One shots del Hyunlix basados en canciones de la banda "Bronco" con el fin de entretener, no se busca dañar la imagen ni de los artistas ni de las pistas musicales.
Cabe aclarar que algunas de las letras serán modificadas ya que las historias sólo e...
Nota: Está historia narra lo que ocurrió en el aniversario de Felix y Hyunjin del capítulo anterior.
Era su aniversario, su primer aniversario, Hyunjin aún no creía que Felix le correspondía sus sentimientos, estaba radiante, tenía preparada una noche que el pecoso no olvidaría.
Se arregló de la mejor manera que pudo y preparó su regalo, se dirigió al restaurante en el que había hecho la reservación de la noche para su cena.
Entró y dió su nombre a la recepcionista.
- Mesa para dos
Una buena descripción para el joven en la recepción era: brillante. Su sonrisa iluminaba todo su rostro, la emoción era tanta que no podía contenerla.
-Muy bien, reservación de Hwang, mesa para dos personas al fondo
Leyó la recepcionista desde su tableta.
-- ¡Sí! esa es
Contestó un Hyunjin sonriente y emocionado.
-Bueno, entonces puede pasar, adelante caballero
Se adentró al lugar y pasó por varias mesas ocupadas hasta que llegó a la suya, se sentó y pensó que no faltaba mucho para que llegara la hora en la que citó a Felix. Llamó al mesero con entusiasmo.
- Buenas noches joven de bella sonrisa, ¿Mesa para dos eh? ¿Está esperando a su persona especial?
El mesero llegó con su buen porte y se paró junto a él mientras observaba su mesa en busca de alguna imperfección. Este tenía razón, esperaba a su persona especial, aquella que en tan poco tiempo había logrado llenar esa parte aún vacía en su corazón, aquel que le había dado emoción a su aburrida vida.
- ¡Si! Estoy esperando a mi amado, me trae su mejor champagne, será especial esta velada
- Claro
Hyunjin seguía con su entusiasmo y se sentía cada vez más nervioso, observó su alrededor y se dió cuenta de que era un lugar hermoso, pero aún así quería que este luciera el doble de bien para su querido novio, ¿Que le faltaban? ¿Más flores? Velas era la respuesta.
El mesero regresó a su mesa con el champagne ordenado. Definitivamente la noche sería perfecta.
- Mesero, gracias de a montón, la mesa está bien ubicada, sólo le hacen falta unas velas... De preferencia que sean blancas
El mesero rió de ternura ante aquel jovencito entusiasmado.
- Claro, enseguida
El Mesero terminó de acomodar la mesa con la ayuda de Hyunjin, ahora esta estaba iluminada por las preciosas velas, no eran muchas para no saturar la mesa, pero definitivamente le daba una mejor vista.
El pelinegro sintió que llevaba mucho tiempo haciendo arreglos al lugar y el pecoso no aparecía. Sacó su celular para checar la hora ya que no acostumbraba el portar reloj, sin embargo notó que este estaba completamente descargado ¿Y como no? Lo había usado desde la madrugada para buscar ideas para esa noche, estaba tan metido en sus emociones que olvidó cargarlo.
Recordó que en la recepción tenían servicio de energía para cargar celulares, así que, a paso veloz se dirigió al lugar y pidió amablemente conectar su celular. Aprovechó para salir un poco y ver si el pecoso se encontraba cerca, pero no logró ver a nadie familiar, mucho menos a él.
Regresó preocupado a su mesa ¿Que podría haberle ocurrido?
- Señor mesero, siendo usted tan amable ¿puede decirme cual es la hora exacta? Llevo un buen rato y no hay señales de nada, algo debió de haber pasado con él, porque detesta la impuntualidad
Desde que empezaron a salir, desde la primera salida en aquel parque, este jamás se había retrasado y mucho menos por tanto tiempo.
- Es cierto, lleva buen rato aquí, son las 21:29, ¿A qué hora lo citó?
- A las 21:00, se me hace raro que de a tiro no venga, me prometió que no podia faltar.
- Tal vez le surgió algún imprevisto por el camino.
- Señor mesero esperaré otro buen rato, que la esperanza sigue sin terminar
El mesero asintió y se dirigió a atender las demás mesas.
Demasiado tiempo pasó nuevamente y Hyunjin comenzó a incomodarse ante las miradas que los demás le lanzaban al verlo solo durante mucho tiempo. También se preocupó por su novio, pensando que a este le había ocurrido algo grave como un accidente.
Y es que todo habría sido más fácil si su celular no se hubiese descargado, justo ahora estaba cargándose en recepción. No tenía ni modo de ver la hora ni de mandar un mensaje al rubio.
El mesero pasó nuevamente por su mesa y lo miró curioso.
- Señor mesero, volveré a molestarle ¿puede decirme cual es la hora exacta?
- Son las 22:00 joven, espero llegue pronto porque le recuerdo que cerramos a las 23:00
- Claro, disculpe
Hyunjin cada vez se sentía peor, se sentía avergonzado, abandonado, herido y tenía ganas de llorar al ver que el tiempo transcurría y no había ni una señal del contrario.
Corrió a recepción para recoger su celular y no tenía ni un mensaje, así que decidió enviarlos él, tampoco tenía llamadas perdidas. Llamó una y otra vez y el celular no fué atendido.
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Felix no contestó ni los mensajes ni las llamadas, así que regresó a su lugar con aún una chispa de esperanza.
Sentía que su corazón se oprimía cada vez que las personas que llegaron incluso después que él se levantaban y abandonaban el lugar, ahora con su celular en mano pudo ver la hora, eran ya casi las 23:00 horas pero aún no podía irse, una fuerza lo mantenía pegado a la silla y no era pegamento.
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Ya no había gente, el personal estaba guardando, limpiando y haciendo cuentas, pero él se sentía tan pesado y pegado al asiento.
El mesero se paró junto a él y lo miró afligido, ya no había rastro del muchacho entusiasmado, ahora sólo había un joven parecido a un perrito abandonado, con una mirada triste y llena de vergüenza.
- Señor mesero, sé que ya esta cerrando, retire la velas...pero el champán y la esperanza los pone para llevar.
