hacía, aquel día Arataka si encontró una carta, una sonrisa se mostró en su rostro, abrió sutilmente el sobre y comenzó a leerla, sentado en una banca fuera de la central de correos.

" Querido Señor Reigen, se acercan las vacaciones de navidad por lo que tengo planeado viajar para allá,  reuní el dinero suficiente para ir a visitarlo,¡Ya estoy pensando en su regalo de navidad! estoy trabajando medio tiempo después de mi escuela, como lo hacía antiguamente con usted, ¿Como sigue el negocio? Realmente espero que bien, no eh hablado con Reigen ni con ninguno de los chicos, realmente me gustaría que me escribiera sobre ellos ¡Por mensaje no! ¡Porfavor! Hice muchos amigos en mi nueva escuela, todos son muy agradables y me ven como todo un ídolo, aun que yo no me veo así, me gustaría que los conociera
A veces lo extraño, Señor.  
Con Cariño
Katsuya serizawa"

Reigen pensó en responder, y se alegro mucho por las nuevas noticias, tenía planeado hacer muchas cosas cuando Serizawa volviera, por lo menos lo reconfortaba saber que no pasaría la navidad solo

El rubio comenzó a pensar en regalos para Serizawa, después de todo iba a ser navidad, no tenia mucho presupuesto y no quería hacer una manualidad, sentía que Serizawa rechazaría esa especie de regalos.

Por lo que Reigen lograba deducir de las cartas del castaño es que este si estaba bien económicamente.

El falso psíquico no quería darle una flor de papel que seguramente no le costaría más que unos yenes y unas horas de su tiempo, su tiempo no era valioso.

Y no quería que Serizawa se esforzará comprando un regalo caro, y el no diera lo mismo.

El rubio comenzó a angustiarse sobre eso.

¿Cuál sería el regalo para Serizawa?

✼ •• ┈┈┈┈๑⋅⋯ ୨˚୧ ⋯⋅๑┈┈┈┈ •• ✼

𝑨 𝑳𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓 (𝑆𝑒𝑟𝑖𝑅𝑒𝑖) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora